viernes, 18 de septiembre de 2015

ESCAPADA ALPINA - CHAMONIX - PARTE 1ª - (09 al 15 SEPTIEMBRE 2015)

Quisiera relataros un viaje muy, muy especial, nacido de la ilusión y del empeño, dos nobles cualidades que se aunaron en la mente de la persona más importante de mi vida, para dar forma a un proyecto (inimaginable para mí) que llevaba rondando su cabeza durante algunos años. Esa persona es mi hijo, Jordi, a quien agradezco, desde ya mismo, el haberme hecho partícipe de su sueño.
 -Papá, tenemos que ir a los Alpes ...
-Pero qué me estás diciendo, eso son palabras mayores para un humilde montañero como yo.
-Que sí, tu y yo mano a mano.
- ... vale, ok. Ves haciendo el plan y me lo pensaré.
Poco tarde en aceptar su invitación e involucrarme en el proyecto. Y así es como surgió todo.
No vayáis a pensar, y ya estáis avisados, en grandes proezas montañeras ni en aventuras en el filo. Eso se lo dejo para los especialistas. Para ser la primera toma de contacto con ese mundo (realmente es otro mundo) buscábamos algo mucho más al alcance de nuestras posibilidades, conocimientos y condiciones. Tampoco es que fuéramos de domingueros pero casi, casi.
La idea era conocer el valle de Chamonix y las afamadas montañas que lo custodian de la manera más intensa y cercana posible, siempre y cuando la meteo y los seis escasos días de que disponíamos lo permitiesen.
A modo de introducción me gustaría daros algunos pequeños consejos si alguna vez os planteáis (los que no conozcáis la zona) acercaros a conocer esta parte de los Alpes.
Respecto al viaje propiamente dicho, nosotros lo hicimos en avión y coche de alquiler. Una vez hechos los cálculos pertinentes y buscando las opciones más económicas (siempre puedes encontrar algún chollete) nos salió más barato que yendo en coche propio, opción ésta que nos haría perder un par de días. El vuelo, vía Barcelona - Ginebra tarda menos de dos horas y el viaje en coche hasta Chamonix apenas dura una hora.
Ya estamos en Chamonix-Mont-Blanc, región del Ródano-Alpes, Alta Saboya. Alojarse en estas fechas de fin de temporada veraniega puede ser relativamente fácil y económico. En nuestro caso, un modesto apartamento muy bien ubicado.
Para moverse por la zona si no se tiene vehículo tampoco resulta difícil, un autobús (gratuito con la "Carte d'hôte" que te facilitan en el alojamiento) recorre todas las poblaciones del valle. Otro elemento indispensable, si vais en este plan, es el forfait que te da acceso a todos los remontes, teleféricos, telecabinas, o telesillas de la zona. De este tema ya hablaré un poco más adelante, pero ya os digo que aquí es donde te la clavan. Un bono para cinco días + uno de regalo, el Mont-Blanc Multipass, te sale por un pastizal. Nosotros lo amortizamos más que bien. 
Como os comentaba, en el tema del uso de los remontes mecánicos en este mundo vertical puede dar mucho de que hablar. Si dispones de tiempo y ganas te los puedes ahorrar, en caso contrario mejor tirar de ellos y ahorrarte mucho esfuerzo y desnivel. Al fin y al cabo lo más interesante (que lo es todo, por supuesto) está allá arriba, en las alturas. Glaciares, picos y agujas emblemáticas, sendas abalconadas, collados, lagos ... lo tienes todo. 
Y acabo la intro hablando de la manutención, el papeo. Lo más económico si vas de apartamento o camping, es acercarte al Carrefour y avituallarte para hacer cuatro comidas. Pasta, ensaladas y frutas y vas más que sobrado. Ah! y unas latas de cerveza, faltaría más. Y que no falte en la maleta el jamón de Teruel al estilo HRP. 
Las calles de Chamonix son una tentación para los bolsillos. Y hablo de ropa y material de montaña. Lo tienes todo, todas la marcas, todos los modelos y todos los precios. Pero TODO CARO no, ¡¡¡CARÍSIMO!!!, difícil encontrar alguna ganga. Mejor ir vestido desde casa. Aunque siempre nos quedará internet y Quechua, la marca de montaña de la multinacional que tiene su sede en Passy, por aquí cerquita. A que os suenan estos nombres: Forclaz, Arpenaz, Bionnassay, etc. Todo es toponimia de la zona.
En resumen, amarra bien la cartera porque Chamonix es carete.
Y un último consejo: si vas de montaña o senderismo, por sencillo que sea, ves bien asegurado. Si por desgracia ocurriera cualquier accidente o contingencia te puedes llevar una desagradable sorpresa.

