martes, 23 de abril de 2013

CHULILLA - CHARCO AZUL - CUEVAS - EL FRAILECICO - BARRANCO DE VALFIGUERA - PINTURAS RUPESTRES (20/04/2013)

Volver a los parajes de Chulilla es siempre un placer para mí. Decir Chulilla es decir Turia, agua, gargantas, miradores, escalada, cuevas. Y que decir del pueblo, sus empinadas calles, su fenomenal ambiente, sus gentes.
En la ruta de hoy tuvimos presente todo esto y un toque aventurero.
Desde el parking a la entrada el pueblo bajamos sin senda definida, lo que viene siendo ... a la trocha, para conectar con el sendero SL-CV 74 que nos lleva al Charco Azul.

Chulilla y la peña del castillo
La senda discurre sobre la ladera de las peñas de la Judía y del Mosén junto al canal que lleva el agua hasta la central eléctrica a 4 kms. del pueblo.


Sobre nuestras cabezas una gran balma parece haber sido "okupada" y allí se han instalado varias tiendas de campaña y, por lo que tengo entendido, vive un grupo de jóvenes. Será fruto de los desahucios, de la crisis o de algún espíritu aventurero e inconformista. Vea usted a saber..., el caso es que colgados allá arriba parecen la mar de felices.



Llegamos al Charco Azul que parece hacer honor a su nombre. Lo he encontrado más limpio que en otras ocasiones. La precaria pasarela que recorre una de sus paredes sigue como siempre, lo que no impide recorrerla.




De vuelta al camino seguimos junto al cauce del río acompañados por una exuberante vegetación de ribera que hace de este tramo un verdadero paseo botánico. Unos carteles nos ayudan a identificar las especies.




Nuestra siguiente parada iba a ser la cueva del Gollizno. Para acceder a ella desde el punto donde estábamos, lo más lógico es seguir por la pista hasta el puente de la depuradora y cruzar para enlazar con el PR-CV 77 y desviarnos por la senda que está indicada por la derecha. Eso es lo tradicional, lógico y normal. Pero, ya sabéis lo poco tradicionales que somos. Nos va la marcha y la mala vida. De modo que dejamos la pista a la altura de un desvío con poste indicativo de zona de escalada. Y para arriba que fuimos con la intención de encontrar alguna senda o traza que, por la izquierda, nos llevara hasta la cueva o abrigo del Gollizno. O no existía o no la pudimos encontrar, de manera que seguimos subiendo hasta el inicio de las impresionantes paredes escalables.

Buscando la senda perdida ...



Una vez allí decidimos continuar por esa cota con algún tramo bastante practicable y poco a poco nos acercamos hasta el barranco de la Punta donde, por fin enlazamos con la senda que subía desde el Gollizno. Este tramo nos llevó más tiempo del previsto y trastocó los planes.


Bajamos por la senda hasta la balma para visitarla.


Cueva del Gollizno

Chulilla desde la cueva
Un buen puñado de fotos con el bonito paisaje que desde allí se divisaba y mientras tanto, J.Manuel se nos fugó en busca de la senda "perdida" ... y el caso es que la encontró (ver foto). Haberla...había, pero a una cota más baja.

En azul nuestro recorrido hasta la cueva, en rojo la senda que se perfila como más directa
Para la próxima, habrá que recorrerla en desde la cueva para ver donde nace.
Volvimos arriba para almorzar y seguimos después subiendo por la canal que da acceso al pequeño barranco de la Punta. Han habilitado unas cadenas en el primer tramo aunque no reviste ninguna dificultad.




Por el barranco de la Punta
Y así seguimos para arriba en busca de la entrada de la cueva del Tesoro. Una estrecha boca da acceso a la misma, aunque nosotros ni siquiera nos llegamos a asomar.


¿Dos accesos a la misma cueva?
La intención era seguir hacia la peña del Frailecico. La senda empedrada discurre casi de llaneo. Iremos buscando las fitas y señales hasta el desvío a la cima.

Un precioso ejemplar de Iris germánica
No todos subimos, algunas se pasaron el cruce y continuaron. Una visita rápida para deleitarnos con las espectaculares vistas del meandro y el cañón del Turia y del pueblo de Chulilla y su castillo.


