La subida clásica desde Almedíjar será la misma que hice con Sole en Abril de 2015. En aquella ocasión recorrimos todo el "circo" que conforma el Cullera y sus peñas para volver por otro barranco, el de la Foquía. Hoy bajaremos hacia el Este en dirección al Collado de Íbola para desviarnos por esa maravilla de barranco que es el de Almanzor.
Con estos ingredientes el festín está asegurado pero lo endulzaremos un poco más con unos rodales de nieve que todavía perduraban tres semanas después del famoso y bienvenido temporal de enero. El resto de nieve se estaba convirtiendo en agua bendita que bajaba cantarina por estos barrancos. Presagio de lo que puede ser una explosión de aromas y colores en la ya próxima primavera.
Nos vamos a Almedíjar ...
Al noroeste del pueblo se encuentra la pequeña área recreativa de la Fuente de los Pinos junto a la Rambla de Almedíjar. Desde allí iniciamos el recorrido.
Al noroeste del pueblo se encuentra la pequeña área recreativa de la Fuente de los Pinos junto a la Rambla de Almedíjar. Desde allí iniciamos el recorrido.
La pista cementada será el precalentamiento. La continuamos siguiendo las marcas de PR que dejaremos en el desvío del Barranco de Almanzor, por ahí volveremos.
El Cullera y sus Peñas nos saluda |
La Rambla bajaba con agua |
Aquí seguiremos por la izquierda. El camino de la derecha será el de vuelta |
Llegaremos a otra bifurcación que tomaremos por la derecha y en ese punto podemos o no atajar una gran lazada del camino por una imperceptible senda. De cualquier modo llegaremos al punto donde definitivamente dejaremos la pista para iniciar el sendero de subida a las Piedras del Cullera.
Aquí dejaremos la pista |
Algunas marcas azules nos afianzan en el sendero en caso de duda.
Ya en esta primera subida se aprecian los estragos causados por el temporal. Ramas de encinas y alcornoques no resistieron el envite. Esta será la imagen en muchos tramos del día.
Vistazo hacia el valle y Almedíjar con el Cerro Román a la izquierda y el castillo de la Rodana a la derecha |
Ampliamos la vista hacia Segorbe |
Cabecera del barranco |
J.Manuel y Merche llegando a las Piedras con el Cullera detrás |
Rafa oteando el horizonte |
Una pequeña panorámica desde el Peñarroy a la izquierda (asoma un poco el Rápita) hasta el Cullera a la derecha |
Las Piedras del Cullera ofrecen algunos miradores de escándalo ... |
... como este trampolín. Con el viento que soplaba no era plan de ponerse de pie. (by J.Manuel) |
Al cobijo del incordiante viento dimos cuenta del almuerzo para seguir después hacia el Cullera.
Y ... ¡tachán! ... apareció la nieve. Bueno, sirva lo de nieve como chiste. Todo viene por que a mis compis les aseguré que pisaríamos nieve ya que mi amigo Jesús (Cabanyal Team) se comió un montón de ella la semana anterior subiendo al Pico Espadán y me lo advirtió. Nadie lo diría tras la subida pero la nieve allí estaba tres semanas después del gran temporal ...
... lo cual nos sirvió para echar unas cuantas fotos y unas cuantas risas. Lo cierto es que en las umbrías del Cullera quedaban buenos rodales que no dudamos en chapotear.
Camino del Cullera |
Última rampa de ascenso |
Vistas al Noreste |
Vistas al Este |
Selfie en el Cullera (977 m.) con el Pico Espadán asomando |
J.Manuel comprobando la altitud del Cullera |
Vistazo atrás |
Vistas hacia el Oeste, a la derecha el Pico Refición o Reflexió y en el centro asoma el Rápita |
En el collado tenemos la posibilidad de seguir adelante y enlazar con la pista que llega hasta el collado de Íbola pero ...
... nosotros intentaremos atajar bajando por la cabecera de este barranco, el de la Font Calenta, siguiendo alguna traza de senda en dirección a un corral que divisamos enfrente.
Seguiremos por la ladera de la derecha (en la siguiente foto) sorteando algunos bancales y evitando los arañazos de rosales y aliagas. El lecho del barranco parece más intransitable si cabe.
Ya en las inmediaciones de la caseta se retoma el camino y volvemos ala pista de la Íbola.
En este tramo por pista vuelven a ser evidentes los estragos del temporal en pinos y carrascas.
Un último vistazo al Cullera |
Y hacia el barranco que vamos.
Ya desde el inicio nos percatamos de la exuberante vegetación que lo tapiza con algunas sureras de gran porte y belleza.
A la vegetación le añadiremos la banda sonora del murmullo del agua que baja por el lecho. Un disfrute total y a las fotos me remito.
¡No, no es la selva del amazónica, aunque lo parezca! |
Aquí también cayeron algunos ejemplares de buen porte |
Y así entre vadeo y vadeo en un paisaje de ensueño fuimos bajando por esta maravilla que es el Barranco de Almanzor.
En su tramo final pasaremos junto a la Fuente ...
... y nos desviaremos para ver la famosa Castañera, un centenario castaño salvado de la tala por intercesión de una doncella del pueblo, de ahí el femenino nombre.
Este didáctico tramo continúa con la carbonera ...
... y el azud con el arco del Estrecho por el que cruzaremos para volver al camino del inicio.
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