Nos despertamos poco después de las 6 de la mañana. He descansado un poco más que la noche anterior, a pesar de que no fue una noche, lo que se dice, muy plácida que digamos. Cerca de la medianoche se desencadenó una tormenta con bastante viento y aparato eléctrico, pero con poca lluvia. El día amaneció despejado y fresquito, lo que hacía presagiar una buena jornada.
La zona de los ibones es una pequeña pradera por donde serpentea el torrente de deshielo que baja del circo de los Infiernos y abastece los lagos. Al oeste, como un gran escaparate, nos domina la gran y cresteada mole de los Infiernos. Podemos distinguir las tres cimas y la inconfundible marmolera entre el pico Occidental y el Central. Son los objetivos del día...y allá que vamos.
Son las 7:10h. cuando nos encaminamos, GR-11 arriba, hacia el cuello o collado del Infierno. A mitad de subida toca vadear el torrente y un poco más adelante cruzamos un nevero. Alcanzamos el collado (2.721m.) en poco menos de una hora. A nuestra derecha, norte, aparece la triangular silueta del pico Tebarray con el ibón a sus pies.
El Tebarray y su ibón
Al oeste el barranco de Pondiellos y muy al fondo, el Midi d'Osseau.
Abandonamos el GR, que continua por la ladera del Tebarray, camino del refugio de Respomuso. Y comenzamos a subir por la cara noreste del macizo. La senda asciende, visible al principio, para desaparecer al poco. Conforme ascendemos tratamos de ir localizando las fitas, un poco dispersas. Atravesamos un nevero con bastante pendiente ,nuestro temor era que en esta zona la nieve o hielo nos hubiera obligado a echar mano de crampones y piolet, no fue el caso (debidamente informados, ni siquiera los cogimos).
Ganamos altura y divisamos un colladito marcado con una gran fita y una rama. Es uno de los pasos clave en la ascensión, ya que nos dará paso a la otra vertiente...pero toca acceder a él. Empezamos a hacer uso de las manos. Por fin alcanzamos el paso, 45 minutos desde el collado de los Infiernos. Las vistas son increibles. Aparece justo debajo el barranco de Pondiellos y los embalses de Sallent. A nuestras espaldas hemos dejado el Tebarray con los Frondellas y el Balaitús. Un breve respiro y... ¿por donde seguimos?.
El paso clave
Un precipicio a nuestros pies. No se aprecia posibilidad aparente de continuar...pero la hay!!!. Bajamos un metrito y a nuestra izquierda, una gran roca nos oculta la continuación de la faja, que será el camino a seguir. Para salvar esa roca hay que encomendarse (en mi caso) a la "divina providencia" y abrazarla como si fuera el amor de tu vida. Menos mal que tiene buenos agarres, porque lo que queda por debajo pone la piel de gallina. Yo me retiro, dije..., esto sí que es el Infierno. Un poco de ánimo y...paso superado!!!. Lo que se abrió ante mis ojos no es que fuera el paraíso, no. Quedaba atravesar toda una ladera muy aérea, y con la famosa marmolera por delante. Pero una vez dado ese paso, ya todo te sabe a gloria. Caminamos con sumo cuidado, por el límite superior de la marmolera, que tiene mejor pisar.
Cruzada la marmolera (30 minutos desde el paso), estamos en otro colladito y tras unas trepadas alcanzamos, por fin , la cima del primer Infierno, el Occidental (3.073m.). Son las 9:35 h.
Las vistas son fabulosas. Al suroeste, los ibones de Pondiellos enmarcados por la Aguja de Pondiellos, el Garmo Negro y el Algas. Al norte, Sallent y el Midi. Al este se aprecia la Gran Facha, los ibones Azules. Al sur, el resto de la cresta hasta el Infierno Central y el Oriental. Ya más lejos, se apreciará mejor después, el macizo del Vignemale y tapado por las nubes el Perdido.
Aguja de Pondiellos, Garmo Negro y Algas
Al fondo el Midi d'Osseau
Abajo los ibones Azules y al centro la cresta de la Gran Facha
Me encuentro a gusto y satisfecho...pero toca seguir.
La dorsal que nos conduce al pico Central tiene buen pisar. La decora, a modo de alforja que cae por los dos costados y con su peculiar color, la marmolera. Me siento como un equilibrista en el alambre. Aquí no hay donde agarrarse y a cada lado, el vacío. Muy chulo...ufff!!!.
En menos de 30 minutos alcanzamos la cima Central (3.083m.) con una fita, a la postre, el techo del fin de semana.
Ya solo nos queda una. Para alcanzarla toca bajar un poco hasta el colladito que tenemos delante y atacar la cima por la derecha con una breve trepadita.
¡Prueba conseguida!. 15 minutos desde el Central y alcanzamos el Infierno Oriental (3.079m.).
Un merecido descanso y a reponer fuerzas. Preciosas vistas de lo que hemos dejado atrás, las otras cimas, la marmolera...que toca volver a pisar en el camino de regreso.
Los dos Infiernos desde el tercero
Un regreso que haremos con una pequeña variante. Una vez llegamos al Infierno Occidental no bajaremos hasta su colladito, sino que un poco antes, decidimos seguir por la cresta en una cota más alta, con el fin de evitar el paso de la marmolera. Al final llegamos al mismo punto, el famoso collado y desde allí, todo tieso para bajo...eso sí, con calma.
Alcanzamos el Cuello del Infierno a las 12:20h. Llegamos al ibón Azul Superior a las 13:00h. Un pequeño descanso y comida. Después tocaba recoger las tiendas, cargar mochilas y bajar siguiendo el GR-11 hasta los Baños de Panticosa.
