miércoles, 25 de abril de 2012

GR-7 (14) VENTA GAETA - COLLADO BAYART (21/04/2012)

Otro bocado más al GR-7. Un bocado que supo a gloria.
No deja de sorprenderme este camino. Cada etapa consumida ha tenido sus atractivos. Cada una diferente a la anterior. Alguna con más encanto que otra. Unas con más dificultad que otras, ya sea por la orografía, el desnivel o el kilometraje.
Esta en concreto, desnivel tenía (+ 1343 m. según mi GPS) y kilometraje también ( 38.4 kms.).
Pero una vez superada, el cansancio, el dolor de pies, queda en segundo plano. Por no hablar, que hablaré, del peaje en forma de asfalto que hay que pagar por contemplar estos paisajes de salvaje belleza.
De todas las etapas realizadas hasta el momento me quedo con ésta. Sobre todo por su segunda mitad.
Entremos en materia que hay mucho que contar...
Son las 6h. del sábado 21 de abril. Punto de quedada habitual. Suena un móvil. Rafa se ha dormido.
La logística o "performance" montada por Ximo para la ocasión (mejor ni la explico...todavía no se como lo preparó) sufrió algunos retoques pero no se vio muy afectada. Los traslados hoy serían "mixtos", es decir taxi y coches de ida y vuelta. Al final se cumplieron los horarios previstos y encima nos ahorramos un pellizco, cosa que es de agradecer en los tiempos que corren.
Fernando nos deja ( a Bego, Manolo, J.Manuel y un servidor) en los Pedrones (aldea de Requena) y sigue hacia Teresa de Cofrentes. Mientras esperamos al "dormido" abrimos un bar y nos tomamos un cafetito.
Llega Rafa:
- "Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir"  (once palabras para la historia).
Al rey no lo se, pero a Rafa le perdonamos...
Llegamos a Venta Gaeta y abrimos otro bar mientras esperamos al resto (los xiquets de la Ribera:  Nuria, Paco y Ximo, y Fernando).
Reunido por fin el rebaño. ya podemos salir a pasturar...quiero decir a andar.

Saliendo de Venta Gaeta con la sierra de Martés tapada por las nubes
Dejamos atrás Venta Gaeta cuando acaban de dar las 9h. y nos esperan casi 40kms. por delante.
Cruzamos la rambla de los Gallegos para tomar una senda pastoril bastante empinada. Hay que ir atentos a las marcas, que una vez arriba, en la muela del Albeitar, se nos pierden entre las piedras y la vegetación. Una larga tubería nos sirve de guía en este tramo.
Un breve descenso y llegamos a una zona abancalada donde comienza un barranco. Justo en ese punto y bajando al lecho, se localiza la cueva de los Conejos (más bien un abrigo).

Cueva de los Conejos
Ahora seguimos por el lecho del barranco abriéndonos paso entre la espesa vegetación. Saldremos de él por la derecha en ligero ascenso. Ahora lo llevamos a nuestra izquierda pero nos daremos de bruces con él de nuevo más adelante.
La senda parece precipitarse al profundo cortado que dibuja este barranco de Espitel. Nos acercamos a sus  bordes para disfrutar de las vistas.
La senda transita de bajada por la ladera. En una de sus curvas se despeja la vista y divisamos la muela de Cortes y las esmeraldas aguas del Júcar remansadas por la presa. La vista del valle, las verdes laderas, el color del Júcar, la muela, el castillo de Chirel a lo lejos, conforma un pintoresco paisaje que invita a saborearlo y recrearse un buen rato.

Ya se divisa el Júcar

Paisaje que se divisa durante la bajada
La senda muere en un camino asfaltado (se puede evitar un par de lazadas antes de llegar a él). Lo cruzamos y nos dirigimos a un pequeño promontorio justo enfrente, es la casa de la Sabina (precioso ejemplar junto a ella), hoy en ruinas y que conserva un pequeño enterramiento con su lápida.
Allí decidimos almorzar antes de continuar.

