ANDORRA " VALL D'INCLES - REFUGI DE JUCLAR " (02/11/2012)

Visita de carácter familiar y turístico al país de los Pirineos.
Familiar debido a la recién estrenada ubicación por motivos laborales de Jordi y Judit en el país andorrano. Un ejemplo más de lo que algunos han dado en llamar "fuga de cerebros" (certifico que éste es el caso...), consecuencia de la crisis o como puñetas la llamemos. Son jóvenes, recién licenciados, con unos currículums envidiables, y que han tenido que buscarse la vida fuera de nuestras fronteras. Mis mejores deseos desde aquí para la pareja. Sin duda que saldrán adelante.
Pues allá que fuimos, a gozar de su hospitalidad aprovechando el puente.
Es mi segunda visita al país y no guardaba un grato recuerdo de la primera.
Los que conozcáis Andorra sabréis que es el país del "shopping" y del esquí. Desgraciadamente no soy adicto a ninguna de estas dos modalidades "deportivas", pero existen otros atractivos (aparte de la llamada de la sangre) sobre todo naturales, culturales o gastronómicos por los que bien vale la pena hacerse unos kilómetros.
En cuanto a los naturales, basta con alejarse un poco de los núcleos urbanos (macrocentros comerciales y hoteleros) para descubrir un país lleno de parajes increíbles.
Y Judit y Jordi, que comparte esa "droga" de la montaña con su padre, me llevaron a conocer uno de estos maravillosos rincones. No era más que estirar las piernas un poco, para pasar la mañana, una ruta cortita pero intensa.
Fuimos a recorrer la Vall d'Incles situada al noreste del país, en la parroquia de Ordino, entre las poblaciones de Soldeu y el Tarter. Es el más amplio valle de Andorra, de origen glaciar y cerrado por las cimas de Juclar (el Cim, el Pic Negre, la Tossa y el pic de Siscaró rondando todos los 2.600 m.) y  atravesado por el río d'Incles fruto de la unión del Juclar y el Manegor.
La intención era llegar hasta el collado, el refugio y los lagos (Estany Primer y Segon de Juclar).
Pero vayamos por partes.
Para llegar allí habrá que tomar la carretera C-G2 que va desde Soldeu a Pas de la Casa. Una vez pasamos la primera, la carretera cruza el río (Pont d'Incles) y allí mismo en esa curva, sale una pista asfaltada paralela al río y que nos lleva al pont de Baladosa (parking), inicio de la ruta. En verano no es posible transitar en coche por aquí desde las 10h. hasta la tarde, pero hay un autobús que te acerca.
El día no pintaba nada bien en lo climatológico. Frío y nubarrones amenazadores eran contrarrestados por la visión del valle y sus montañas cubiertas de nieve. Nieve y hielo que nos acompañaría en la subida.

Está todo perfectamente señalizado. La pista de inicio junto al río era una pista de patinaje y tocaba ir con tiento.

Inicio de la ruta

Llegamos al paraje de la font del Travenc, bien acondicionado para el pic-nic. Desde allí hay dos opciones: los lagos de Siscaró (la senda se va por la derecha) o los de Juclar (la senda se va por la izquierda y es la que seguiremos).

La bonita senda sube poco a poco por la derecha del río. Lo cruzamos más arriba por un precioso puente de piedra.

De las montañas se escurren los torrentes de agua, algunos atrapados en forma de hielo. Cascadas congeladas y carámbanos pegados a las rocas nos acompañan. Curiosamente y hasta el primer cruce del río hemos transitado por la HRP (¿os suena?). Seguimos subiendo ahora con más pendiente y volvemos a cruzar el río por otro puente (éste más precario) sobre una fotogénica cascada.

Otro tramo de subida y llegamos a una planicie con abundante nieve.

Una gozada transitar por ella. Hemos llegado a la Pleta del Juclar. Allí hay un espectacular mirador sobre toda la Vall d'Incles.

                                
                                                  Panorámica móvil de la Vall d'Incles desde la Pleta del Juclar

Continuamos subiendo y ya tenemos a tiro el refugio que vemos allá arriba colgado en la pared de la montaña.

El circo glaciar se cierra. Refugio y collada del Juclar.

Jordi decide trepar por una ladera mientras Judit y yo decidimos que había que regresar porque el cielo se estaba poniendo muy feo y se nos hacía tarde para volver a su casa en Sant Julià de Lòria donde nos esperaba Masu.

Esperamos al escalador y tiramos para abajo. Los lagos los dejaremos para otra visita...

Nuestra particular foto de grupo

La bajada la hicimos con sumo cuidado sobre todo en los tramos helados.

Poza helada

Mientras descendíamos nos cruzamos con bastante gente que subía, algunos bastante poco preparados tal y como estaba el camino.

Vistas de la Vall d'Incles en la bajada

Vistas de la Vall hacia Soldeu y sus afamadas pistas de esquí

Llegamos al parking y pitando para casa.
De paso (aunque al día siguiente) visitamos la iglesia románica de Sant Joan de Caselles (siglo XII), monumento nacional. Lo vemos junto a la carretera de Andorra la Vella a Pas de la Casa, a la salida de Canillo. Es una verdadera joya del románico andorrano.

Por hoy y para mí fue más que suficiente.
Un rincón del Pirineo  difícil de olvidar.
Gracias Judit, gracias Jordi. Volveremos...