Pues este fue nuestro caso. Una lesión (inoportuna como todas) en el tendón de Aquiles de Jordi nos obligó a dejar la HRP cuando habíamos recorrido la primera etapa y parte de la segunda. La sensata decisión de abandonar fue tomada sin titubeos. No se trataba de algo pasajero que se podía recuperar pronto, una tendinitis como esta requiere de reposo y no hay más.
En fin, la ruta siempre estará ahí y la retomaremos cuando podamos (imposible acoplar fechas este año).
Os relato lo poco que pudimos recorrer que, aunque fue poco, nos dejó un agridulce sabor y un imborrable recuerdo.
A modo de introducción os comentaré que la idea era (y sigue siendo) seguir la ruta diseñada por Sergi Lara (Alta Ruta Pirenáica HRP - del Cantábrico al Mediterráneo en 40 etapas. Ed. Desnivel), aunque también disponíamos de la guía de Georges Véron, el verdadero "padre" de esta ruta (Alta Ruta Pirenáica - La HRP Georges Véron y Jérôme Bonneaux edición 2008 Ed.Paidotribo).
Aunque coinciden en muchísimos tramos e incluso etapas completas, la versión de Véron es más afrancesada, como es lógico. O sea que se desplaza más por el GR-10 y suele acabar muchas de sus etapas en suelo francés.
Hay que tener en cuenta que vamos picoteando de las dos grandes rutas pirenaicas, el GR-10 (vertiente francesa) y el GR-11 (vertiente española) y a menudo serpenteando entre las mugas fronterizas, perfectamente alineadas y numeradas.
También disponíamos de los necesarios mapas nº1 y 2 de Pyrénées (Pays Basque Ouest y Pays Basque Est de Rando éditions) , así como los tracks de Mario65 en wikiloc.(los únicos completos que pude localizar). En lo que respecta a este punto, estos tracks siguen la ruta de Véron y hubo que rehacerlos para ajustarlos a la ruta de Lara.
En la red existen algunas páginas muy interesantes de gente que ha realizado la HRP. De imprescindible consulta son, a mi juicio, Viajar a pie (http://www.viajarapie.info/rutas/europa/pre_hrp.htm), un verdadero "friki" obsesionado por lo ultraligero y esta otra http://www.pyrenees-pireneus.com/HRP.htm (en francés).
Tema equipación: (hablo de las 7 primeras etapas)
Aquí cada uno es muy suyo. Aunque se trata de ir lo más ligero posible evidentemente. A modo de consejo os diré que dispongáis un buen "fondo de mochila" con ropa de agua (sobre todo en las primeras etapas), zapatillas o botas impermeables, polainas, etc...Yo acerté llevando paraguas (nunca he sido muy partidario de cargar con uno, pero me resultó muy útil). Un par de camisetas M/C, una térmica, forro polar ,pantalón desmontable, tres pares de calcetines, chanclas, gorro o sombrero, bastones, frontal etc. (qué os voy a contar a estas alturas). Tienda y hornillo ligero.
Conseguí que mi mochila pesara 11kg., eso sí, sin agua.
Tema comida:
Hay que tener bien previsto el avituallamiento en ruta. Dependiendo de la etapa pasaremos o no por núcleos habitados, donde será posible comprar algo de comida. Para la ruta te arreglas con barritas, frutos secos, fiambre, dejando para la cena algo más consistente y caliente (ideal y ligera, la comida deshidratada).
Según el fin de etapa se puede optar por refugio, vivac, o incluso algún hotelito, que los hay...
Dicho esto, entremos en materia:
Como teníamos previsto, llegamos a Pamplona el domingo 24 donde dejamos el coche para tomar el tren hasta Irún.
Una vez allí se nos unió una nueva acompañante que no nos abandonaría hasta el final, la lluvia.
Incesante durante los tres días que anduvimos por estos montes vasco-navarros.
Desde Irún tomamos un tren de cercanías (el topo) hasta Hendaya. El plan era pernoctar allí para comenzar la ruta el lunes 25. Nos acercamos hasta su playa, bordeando la bahía de Txingudi, junto a la desembocadura del Bidasoa. Enfrente (España) la preciosa Hondarribia.
Una vez en su Paseo Marítimo, mis dos acompañantes tienen la "feliz idea" de comenzar el pateo esa misma tarde (eran las 15:30 h.). Esto trastocaba un poco la planificación, pero tampoco era mala idea adelantar algo de la dura primera etapa. Consultamos mapas y guías y vimos que era posible alcanzar un refugio a 5 horas de la salida. Dicho y hecho...