DÍA 1º (09/09/2015):

Llegamos a Chamonix a mediodía. La entrada al valle por carretera ya te deja pasmado con la presencia del macizo del Mont-Blanc imponiéndose desde todos los puntos de vista.


Toma de posesión del apartamento. Bocata y recogida del forfait para los "tele".


Vistas sobre Le Brévent
Día espléndido y, sin perder tiempo, a estrenarse en el mundo vertical. El que va davant va davant. Y nada mejor que hacerlo subiendo a L'Aiguille du Midi (3.842 m.). su atracción turística más popular. Japoneses por doquier.
La subida en teleférico implica salvar un desnivel de 2.800 metros en menos de veinte minutos.


Una verdadera barbaridad.
Se llega a una estación intermedia, Le Plan de la Aiguille (2.310 m.) con buenas vistas y punto de salto para los parapentes, numerosos en el valle.





Un segundo tramo de subida de deja a 3.777 m. Terrazas y miradores, salas de exposiciones, audiovisuales, cafetería y toda la parafernalia turística. Una descomunal construcción que te llega a apabullar.


Y todavía queda la última subida, en ascensor, hasta la cima (3.842 m.) donde nos espera un espectacular mirador colgado en el vacío.

Vistas sobre La Vallée Blanche
Aguja Sur de L'Aiguille du Midi
Vistas desde la cima de la terraza inferior

Al fondo Les Grandes Jorasses
El Mont Blanc se destapa
Vistas sobre el Glaciar de Bossons y Chamonix
La cima de L'Aiguille du Midi con su "pepino"
De izquierda a derecha, Mont Blanc du Tacul, Mont Maudit y Mont Blanc
Pasarela desde la que algunos valientes rapelan hasta la Vallée Blanche
Vistas sobre el Mont Blanc y su ascensión clásica desde Goûter
Jordi en Le Pas dans le Vide

Alpinista preparándose para salir a la Vallée Blanche ...
... y cordada en camino
Glaciar y Dent du Géant
Dos cosas a tener en cuenta: abrigarse bien, aquí la meteo varía en vertical. Pasas del caloret del valle a estar bajo cero en un pis plas. Y una segunda, los primeros síntomas del mal de altura, algunos mareos y dolor de cabeza.
Nosotros pasamos de visitas y nos dedicamos a admirar el paisaje con la Vallée Blanche, el Mont-Blanc dominando el panorama y las agujas de Chamonix.
Desde la zona de abajo parte un teleférico que cruza la Vallée Blanche y el Glaciar du Géant hasta la Punta Helbronner en Italia divisoria con el Valle de Aosta. Nos quedamos con las ganas de tomarlo.

Glaciares de Bossons en primer plano, y Taconnaz detrás

Al centro, el Mont Blanc, el Glaciar de Bossons escurriéndose ladera abajo y L'Aiguille du Goûter a la derecha

Vertiginosa bajada de regreso a Chamonix, visita al Carrefour y guisoteo en el apartamento.
Medio día bien aprovechado ... y sin caminar.






3 comentarios :

Daniel Alcalá Almela dijo...

Menuda envidia que vas a darnos las próximas semanas jeje, a los que hemos estado por que a saber cuando podremos volver, y a los que no han estado porque querrán ir...
Que grande es todo aquello, ¿verdad?, me sabe mal decirlo, pero nuestros amados Pirineos se quedan muy pequeños en comparación a estos Alpes.
Y Chamonix, ¿qué decir?, se respira montaña e historia del montñismo por los cuatro costados...y qué cara es la condenada!!!, yo me tomé la libertad de bautizarla como la Mónaco de los Alpes.
A expensas de leer las próximas entradas...enhorabuena por la experiencia!!!

Un abrazo.

Jose Cirat dijo...

Ya queda algo lejos nuestra visita a Chamonix en el 2013....Que recuerdos y que grandes son los Alpes... Enhorabuena.

paco domingo dijo...

Hola Dani y Jose.
Que sepáis que también le dí un vistazo a vuestras estancias por aquí y eso contribuyó a tener más ganas si cabe de acudir a conocer los Alpes.
Y como bien decís ... grandiosos y bellos.
Un abrazo y espero continuar dándoos sana envidia con mi relato.
Un fuerte abrazo amigos !!!