La sabina
Una vez superado el trámite seguimos por la carreterilla por la derecha y en menos de un kilómetro llegamos al cruce con la CV-428 que viene desde Buñol. Desde aquí hasta Cortes de Pallás solamente nos quedan 7kms. de "cómodo" asfalto, inevitable por otro lado ya que para cruzar el Júcar hay que ir a morir al único puente existente.

El "cómodo" asfalto
Puente sobre el embalse de Cortes
Alguno estuvo tentado de hacer autoestop. O ésto, o ir provistos de una balsa o canoa y circular por el embalse plácidamente...¡ Qué bonito ...un GR en barca...en fin... !. Bueno sería buscar una alternativa porque esos 7kms no hay quien te los quite.
Cruzamos por el puente y seguimos por el túnel que da acceso al pueblo.

Mural de azulejos explicativo del Levantamiento de los moriscos en Cortes de Pallás 

No nos entretuvimos demasiado en atravesarlo y seguimos hacia la fuente Chapole por la carretera de la Muela. Pasada la fuente comienza un tramo de subida por el "cómodo" asfalto hasta llegar a la Cruz del Collado. La ruta empieza a pasar factura a algunos. Un breve descanso en el collado para darnos un respiro. Lo bueno es que abandonamos el asfalto (ya nos hemos comido más de 11kms), pero solo de de momento.
En el collado (hay un poste con señales) tomamos el camino que sale por la izquierda.


Estamos en el inicio de la parte más espectacular y hermosa que nos depara el GR. Una preciosa senda recién desbrozada, lo cual es de agradecer, que va rodeando la Muela de Cortes a media altura, nos conducirá por un enclave de película.
A nuestra derecha el castillo de Chirel en su atalaya dominando el paisaje.

El castillo de Chirel dominando el cauce del Júcar
En el fondo, el verde esmeralda del Júcar retorciéndose entre los riscos. A la izquierda, el enorme anfiteatro de la Muela. Paredes imposibles de las que se descuelgan torrenteras y barrancos (el del Pico del Bombo y el de la Zangarriana).


Nos acompaña una tupida vegetación de madroños, brezos, aliagas, coscoja, pinos e innumerables olivos asilvestrados (acebuches).


En un recodo del camino, con estas vistas tan impresionantes, dimos cuenta de la comida. Nos sentimos verdaderamente privilegiados.




Pronto el Júcar desaparece de nuestra vista. El camino va girando hacia la izquierda y se adentra en el alargado valle de Sácaras. Otro precioso tramo de la ruta nos espera. El valle se abre paso flanqueado a la izquierda por la Muela de Cortes y el Alto del Francho, majestuoso él.

Alto del Francho
A la derecha la Muela de Jalance y la sierra con lomas más redondeadas. La pista es agradable de pisar y permite el disfrute y la charla. Pasaremos junto a corrales y cultivos abandonados. Ignoramos los cruces que nos salen al paso sin salirnos de la pista. A la altura de la fuente de Sácaras (del grifo no salía ni gota) hicimos un alto junto a su abrevadero y su balsa. De sus proximidades parte el PRV -252 (cartel informativo) que sube hacia la Muela por un abrupto barranco.

Barranco de subida a la Muela
Apuntado queda



Queda apuntado para la próxima.
Pasamos después junto a la Casa de la Curra y sus campos, éstos sí, cultivados.

Casa de la Curra en el valle de Sácaras
La pista aboca a otra asfaltada que se dirige a Jarafuel. Nosotros seguimos recto, de nuevo sobre el "cómodo" asfalto, camino de las cuestas de Bayart.

Hacia el collado Bayart que por allá a lo lejos asoma
Son los últimos kilómetros del día y el cansancio hacía estragos. La última subida por la zigzagueante carretera se hizo muy dura.

La casa del Maestro en las primeras cuestas de Bayart
Tan solo se endulzaba por las preciosas vistas del valle recorrido en un atardecer de ensueño.

El precioso valle de Sácaras en la subida al collado de Bayart
Algunas lazadas de la carretera se pueden evitar campo a través, aunque después de tantos kilómetros en las piernas ya daba igual. Cada cual a su ritmo y tirando de amor propio llegamos al collado Bayart casi 10 horas después de salir de Venta Gaeta.