PRIMERA ETAPA : HENDAYA - COL DE LIZUNIAGA 26,6 kms. 1380m. de ascenso (parte 1)
Como manda la tradición hay que mojarse en las aguas del Cantábrico (hay quien lleva agua de un mar al otro, o un puñado de arena), y así lo hicimos.
Desde el Paseo Marítimo, bordeando la bahía, localizamos la calle General Leclerc. En una rotonda aparecen las primeras marcas blanquirrojas del GR-10 (que no abandonaremos hasta la opción de subir al Pico Larrun). Alcanzamos la calle Subernoa por la que abandonamos la población para ir ascendiendo poco a poco entre chalets. Obviaré decir para no resultar pesado, que desde el principio todo fue lluvia y más lluvia (estaba previsto) en todas sus modalidades, xirimiri, calabobos, lluvia fina, lluvia racheada, neblina, niebla, chaparrón etc...
Pasamos por un túnel bajo la línea de tren y poco después cruzamos una carretera (la N-10), el GR continúa justo enfrente. Verdes praderas con sus caseríos y sus ganados son la tónica en este tramo.
Ahora cruzamos por otro túnel la autopista de la Costa Vasca.
A partir de este punto, la pendiente aumenta. A duras penas divisamos la desembocadura del Bidasoa entre la niebla. Tras el col d'Osin y el de Poiriers con un precioso bosque de helechos bordeamos por pista el monte Mandalé. Aquí la ventisca arrecia. A nuestra derecha, en el fondo del valle, serpentea el Bidasoa.
Llegamos a una praderita (Altos de Mandalé) y un brusco y embarrado descenso nos deja en el col d'Ibardin. Lugar curioso. El final de la carretera que sube desde Vera de Bidasoa es un gran bazar con decenas de comercios a ambos lados (cerrados a esas horas 20.30h.) con productos y bebidas españolas, y restaurantes frecuentados ,dicen, por turistas franceses. Afortunadamente para nosotros, el primero con el que nos topamos estaba a punto de cerrar y tuvieron la deferencia de hacernos unas estupendas tortillas de jamón con patatas y unos buenos postres (arroz con leche y coulant de chocolate con crema inglesa). Nuestra única comida, como dios manda, del día. Aprovechamos para escurrirnos el agua un poco antes de continuar en busca de la cabaña. Aquí empezó nuestra primera aventura...La cabaña de madera, a la sazón refugio de cazadores, según la guía (que no en los mapas) se encontraba a poco más de 30 minutos del col d'Ibardin (como también nos confirmaron en el restaurante). Dejamos la carretera (GR-10) ,que baja a Vera, tras unos 50 metros y tomamos a la izquierda un camino.
A la altura de una venta-restaurante de moderna construcción (Restaurante Venta Okalarre), sale una pista asfaltada en descenso, con la indicación de Venta de Inzola (el refugio estaba localizado en la guía en el collado de Inzola). Nos calzamos los frontales y con la lluvia arreciando tiramos por esa pista. Craso error el nuestro, del que no nos percatamos (aunque intuíamos que no íbamos bien) hasta que llegamos al fondo del valle y a esa Venta de Inzola (cerrada, por cierto). Decidimos volver sobre nuestros pasos hasta el cruce y preguntar en la Venta de Okalarre sobre la existencia de la cabaña. Su joven chef nos explicó muy amablemente que en las proximidades, conocía una cabaña de piedra destruida así como de un búnker (frecuentes en esta zona fronteriza) y de una cabaña de madera propiedad de una sociedad de cazadores y que pensaba que estaría cerrada. Decidimos, siguiendo sus indicaciones, localizarla. En 15 minutos dimos con ella tras bajar por una torrentera. Estaba enclavada en el centro de un prado vallado con sus mesitas de madera y fuente. Afortunadamente estaba abierta y vacía. Era, efectivamente, la que buscábamos. Propiedad de una sociedad de cazadores (mucha afición hay en esta zona por la caza de la paloma torcaz, las famosas palomeras) según reza un cartel en la entrada pero que, en caso de necesidad podía ser utilizada. Y para necesidad la nuestra. Las 23:30h. y chopados hasta la médula.
La cabaña estaba muy bien acondicionada y limpia. Nos pareció un hotel de 5 estrellas.