Aljibe y vistas desde el Frailecico
Volvimos sobre nuestros pasos para bajar por una bonita senda al inicio de la cual estaban las mozas tan ricamente tomando el sol.

El "frailecico" del Frailecico


La senda de bajada acaba enlazando con el PR-CV 77 que tomamos por la derecha para ir en busca del barranco de Valfiguera y sus pinturas rupestres.



Por el barranco de Valfiguera
El camino sigue la ladera derecha del barranco al que accederemos y cruzaremos a la altura de un poste indicativo de las pinturas.

Acceso al abrigo de las pinturas


Se encuentran en la ladera opuesta y el abrigo que sirve de lienzo está a buen recaudo y protegido por una valla. Unos peldaños cementados y una escalera de madera nos ayudan a acceder al abrigo. Las pinturas destacan perfectamente en la pared rocosa y representan animales (se distingue algún mamífero con cornamenta e incluso lo que bien parece una jirafa) y alguna figura antropomórfica.


Tras la visita retomamos la senda por la izquierda en subida hasta llegar a una pista. Allí giraremos a la izquierda (por la derecha seguiría la ruta de los Pantaneros, la dejamos para otro día). Dejamos la pista más adelante y evitamos el Cerro Negro campo a través por la izquierda. Con Chulilla a la vista, enlazamos con la senda empedrada que baja de nuevo al barranco de Valfiguera, esta vez por su margen derecha.

De regreso a Chulilla

Vista hacia el barranco
Lo volvemos a cruzar y retomamos el PR de nuevo pero ahora de vuelta a Chulilla, sin prisa pero sin pausa.



Llegamos al pueblo y debido a la dureza del callejeo por sus cuestas nos vimos en la obligación de tomarnos unas cervecitas en la plaza antes de volver a los coches. En situaciones de emergencia como ésta, en la UCI del bar del pueblo te atienden de maravilla y te aplican unos primeros auxilios que son de agradecer. No me extraña que nos hiciéramos la foto de grupo con este marco y esta pose tan ... montañera.

Aunque no lo parezca las cervezas están detrás de la bandera (by J.Manuel)

En fin ... la dura vida del senderista es lo que tiene.
Otra visita a Chulilla:  Abril 2012 - Mirador de la Cruz y el Frailecico
Adéu y Feliz Sant Jordi !!!

miércoles, 17 de abril de 2013

UN PASEO POR EL ALT MAESTRAT Y ELS PORTS - GR-M PARTE 1: CULLA-VILAFRANCA (13/04/2013)

Bueno,bueno ... ¡qué ganas tenía de comenzar este nuevo proyecto!.
Os lo dibujo a grandes rasgos. En primer lugar, señalar al ideólogo, impulsor, y culpable de embarcarnos en esta aventura, su nombre ... Manolo Moliner, un buen amigo, una gran persona y además gran conocedor de la zona, no en vano nació, se crió, se casó, y cuando tiene ocasión vuelve a Vilafranca.
La aventura, a la que hemos bautizado como GR-M, se va a desarrollar en 14 etapas que nos llevarán a recorrer estas comarcas (el Alt Maestrat, el Maestrazgo turolense, y els Ports). A patear sus caminos, sus ancestrales sendas, sus montañas; a conocer sus mases, sus pueblos, y la historia y costumbres de sus gentes.
Y llegó el día de arrancar. Con un poco de retraso sobre la fecha prevista en un principio debido a la copiosa nevada del mes de marzo.
Esta primera etapa nos llevará desde Culla a Vilafranca.
El día no pudo ser mejor, el equipo habitual se vistió con sus mejores galas montañeras para la ocasión, salvo alguna baja de última hora por problemas físicos (un abrazo a Nuria y a Rafa con mis mejores deseos de recuperación) o por ineludibles asuntos familiares (un abrazo para Begoña y Manolo). Y como artistas (porque lo son) invitados, Joan y Sergio, vilafranquinos de pro. Y por acompañar, acompañó hasta la climatología, con un día primaveral, luminoso, soleado, muy agradable para caminar.
Tratándose de una larga etapa lineal hicimos uso de la ya famosa "performance" taxística gestionada por Ximo.