... y por fin...la meta.
Y allí estaban los coches de Ximo y Fernando que nos llevarían de vuelta, no sin antes parar en Teresa de Cofrentes para hidratarnos con zumo de cebada fresquito y algún refresco. ¡ Qué gustito... por diossss !.
En fin, una exigente, dura, bella e inolvidable etapa del GR-7.

Adivinad en menos de 5 segundos quienes se van a dar una vuelta por las montañas del mundo...

Y mejor no recordar el viaje de vuelta a casa...el Madrid se estaba fundiendo al Barça...
Esto si que duele y no 40kms con 16 de "cómodo" asfalto...¡qué le vamos a hacer!.
Adéu.
Y hoy...palmatoria con el Chelsea...
De fútbol ya no hablo hasta el año que viene...por lo menos.























lunes, 16 de abril de 2012

ALBALAT DELS TARONGERS - EL GARBÍ POR LA CANAL (14/04/2012)

Que no se entere nadie...pero en mi currículum montañero todavía figuraba como pendiente la popular canal del Garbí. La de veces que he estado en esa montaña-mirador y las ganas que tenía de estrenarme con esa ascensión. A punto estuve el primer día del año cuando subí a la mola de Segart, pero en aquella ocasión me venció una "ligera" resaca y lo dejé para otro momento. Pues bien, el momento llegó.
El recorrido lo iniciamos en Albalat dels Tarongers. Un amplio aparcamiento en la entrada de la población tras cruzar el Palancia será el punto de partida.

Saliendo de Albalat dels Tarongers

Una mañana fresquita con un cielo en el que se dibujaban grises nubarrones a esas horas de la mañana y que nos acompañarían durante toda la jornada. No molestaron en absoluto.
Salimos de Albalat por la carretera que ya es el PR-CV 318 (Sender de Albalat dels Tarongers). Dejamos la carretera de Segart para continuar por ese PR con indicación de Camí del Garbí.


Una estupenda pinada nos cobija. Llegamos a la confluencia del barranc de Pujol con el de L'Omet. La pista se bifurca y seguimos por la izquierda, la de la derecha será nuestro camino de vuelta. Seguimos, pues, por el PR con el barranc de Pujol a nuestra derecha. El cómodo paseíto se acaba pronto.

En la senda de subida...¿esto es una "ola"?
Abandonamos el PR por la derecha (hay marcas) para cambiarlo por una senda en ascenso. A partir de ese punto habrá que estar atentos a las señales blancas que se combinan con puntos azules y algunas fitas. Aparecen los bloques de rodeno y el camino comienza a ser, digamos, entretenido. Ahora disfrutamos de un nuevo paisaje conforme ganamos altura. Las paredes del puntal de L'Albarda y del Garbí con sus impresionantes formaciones rocosas nos escoltan por la derecha. A la izquierda la vista se despeja hacia el mar con barrancos que se escabullen entre las montañas que cierran la Calderona por el este. La Redona, el Xocainet, les Merles, las peñas de Guaita sobresalen con un bonito telón de fondo.


La senda no da tregua. La primavera da color a los romeros, las jaras, los brezos, el espliego, el cantueso, las aliagas, los palmitos y las carrascas. Un precioso manto verde tapiza todas las laderas.

Malvavisco marino (Lavatera marítima)
Vamos con tiento al atravesar algunas pedreras que se escurren hacia el barranco.


El espectáculo aparece allá donde mires. Yo me quedo con las formas que el rodeno dibuja en las majestuosas paredes del Garbí.



Las garras del Garbí

Profundas canales se abren camino hacia lo alto. J.Manuel y Manolo M. investigan una de ellas. Parece que puede ser accesible y tomamos nota para otra ocasión.

Manolo en la base de la canal investigada...pinta bien ¿eh?