Colgamos a secar la ropa empapada, extendimos los sacos sobre el suelo de madera, nos calentamos una sopita y dormimos como unos angelitos.
El despiste (solo había que haber seguido el track) nos costó una propina de 6 km y hora y media. No hay mal que por bien no venga...
PRIMERA ETAPA : HENDAYA - COL DE LIZUNIAGA (parte 2)
Con dos terceras partes de la etapa hechas...¿para qué madrugar, verdad?.
Lunes 25 (festividad de Santiago, festivo en Navarra y Euskadi). Solamente estamos a 3 horas y media del final de la primera etapa, el col de Lizuniaga. Pero, ojo, por medio tenemos la primera tachuela destacable de la HRP, el Pico Larrun (la Rhune para los franceses) con sus 900 metros.
Nos despertamos como nos habíamos dormido...efectivamente...¡lloviendo!. Recogimos los trastos, la ropa seguía mojada, nos calzamos las botas empapadas. Desayuno calentito y a correr... Son las 11:30h.
Estamos a 275m. de altura y desde Hendaya ya hemos superado los 600m de desnivel (incluido el error).
Un poste con marcas de PR-13/16 nos indica el camino a seguir. En 30 minutos alcanzamos el collado de Landagañeta.
En este punto tenemos dos opciones:
Seguir a la izquierda y ascender al Larrun o tomar el PR-16 a la derecha que nos conduce hasta el col de Lizuniaga evitando la ascensión al Larrún (aconsejable con mal tiempo).
¿Qué diríais que hicimos?... Pues claro que sí...Subir al Larrun, faltaría más, frescos y "húmedos" como estábamos. El camino de subida no tiene pérdida alguna, es una pista asfaltada o cementada que tira para arriba de forma constante. Hay que estar atentos porque pronto nace una senda a la derecha que te evita la pista y alguna lazada. Arrecia el viento y de poco o nada sirve el paraguas. Llueve horizontal. La niebla lo cubre todo. Unas vistas que, con otro tiempo, deberían de ser magníficas hoy nada de nada. La pendiente es considerable. El agua baja en torrentes por todas partes. Jordi nota las primeras molestias en su tendón. Aprieta los dientes y tira para arriba. Lo que debería de haber sido una agradable, aunque dura, subida, se estaba convirtiendo en un suplicio. Al fin alcanzamos la cima (nos topamos con las paredes del bar-tienda de la cumbre) 1h 45min. desde la cabaña. Vimos las antenas de la RTF y lo que se suponía era la estación de un turístico tren de cremallera que sube desde San Ignace. Nos hicimos un buen almuerzo en el bar antes de iniciar el descenso. Desandamos el camino hasta localizar la muga fronteriza nº 26, cosa complicada con la ventisca y la niebla.
Un inciso...lo que en condiciones normales no resultaría un problema, en la situación en la que estábamos puede resultar, incluso, peligroso y se hizo necesario seguir el track con el GPS.
Bueno, una vez localizada la muga hay que seguir las marcas de PR e ir localizando el resto de mugas por la cresta en dirección SE. La cosa se complica aún más cuando la senda de bajada es una torrentera a tope de agua. Valor, bastones y cuidado que todo resbala. A la altura de la muga nº 29 hay una bifurcación de la senda. Ignoramos el ramal izquierdo que pierde altura y tomamos el derecho entre un bosque de helechos. Lo localizamos gracias al GPS. Esta senda nos mantiene en altura hasta un bosquecillo. Allí dejamos esta cordal y seguimos en fuerte descenso hasta el col de Gonmendia, logramos divisar al fondo una cabaña.
Por fin ha pasado lo más duro. El paraje es precioso.
La cabaña es de cazadores y está un poco abandonada. En la cordal se aprecian los puestos de tiro. Unos enormes robles rodean el prado, donde está la muga nº 32.
Un cartel indicador del PR-16 nos señala el camino a seguir. Vamos por los altos de Kondendiaga y tras un último descenso ya tenemos a tiro las casas del col de Lizuniaga. Llegamos a las 16h. En condiciones normales y sin recrearse en el alto del Larrun, desde la cabaña hasta Lizuniaga se puede hacer en 3h.30min. Nosotros tardamos 5h. (bien es cierto que estuvimos 45min. en el bar del Larrun), lo que da una idea de la bajadita.
Tuve la precaución de llamar desde el Larrun al hostal del col de Lizuniaga para reservar habitación. No estaba previsto (permiten la acampada en el prado anejo) pero las condiciones así lo aconsejaban.