En Culla, dispuestos para salir

Salíamos de Culla tomando el camino de nuestro querido GR-7 en dirección oeste. Un GR-7 coincidente  con el PR-CV 1 (Culla-Vilafranca) en sus primeros tres kilómetros desde Culla. En ese punto abandonamos el GR, que se va por la izquierda de bajada hacia el cauce del Monlleó,  para continuar por el PR por la derecha (atentos a la fita y a las señales blanquiamarillas).

Dejamos el GR
Un bonito sendero nos conduce en bajada hasta el Mas del Riu Sec.

Atrás queda Culla

J.Manuel, Joan y Sergio bajando hacia el Mas del Riu Sec
El Mas del Riu Sec a la vista
Entrar en sus casas es como viajar atrás en el tiempo.




Continuamos en descenso hasta el cauce del Riu Sec, que hace honor a su nombre. Unas enormes fitas nos indican el punto de cruce y su continuación por la ladera de enfrente, dominada por el Mas del Morral, suspendido en la montaña.


Cruzando el Riu Sec, arriba el Mas del Morral
Una buena subida nos eleva hasta un collado.

Hacia la Escola del Canto
Un poco más adelante llegamos a la Escola del Canto. Un edificio con historia. Una escuela de la República a la que acudían los niños de los mases de la contornada y que ahora está siendo rehabilitada. Otro viaje en el tiempo.






Un buen lugar para almorzar, más que nada porque ya son más de las diez y media de la mañana y algunos estómagos empiezan a protestar.
Fernando, que había sufrido un resbalón, comenzaba a acusar alguna molestia en su tobillo y aprovechó para que el equipo médico habitual, es decir Vicente, se lo reforzara con un vendaje.
Toca continuar y continuamos por el PR (también señalado en este tramo como PR-CV 294 Benassal) por un bonito azagador.




La senda se interna después en una frondosa pinada mientras sube suavemente.


Alcanzamos el Mas de la Teulería y su balsa.

Paraje y Mas de la Teulería
Allí nos despedimos del PR-CV 1 y giramos por la derecha bordeando un campo sembrado hasta una pista que nos conduce al Mas del Coll d'Ivol.

Mas del Coll d'Ivol
Hay una fuente con grifo aunque Joan no aconsejó beber de ella, eso sí, no impidió que nos refrescáramos.


Continuamos por el camino de la izquierda para adentrarnos en otro espectacular tramo de la ruta.
El camino sube suavemente y se embosca entre carrascas y pinos.
Un inciso..., parece, a la vista del terreno, que las generosas lluvias que han caído en buena parte de la Península se olvidaron un poco de regar estos lares, y eso a pesar de las copiosas nevadas.


Seguimos. El camino recorre la margen izquierda del barranco de la Fos. Vale la pena acercarse a unos riscos junto al camino para observar como se retuerce, allá abajo, entre fenomenales paredes rocosas.


Sobre el barranc de la Fos
Pasamos junto a un seco abrevadero y una pequeña balsa.


Ya tenemos a la vista el Mas del Cingle, muy bien y elegantemente rehabilitado por un industrial de la zona.

Mas del Cingle
A lo lejos divisamos Vilafranca, pero es solo un espejismo, más bien nos alejaremos de ella un poco más.
Dejamos el Mas a la derecha y circulamos por la pista cementada de acceso hasta la "ratlla del terme" (divisoria entre los términos de Benassal y Vilafranca).


Allí tomamos un azagador (Canyada de la Mosquerola) y comenzamos a subir por la ladera de la Serra Negra. En un cruce de pistas (la que llevábamos se va por la derecha e ignoramos la que sigue de frente, Asagador del Mas del Pinar) giramos a la izquierda siguiendo alguna fita hasta enlazar con la pista asfaltada que lleva a la cima del monte Picaio.

Llegando al Picaio
Allá que vamos. Es, con sus 1304 m. , una atalaya estupenda para contemplar el inmenso y deshumanizado paisaje que se extiende a sus pies. Caseta de vigilancia forestal, una destartalada mesa de madera y el vértice geodésico coronan la cima.


Corría una brisa que se agradecía. Un buen lugar para comer dada la hora. Y a tan ardua labor nos dedicamos, unos a la sombra y otros al agradable solecito.