Preciosa vista hacia el sur
Por fin llegamos a la canal más famosa. La que nos llevará a la cima. Las señales blanquirrojas nos indican que estamos sobre el GR-10. ¡ Qué ganas le tenía !. Nos espera lo más divertido del día. Trepaditas por doquier. Pasos asegurados con cadenas. La humedad de días atrás hace que aparezcan algunas pozas y oímos el discurrir del agua entre los bloques de roca. Que es por aquí, que cuidado con esa roca que resbala, que agárrate aquí, que empuja el culete, risas y alegría aseguradas...




La subida por la canal
Una pena que sea un tramo tan corto.
Una vez arriba nos dirigimos a los miradores del Garbí. Uno de esos rincones que te dejan recuerdos imborrables y que invitan a la relajación del espíritu, a la contemplación. Identificamos la canal por la que hemos subido y el final de la "investigada" que pinta muy pero que muy bien.


Vista al sur desde el Garbí con la mola de Segart destacando

J.Manuel con la canal pendiente
Fotos de rigor y a almorzar que ya es hora. Nos dirigimos hacia la zona de la ermita con sus mesitas, ideal para dar cuenta del bocata. Cafetito caliente (que sería de nosotros sin el termo de Rafa) y dulces. El chocolate del día hoy era blanco con fresa, una delicia (acabaré con toda la gama de Lindt).
Un incordiante y fresco vientecillo nos obliga a buscar abrigo junto a la ermita para la foto de grupo.
La vuelta la hacemos, en un principio, por el SL-CV 24 en dirección Estivella.


Una vez en la pista asfaltada hay que tomar un sendero que sale inmediatamente por la derecha. Esta preciosa senda nos descubrirá algunos preciosos rincones mientras rodeamos el puntal de L'Albarda por la umbría, acompañando en el descenso al barranc de l'Omet. Aparecieron las esparragueras y fue inevitable recolectar los pocos pero sabrosos trigueros que habían resistido tras el paso de otras manos ávidas de tan estupendo vegetal. Vamos... que ya se nos habían adelantado y nos dejaron algunos ejemplares en los ribazos.

Merche con la merienda
La senda acaba por encontrarse con el PR-CV 318 de nuevo y en un momentín estábamos de nuevo en Albalat.

Volviendo la vista atrás


En el Garbí aguantando la fresquita "brisa"  (by J.Manuel)
Ya de vuelta en los coches saludamos al numeroso grupo del amigo Luis Gispert que volvían de su ruta sabatina también por estos lares.
Hoy llegaríamos pronto a casa.
En la retina quedaba uno de los rincones más atractivos de la sierra Calderona, un pulmón verde a un paso de Valencia.
Adéu.





miércoles, 4 de abril de 2012

ESPADILLA - PEÑA SAGANTA - CASTILLO (31/03/2012)

¡ Que no la conocéis !. Pues ya os la estáis apuntando en vuestra lista de "pendientes".
Para los que ya habéis estado seguro que os trae buenos recuerdos.
Una estupenda ruta en las estribaciones de Espadán. Si hace un par de semanas transitamos por el límite sur del parque natural con castillo y cima incluidos (Castellnovo, Almonecir, Alto de Bellido) hoy lo haremos por su límite norte, también con cima cresteada, la Peña Saganta, y el castillo de Espadilla. Esto es como darle un abrazo a Espadán. Se merece eso y más.
Vamos a caminar sobre el PR-CV 314 con la propina añadida del muy recomendable desvío al castillo, ya de retorno a Espadilla que es nuestro punto de inicio.


Todo muy bien indicado, vamos que no te pierdes...
Al llegar a Espadilla tomamos a la izquierda una calle que sube hasta una pequeña pista polideportiva. Por allí podemos aparcar, además hay una fuente. El PR comienza allí, junto al barranco de la Piqueta, que nos acompañará durante la subida.
Vale la pena desviarse para visitar durante unos minutos el pequeño y cuidado jardín botánico que nos encontramos al inicio, mientras Espadilla se despertaba.

Primera parada ... el jardín botánico.
Durante los próximos 2.5 kms iremos subiendo y subiendo por una zigzagueante senda con el barranco de la Piqueta escoltándonos en todo momento. A la vista tenemos el castillo y la Peña Saganta, nuestros objetivos.