Tuvimos suerte y nos acondicionaron una habitación con tres camas. La señora del hostal nos trató de maravilla, nos secó la ropa para el día siguiente (bueno las botas no hubo forma) y cenamos estupendamente tras relajarnos un buen rato.
Una buena sopa y pasta con carne y xistorra y cuajada casera.
Segunda noche y durmiendo bajo techo... ¡que poco romántico esto de la HRP!.
SEGUNDA ETAPA : COL DE LIZUNIAGA - ERRATZU (Valle del Baztán) 27,6kms. 940m. de ascenso
Segunda, incompleta y última...por ahora.
Amanece...efectivamente...lloviendo. Desayunamos a eso de las 7 de la mañana junto a una pareja de franceses que también hacía la HRP (aunque ,según nos contaron, solamente 4 etapas).
La ropa estaba seca a excepción de las botas, lo cual no representaba ningún problema, ya que seguirían mojándose con el estupendo clima de los Pirineos Atlánticos. Con razón está todo tan verde.
A lo que vamos...
Jordi sigue renqueante y al calzarse las botas peor todavía. Se arma de valor e iniciamos la jornada tomando una pista cementada que nos enlazará con el GR-11. En las primeras rampas nos damos cuenta de que Jordi no va bien. El hace un gran esfuerzo por continuar, pensando que al calentar se reducirán las molestias. Seguimos el camino (con otro extra incluido) entre preciosos bosques de hayas y robles de increíble porte y belleza.
Tras hora y media de caminata nos reunimos en asamblea para tomar una decisión. Por mucho que se esforzara, no era plan de seguir en esas condiciones. La salud es lo primero y si no se puede...pues no se puede ¡qué puñetas!. Bastante estaba haciendo Jordi por continuar. Eso si que tiene mérito. Abrimos los mapas y decidimos llegar al col de Lizarrieta (ya próximo), y bajar hasta la población de Etxalar para enlazar con algún transporte público hasta Pamplona.
La bajada por la carretera (8 km.) se hizo eterna. Llegábamos a Etxalar a las 13h. Allí nos comentaron que había una ruta de bus hacia Pamplona pero no pasaba por el pueblo, había que bajar hasta la carretera N-121 Pamplona-Irún (+4kms.) Hotel Venta de Etxalar.
Una vez allí intentamos confirmar horarios de autobuses (La Baztanesa) pero fue completamente imposible. Comimos y optamos por llamar a un taxi que nos dejó en Pamplona a eso de la 18h. Coche y para casa.
Y hasta aquí os puedo contar amigos.
Un gran abrazo para Juanma, todo un pedazo de tío.
Otro más fuerte y un besazo para Jordi que hizo un esfuerzo sobrehumano por continuar.
Y como esto no ha hecho mas que empezar...no os vayáis a pensar que se acaba aquí esta historia ¡NO!
La aventura de la HRP continuará, de eso estad seguros.
7 comentarios :
Hola.
Que mala pata (nunca mejor dicho, jejeje)
Seguro que la proxima vez lo lograreis.
Ademas, la tengo que estudiar bien, esta travesia, que tiene muy buena pinta.
Nos vemos pronto.
Vaya tela Paco. A veces cuando más planificado tienes algo, más se tuerce ciertamente ...
Pero actuasteis de forma sabia antes de, a bien seguro, empeorar la situación ... las montañas no se moverán de ahí !!!
Saludetes!!
Habeis hecho bien. Hay que ir en perfectas condiciones, si no se puede,no se puede. Las lesiones hay que cuidarlas. Luego pasan factura. Y como dices la ruta está ahí. Ánimo y seguro que la próxima vez lo conseguís.
Saludos.
Ja ho han dit tot els anteriors comentaristes, així que una forta abraçada i a seguir amb eixe bon humor que sempre tens a punt.
Fernando Aldomar.
Gracias por vuestros ánimos.
No sabéis hasta qué punto son de agradecer.
Un abrazo a todos.
Sabia decisión parar a tiempo, ánimo y a repetir pronto! Esta muy currado el blog, me tomo nota de alguna ruta pero ya te pediré información.
saludos,
Dino.
Insuperable travesía, solo superada por la ilusión que se pone en su preparación, lástima Paco que no pudiérais continuar...Como bien dices, a quién no le ha pasado alguna vez esto?, a mí desde luego sí. La ruta, como comentas esta siempre ahí, así que para el año que viene a por ella. Un abrazo.
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