Aquí empieza una aventura vivida en siete días enriquecedores e inolvidables.
Tras una concienzuda preparación nos lanzamos a recorrer los Pirineos de costa a costa. Empresa que ha de tener continuación en años venideros. De momento siete etapas conseguidas.
A modo de introducción, decir que la HRP (Haute Randonnée Pyrénéenne o Alta Ruta Pirenaica), más que un trayecto físicamente definido, es un concepto, una idea. Se trata de recorrer el sistema pirenáico desde el Cantábrico al Mediterráneo a ser posible por la parte más alta.
Para ello elegimos la ruta de Georges Véron (Alta Ruta Pirenaica, la HRP Georges Véron/Jérôme Bonneaux Editorial Paidotribo 2008) , verdadero impulsor de esta idea.
Hay que tomárselo como un proyecto y disfrutarlo paso a paso. Y así lo hicimos.
En este primer contacto (segundo en mi caso) tratamos de ir lo más ligeros posible. En estas primeras etapas tuvimos la posibilidad de acabar en lugares con relativa facilidad de alojamiento y avituallamiento lo que facilitó el camino. Bueno, salvo la penúltima, que era una verdadera incógnita. Aun así conviene tener en cuenta los condicionantes que puedan obligarnos a un cambio de planes y estar preparados.
Uno de estos condicionantes era la climatología y en esto tuvimos toda la suerte. Un tiempo fantástico, soleado, fresquito en las primeras y últimas horas del día, calorcito en las centrales. Únicamente en la etapa de Iraty cayó una tormenta de la que nos libramos por los pelos, y la niebla del último día. Nada comparado con los chubascos del año pasado, de ingrato recuerdo para mí.
Dicho ésto, vayámonos a Hendaya ¿me acompañáis?...
Sábado 21 de julio.
Llegamos a Isaba (valle del Roncal) donde dejamos los vehículos para recogerlos una semana más tarde.
"Performance" taxística de Ximo. El taxi de MªJosé (de Vidangoz) nos lleva a Hendaya.
De Isaba a Hendaya en "fregotaxi" |
Alojamiento en albergue ( a partir de ahora...pulguera). Paseo hasta la playa por la bahía de Txingudi para cumplir con el ritual de recoger arena del Cantábrico.
Manolo, Ximo y Fernando recogiendo la fina arena de Hendaya |
Esa arena del Cantábrico habrá que llevarla al Mediterráneo |
Adiós al Cantábrico (by J.Manuel) |
Localizamos el inicio de la ruta, coincidente aquí con el GR-10 francés.
Solamente nos faltan 870 kms. |
Panorámica de la Bahía de Txingudi, a la derecha Hondarribia
Vuelta a la pulguera, agradable cena y a descansar.
Domingo 22 de julio.
Para hoy ya teníamos andado un kilómetro desde la playa. Localizamos las marcas del GR-10 y nos alejamos de Hendaya ganando altura poco a poco.
Preparándose para la salida |
Preciosas vistas del Bidasoa y su desembocadura.
El Bidasoa y al fondo Hendaya y Hondarribia |
Atravesamos la carretera N-10 y tras pasar el desvío de Biriatou dejamos el GR (el pasado año, dadas las condiciones seguimos por él hasta el Col d'Ibardin) para tomar una senda muy bonita que asciende entre la frondosidad rodeando la cresta del Xoldokogaina y llaneando hasta el Col des Poiriers.
Al fondo el Larun |
Increíbles vista de la costa francesa desde Saint Jean de Luz hasta Biarritz.
Vistas de la costa francesa desde el Col des Poiriers con Saint Jean de Luz y esa extraña figura equina en la ladera
Nos reencontramos con el GR-10 que rodea los altos de Mandalé y llegamos al Col d'Ibardin y sus Ventas. Zona fronteriza llena de comercios que atraen a enjambres de compradores franceses (hoy domingo, más) a la caza de productos españoles más baratos (...de momento). Compramos algo de fruta para el almuerzo y seguimos.
Los comercios del Col d'Ibardin |
Dejamos de nuevo el GR-10 y bajamos unos metros por la carretera de Bera para dejarla por la izquierda por una pista asfaltada hasta un restaurante evitando el desvío que baja a la venta de Inzola (vaya lapsus el año pasado de noche y lloviendo). Junto al aparcamiento del restaurante sale una senda por la izquierda que se interna en un bosquecillo y se abre en una pradera con una cabaña (que bien nos vino entonces), mesas, palomeras y fuente.
Cabaña de la Sociedad de cazadores de Bera (se puede utilizar en caso de necesidad) |
Un breve descanso antes de afrontar la primera tachuela del Pirineo.
Ahora seguimos las marcas del PR-NA 13 para ascender al Larun (La Rhune, para los franceses).
Hay que tomárselo con calma para salvar los más de 600m. de desnivel que nos separan de su cima (905m.).
El Larun entre la niebla |
Begoña en pleno esfuerzo de subida |
Llegaremos a un collado con una muga fronteriza y desde allí por pista asfaltada española hasta lo alto.
El menda ante el último tramo de subida. Muga fronteriza. |
La escarpada cara noreste del Larun |
Las vistas eran una maravilla. Ya en su tramo final vemos su cara francesa por donde sube un turístico trenecito de cremallera desde la localidad de Saint Ignace.
El tren turístico de Saint Ignace |
Fotos de rigor en la cima y primera cervecita del día (merecida, por supuesto).
Placa en la cima del Larun (905 m.) |
Primera tachuela del Pirineo (by J.Manuel) |
Dejamos el Larun, atiborrado de domingueros, para volver sobre nuestros pasos hasta la muga nº 25 y bajar junto a la 26 y la 27.
Bajando del Larun |
Allí descendemos entre las rocas hasta enlazar una soleada pista entre helechos que nos baja hasta el Col de Gonmendia (315m.) y muga 32. Enormes robles junto a la cabaña de madera en precario estado.
Col y cabaña de Gonmendia |
De allí arriba bajamos |
Continuamos por la cresta y las palomeras y pasamos junto al monumental Peral de Bera.
Peral de Bera |
Terminamos el descenso y finalizamos la etapa en el Col de Lizuniaga y su Venta Restaurante donde nos alojamos. Un paraje con encanto. Bien atendidos (ya lo pude comprobar el año pasado) y bien cenados. Y para rematar, el orujito (agua de fuego) de Fernando.
Para ser el primer día no ha estado nada mal. Estamos cansados pero felices. Los más de 10 kg. de mochila se han aguantado muy bien. Más adelante serán como un grano en la espalda...jejeje.
27.8 kms. y + 1295 m. de desnivel. Ya sabemos de que va esto de la HRP.
La HRP del 2011
1 comentario :
¡¡¡Guauuu!!! menuda aventura, Paco.
Esperamos con ansia las demás etapas, en esta primera me ha gustado, ya que hace poco estuvimos en Hendaia, y esa zona vasco-francesa es una pasada.
Un abrazo.
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