Los dos objetivos del día...¡a por ellos!
Sin prisa y deleitándonos con las vistas que nos regala la altura pasamos junto a la fuente de la Piqueta, sin rastro de agua.



El castillo durante la subida

Seguimos subiendo hasta alcanzar el llano de la Olla donde nos espera el barranco Carboneras, que cruzamos. La pendiente hace ya un buen rato que se ha suavizado y la senda discurre entre pimpollos, aliagas, grandes romeros y preciosas jaras en flor.
Antes de llegar al poste donde el PR se bifurca, nos separamos de la senda para acercarnos a las rocas que flanquean el barranco y disfrutar de un precioso mirador del profundo valle del Mijares, el castillo de Espadilla, que parece dominarlo, el pueblo de Toga y la inconfundible mole del Penyagolosa.

Castillo de Espadilla, Toga y el Penyagolosa

¿Qué Ximo ... volamos un poco? (by Manolo Moliner)

Castillo, Espadilla, Toga, Argelita desde el mirador
En el cruce, bien indicado, tomamos el ramal hacia la Peña Saganta que nos espera con su cima cresteada.
Una vez allí toca recrearse con las maravillosas vistas que se ofrecen. Los grandes bloques de roca que la conforman nos regalan unas postales para enmarcar. Las poblaciones del valle del Mijares hacia el norte y la garganta de su afluente, el río Pequeño, hacia el este.

El valle del Mijares desde Peña Saganta
Esta atalaya acariciada por los rayos del sol es el mejor lugar para disfrutar del almuerzo, con los inevitables chistes de Ximo como postre. Y foto por aquí y foto por allá.
Recogimos trastos (hubo quien cargó con algún trasto de más) dispuestos a reanudar la marcha pero...la verdad es que apetecía quedarse allí un ratito más, con la modorra post-almuerzo y ese solecito ...ummm.

Almuerzo en la cima

La pandilla en la Peña Saganta (by J.Manuel)

Mientras unos salían en desbandada volviendo sobre sus pasos hacia la senda, otros recorrimos la cresta hacia el sur, aventurándonos entre las rocas que se desplomaban en unos impresionantes cortados.


Las paredes de la Saganta
Recuperamos la senda más adelante pero no al resto de la tropa que ya había iniciado el descenso hacia Espadilla y a esas alturas de la mañana estaría ya por el aeropuerto peatonal de Castellón. Contactamos con su torre de control para ver si estaban por allí, pero no. Una pareja que subía en dirección contraria nos indicó amablemente que la tropa nos esperaba más adelante. Respiramos tranquilos.

Ya estamos todos
Una vez reagrupados, a la altura de un aljibe, seguimos bajando con el río Pequeño a la derecha y las paredes de la Peña Saganta a la izquierda. Conforme la íbamos rodeando se nos abrían nuevas vistas. Esta ladera de la Peña nos mostraba sus rocas estratificadas muy pintorescas y originales.

De allí arriba venimos
Poco después reaparecía ante nuestra vista la población de Espadilla y su castillo, que no tardaría en ser conquistado. En un recodo del camino, donde se descuelga el barranco de Carboneras, está la fuente del Castillo (ni gota de agua), aunque un cartel nos indica que unos metros más abajo haberla, hayla. Por aquí volveremos a la bajada del castillo. El PR, no obstante, continúa hacia Espadilla tras pasar por el cruce, bien señalizado, donde comienza el fuerte repecho que nos dejará a los pies de las murallas.


Hacia el castillo
Vale la pena desviarse hasta las ruinas del castillo y disfrutar con la visión de la Saganta a nuestras espaldas. Más fotos en este bello rincón y a desandar el camino hasta la fuente, porque volveremos por una senda excavada en la roca, con túnel incluído y que nos deja en Espadilla en un santiamén.

Por aquí volvemos...

...por aquí pasamos...

...y por aquí salimos.

Espadilla a la vista...
Punto y final. Se acabó lo que se daba.


Aunque no soy muy partidario de puntuar las rutas, ésta se llevaría una nota muy alta. No es muy larga (12.8 kms.), no es excesivamente dura (750 m. de ascenso) y me deja un buen sabor de boca.