El cansancio era evidente en muchos de nosotros. Pero bajábamos la mar de felices. Otra breve paradita junto a la presa del embalse de Bachimaña y a seguir.
Pude disfrutar del paisaje que me perdí en la ascensión nocturna, con la famosa cuesta del Fraile incluida. El bosque estaba precioso. El río Caldarés se recreaba en pozas y saltos.
Yo me recreé tanto que me comí, literalmente, una roca. Faltaban apenas 15 minutos para llegar al refugio de la Casa de Piedra cuando surgió el imprevisto. Un tropezón y golpe en la nariz. Más aparatoso que grave y otra cicatriz de guerra más. Por detrás venían mis cuñados y se juntaron con los que ya habían llegado (tomaban un refrigerio en la terracita del refugio) y que volvieron a subir para echarme una mano y curar mi herida.
Yo me recreé tanto que me comí, literalmente, una roca. Faltaban apenas 15 minutos para llegar al refugio de la Casa de Piedra cuando surgió el imprevisto. Un tropezón y golpe en la nariz. Más aparatoso que grave y otra cicatriz de guerra más. Por detrás venían mis cuñados y se juntaron con los que ya habían llegado (tomaban un refrigerio en la terracita del refugio) y que volvieron a subir para echarme una mano y curar mi herida.
Moraleja:
- No hay que bajar la guardia hasta que no estás en casa.
- Tampoco hay que quedarse solo, el grupo está para algo.
Por fin llegué a eso de las 17:00h. al refugio donde saboreé como nunca la imperdonable cervezota.
Creo que la tenía más que merecida...jejejeje!!!.
Antes de las 18:00 emprendíamos el regreso a casa.
En fin , un fin de semana bastante completito...¿o no?.
Un enorme abrazo a mi hijo Jordi, mis cuñados Isabel,Fernando y Ricard, a Juanma y a José María.
Con vosotros...al fin del mundo!!!
Os dejo los enlaces para todas las fotos:
MIS FOTOS EN PICASA
LAS FOTOS DE JUANMA
LAS FOTOS DE RICARD
Os dejo los enlaces para todas las fotos:
MIS FOTOS EN PICASA
LAS FOTOS DE JUANMA
LAS FOTOS DE RICARD
12 comentarios :
Enhorabuena, Pco: completísimas crónicas y reportaje (aunque nos falta ver las fotografías de Jordi y todas las de José María... ¡incluso las de florecitas y plantitas!). Del fin de semana me quedo con la copla de que hay que modificar la literatura montañera sobre las tormentas: además de las precauciones y consejos habituales, habrá que añadir que es mano de santo para evitarlas... ¡ponerse tapones en los oídos! ¡Menudo cuajo, los amigos!
Salut(acions) i B7s. Ricard.
¡Que nivel!. Cuando vuelvas a andar por nuestras colinas y riachuelos no te vas a encontrar, jeje. Espero que lo de la nariz haya sido leve. Y ahora a por la gran ruta. ¡Suerte!
Un abrazo.
Lo de la nariz...un poco aparatoso pero nada importante. Una cicatriz de guerra más.
J.Manuel, esto de los Pirineos, a ciertas edades...poco y bueno.
Es que los jóvenes cada vez somos más mayores...jejejeje.
Ricard, a mí me sacan de mi piltra y es que no pego ojo...habrá que probar lo de los tapones.
Y gracias por las correcciones geográficas.
B7s.
Estupenda ruta, lo Pirineos nunca defraudan. Hay tanto por ver y caminar por allí. Lástima que no lo tengamos mas cerquita¿verdad? jejeje
Y respecto a la nariz tomate lo como el tributo a pagar por coronar esas cumbres jejeje un recuerdo de esta aventura. Saludos
Excelente Paco, un fin de semana completito, completito.
Como dice el amiguete TrotaSendas qué pena que nos queden tan lejos !!!!!
Pos sí!!!!
Hola Paco
Que pasada de fotos y de ruta, tenemos claro que los Pirineos son otra cosa...
Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Que rutazas os habéis marcado por Pirineos, y que vértigo, aunque lo emocionante es vivirlo, solo viendo las fotos es suficiente para que le entre el "canguele" a cualquiera.
Enhorabuena, saludos y B.R.A.T.
Preciosa ascensión Paco, aunque he pasado por allí haciendo el GR,los Infiernos es una asignatura pendiente. Gracias por mostrarnoslo.
Un abrazo
Hola Paco.
Muy bonita la ascensión a los picos del Infierno. La travesía desde el cuello hasta la base del pico Occidental, no tiene dificultad, pero el patio es tremendo y además suele esta bastante concurrido, con los que van y vuelven.
Las vistas son fantásticas, sobre todo la postal que ofrecen los ibones de Pondiellos con todo el sector Garmo Negro.
Yo en su día tan solo pude subir al pico Occidental, al ir a cruzar la marmolera, empecé a no encontrarme bien y tuve que abortar, buscando una alternativa para evitar pasar ese tramo aéreo. Baje por un corredor hasta los ibones de Pondiellos y allí me dio un bajón que a poco no llego a la furgoneta.
Como alternativa a la vuelta por el mismo sitio, existe un "sendero" de bajada entre las cima Central y Oriental que baja hasta el collado de Saretas y luego al Cuello de Pondiellos.
Lo del golpe, es lo más normal, muchas veces en los puntos más sencillos, cuando hemos casi terminado, uno se relaja y vienen las caídas o golpes.
Un saludo
Hola de nuevo Eduardo, veo que también tuviste la ocasión de ver lo chula que es esa ruta y el picante que tienen los Infiernos. Yo iba cagao pero miro atrás y recuerdo que me lo pasé pipa ...porrazo aparte, jejeje. ¡Nunca hay que bajar la guardia!. Un saludo.
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