Vilafranca desde el Picaio
Después, mientras algun@ echaba una cabezadita, nos acercamos a unos peñascos que destacaban en la vertiente sureste, visibles desde la cima. Desde allí el paisaje era majestuoso. Toda la montaña castellonense que se alarga hasta el mar, el cauce seco del Monlleó serpenteando allá abajo, la omnipresente silueta del Penyagolosa ribeteada por los rayos del atardecer, los buitres surfeando el cielo... Una verdadera gozada de vista, sí señor.






Los "gemelos" Manolo M. y el menda ... atacan de nuevo!!!! (by J.Manuel)

Como decía Ximo: "¡Las mejores vistas de toda la Comunidad!", afirmación a la que me adhiero.


Si subís al Picaio no dudéis en acercaros a esos riscos por favor.
Para bajar continuamos por la pista durante un kilómetro para abandonarla por la derecha y seguir por un sendero apenas insinuado que llanea entre muros de piedra seca y  algunas casetas de pastor, verdaderos arquitectos del paisaje en estas tierras vilafranquinas.
Parada obligada en una de ellas, la caseta de Borrim, estupendamente conservada.


La caseta de Borrim
El alto en el camino sirvió también para curar alguna llaguita producida tras más de 20 kms de travesía, estas heridas deberían catalogarse como "accidente laboral" para los senderistas. Y así, entre estos azagadores de acceso a los mases nos íbamos acercando de vuelta a Vilafranca, ya a la vista.


Vilafranca a la vista, pero ...
Pero todavía faltaba el remate del tomate, la guinda del pastel.
Una sorpresa para casi todos la que nos tenía preparada Manolo, el increíble paraje de les Coves del Forcall, a menos de un kilómetro del pueblo. Bajamos hasta enlazar con una senda señalizada como SL-V 18.4. Giramos a la izquierda, pasamos bajo una chopera y ante nosotros aparece el formidable cinglo rocoso que se cierra en forma de circo.


Una pared calcárea horadada por un montón de cuevas o cavidades (16 según nos indica el cartel de la entrada) y rematada por curiosas formaciones entre las que sobresale la ventana o puente del Campanar.





Vicente ante una de las cuevas ...

... y MªÀngeles 

Vale la pena trepar un poquito y visitar alguna de estas cavidades, según Joan, hogar de colonias de murciélagos, escasos hoy en día. Otro lugar de imprescindible visita, como decía Ximo: " uno de los rincones más bonitos de la Comunidad", a lo que yo me adhiero.
De vuelta por el SL hacia Vilafranca, a menos de un kilómetro, pasamos junto a la fuente de Santa Bárbara de frescas aguas, sí señor.
Llegamos al pueblo remontando el promontorio rocoso que da acceso a la parte antigua.


Llegando a Vilafranca
La entrada a través del Portal de Sant Roc es bellísima, igual que recorrer el carrer Major jalonado por edificios emblemáticos como el del antiguo ayuntamiento de estilo gótico, el Hospital de Caritat, la iglesia de Santa María Magdalena, la Llotja, hoy museo de la Pedra en Sec, la Confraría de Santa María la Major y las casas modernistas que conducen hasta la plaza Don Blasco. Una preciosa Villa, como decía Ximo: "Uno de los pueblos más bonitos de nuestra Comunidad" y yo me adhiero.

Portal de Sant Roc
Hospital de Caritat
Ventanales góticos del antiguo ayuntamiento

Confraría




 El Carrer Major
Fin de esta maravillosa etapa.

(by J.Manuel)
¡Gracias Manolo, Joan, Sergio, por enseñarnos estas tierras!. Habéis puesto el listón muy alto ... y eso que es sólo la primera de nuestro GR-M.
Mención especial para los "ausentes" (bueno, vinieron con nosotros en un rinconcito de las mochilas) y sobre todo, repito, sobre todo, para Fernando que tuvo el coraje (no se cómo catalogar lo que hizo) de terminar la ruta renqueando con su tobillo maltrecho. Mis deseos para una pronta recuperación.
El GR-M ya está en marcha.
To be continued...
Más información y fotos en el recién inaugurado y estupendo blog de Manolo Moliner.