Un PR nada exigente en cuanto a dificultades se refiere y bastante cómodo de realizar.
Una ruta que nos enseñará bonitos parajes de esta parte de la Serranía y cuyo recorrido podríamos dividir en tres partes bien diferenciadas:
- Una parte más humanizada nos llevará por caminos agrícolas y forestales, entre campos de cereal y corrales abandonados donde es fácil imaginar unos modos de vida y subsistencia no muy lejanos en el tiempo.
- Un tramo por el cordal de la Sierra de los Altos habitado por unos seres extraños, marcialmente alineados, cuya vida depende de las voluntades del dios Eolo.
- Y por último, una preciosa bajada por un barranco que, a pesar de la sequía reinante, se viste de primavera y nos regala los mil colores de sus flores. Un barranco que en época más húmeda luciría, si cabe, más esplendoroso.
Por ponerle un pero, también toca resaltar que en su tramo inicial y final por los caminos agrícolas cercanos a la población está poco o nada señalizado y es fácil equivocarse en un cruce. Aunque como dicen en mi pueblo, todo los caminos conducen a Roma (aldea de Requena).
Nos vamos pues a mi querida Talayuelas. Hoy me voy con Sole a quien recurro de vez en cuando y que nunca me falla. Es la compañera ideal para días como hoy, para recrearse viendo, oliendo, escuchando y tocando la primavera.
Luminosa y fresca mañana la que nos daba la bienvenida al municipio conquense. Hay que localizar el inicio de la ruta a las afueras de Talayuelas y en los primeros metros de la carretera CU-V 6001 que va a la Graja de Campalbo. A la derecha y junto a un almacén de piensos que parece abandonado hay un buen rellano para aparcar. Allí mismo encontraremos el panel explicativo del PR y un poste.
Tomamos el camino que se aleja de la población pasando junto a algunas granjas. A los pocos metros veremos un abrevadero a la izquierda ...
... e inmediatamente un cruce con un poste. Nos indica la dirección a seguir, vamos por la izquierda hacia la Fuente de los Tornajos.
Por la derecha volveremos de regreso al final de la ruta.
El camino es una delicia a estas horas de la mañana. Recorre la dehesa entre verdes campos de cereal y suaves lomas salpicadas con carrascas.
Al fondo la Sierra de los Altos con su parque eólico |
Hoy va a ser el día de las flores (el que avisa ...) y con ellas me entretendré todo el tiempo que haga falta, las prisas se quedaron en casa.
Espiga de Triticum aestivum (Trigo) |
Fumaria officinalis (Palomilla o Sangre de Cristo) |
Haremos una primera parada en la Fuente de los Tornajos. Pero primero hay que encontrarla. Nada difícil si hubiera seguido la pista que llevaba. Yo me desvíe por un campo abandonado hasta las ruinas de un corral que dejé a la izquierda.
Aquí giramos a la derecha |
Parte de la sierra que nos espera |
Siguiéndolo llegamos a una charca y a la fuente y su abrevadero. Está a los pies del Cerro Gabaldón y mana fresca.
Un breve descansillo, un par de tragos de agua y a seguir.
Hordeum vulgare (Cebada) |
Papaver rhoeas (Amapola) |
Inflorescencias masculinas (amentos) y femeninas de la carrasca (Quercus ilex) |
Bonitas vistas de la dehesa.
Vista atrás sobre la dehesa |
Y llegamos al conjunto de las Teñás de las Hoyuelejas.
Las teñás, que es como aquí les llaman, son un conjunto de corrales, ahora abandonados, donde recogían las ovejas y las cabras por la noche protegiéndolas así del frío y de las alimañas.
El camino que llevábamos acaba allí.
Paronychia capitata (Asperilla o hierba de la plata) |
Thymus leptophyllus (Tomillo) |
Esta será toda la dificultad orográfica de la ruta, una rápida subida entre pinos y carrascas hasta el Collado de las Arteras (1.206 m.). Sobre nuestras cabezas el parque eólico en que se ha convertido el lomo de esta bonita sierra. Si lo quieres lo tomas y si no ... también.
Un último vistazo sobre la dehesa y Talayuelas con la sierra de los Miradores detrás |
Collado de las Arteras |
El sol ya pica un poco aunque se agradece la fresca brisa que corre allá arriba.
De vez en cuando para evitar la monotonía de la pista nos acercamos para observar la vertiente noreste de la misma y las tierras del Alto Turia y los Serranos.
Vistas al noreste sobre el Alto Turia donde se aprecia la cola del embalse de Benagéber |
... nada que ver con el elegante aleteo de este Papilio machaon |
Vistas desde el collado hacia el noreste |
Reanudamos la marcha obedeciendo las indicaciones del poste que hay en el collado y que nos invita a bajar hacia el Barranco del Azor.
Desvío hacia el Barranco del Azor en el Collado de la Madera |
La monotonía da paso a la explosión de la primavera.
Una gozada esta suave bajada por un cómodo camino salpicado de flores, una golosina para la cámara.
Linum narbonense (Lino azul) |
Linaria aeruginea (Conejillos, Acicate español, Arenaria o Barba de Chivo) |
Euphorbia serrata (Lechetrezna, Tártago o Higuera del Infierno) |
El musgo reseco de las rocas parece indicar que, en época más húmeda, el tránsito por el barranco debe de ser un maravilla. Y eso que aún así lo es.
Atravesamos una bonita pinada ...
Cytisus grandiflorus (Escobón) |
Giramos a la derecha y pasamos junto a los corrales de la Tejería.
Un pequeño sube y baja con los Cerros del Collejoso y la Cabezuela a nuestra izquierda y pronto el paisaje se despeja.
Al frente la Sierra de los Miradores de Talayuelas.
Caminamos entre campos de almendros y de cereal y las faldas de la sierra con sus pinos y carrascas.
Agallas en Quercus faginea. Es una reacción de la planta por la picadura de un insecto que la utiliza para depositar sus huevos. |
Desaparecen las pocas marcas del PR y a modo de orientación os diré que toméis los dos primeros cruces por la derecha, el siguiente recto y un cuarto por la derecha junto a otro corral en ruinas que dejaremos al frente.
Aquí por la derecha |
En el cruce giramos a la izquierda |
Giro a la izquierda y, ahora sí, este camino nos llevará hasta Talayuelas que reaparece a la vista. A que está claro ... ¿no?.
Vista atrás |
Una ruta ideal para los comienzos de primavera, asequible, fácil y apta para todos los públicos.
Y como decía al comienzo, por ponerle un pero ... la mala señalización tanto al principio como al final, cuando te salen al paso tantos cruces de caminos. No le iría mal una mano de pintura. Y la sequía. ¡Ay la sequía!. Esto no ha hecho más que empezar y el monte ya echa humo. La combinación sequedad del terreno + imprudencia o negligencia es una bomba de relojería. Menudo verano nos espera ...
Adéu.
2 comentarios :
Hola! Estaba viendo esta interesante página y he visto que has confundido una especie arbórea. En una foto pones pinos junto a verdes carrascas cuando realmente son Quercus faginea. lo mismo ocurre cuando hablas de las agallas del Quercus coccifera y realmente son Quercus faginea de nuevo.
Muchas gracias Luis Miguel por tus aclaraciones de las que he tomado nota haciendo las pertinentes rectificaciones.
Ocurre que, sobre todo aquí en Valencia, con el nombre de carrasca, parece ser que se engloba a varias especies del género Quercus. Realmente, la foto es del Quercus faginea (Quejigo o roble valenciano).
Un abrazo y gracias de nuevo.
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