Es la etapa más corta de las que haremos.
Volvemos a la France. Destino, el valle de Les Aldudes.
Desayuno en el albergue, mejor que la cena de anoche.
Atravesamos Elizondo, tranquilo a esas horas de la mañana y preparando sus fiestas de Santiago.
Nos recreamos fotografiando alguno de sus bonitos rincones antes de localizar el inicio de la ruta.
Sin palabras |
Puente sobre el Baztán. Preparados para la salida |
Lo encontramos por la derecha de la fachada de su bonita iglesia.
Retomamos el GR-11 que no dejaremos hasta el último tercio de la etapa.
Comenzamos un ascenso que será largo y tendido durante casi 11 kms.
Subimos entre bosques de robles y prados. El tintineo de las campanas de las vacas y el balar de las ovejas es la banda sonora en este bucólico tramo. Al principio vamos por pista, pero el GR lo han rediseñado y se desvía por una preciosa senda entre helechos que se introduce en un bosque de robles y hayas.
Ximo en la frondosa senda de subida |
Una acertada idea ésta de dejar la pista. Charlamos con un simpático y amable lugareño que nos instruye sobre el lugar.
Pasamos junto a un primer manantial con un vaso para refresacarnos por dentro y por fuera.
En un recodo del camino nos encontramos con un montañero de Girona, Ricard, que está haciendo la HRP y pretende llegar en 12 o 14 días a Gabarnie donde le espera su chica. Va con tienda y eso le da libertad para diseñarse las etapas a su modo mientras le acompañen las fuerzas. ¡Mucha suerte compañero!.
Aparece un bosque de abetos y llegamos a otra fuente, la de Trampako, donde reponemos fuerzas.
Descanso en la fuente de Trampako |
Hay dólmenes, menhires y cromlechs por toda la zona, algunos señalizados.
Ahora el GR se adentra en uno de los bosques de hayas más bonitos de toda la ruta, sin duda. Andamos en silencio envueltos por la magia del lugar.
Precioso bosque de hayas |
Un último ascenso y llegamos al collado de Urballo. Hay un refugio con fuente y departimos con otro lugareño que nos deleita con sus historias sobre el lugar.
Seguimos subiendo por el GR dejando la Peña Alba (Albako Harria 1.074m.) a nuestra derecha.
Estamos en una zona de landa que puede resultar embarazosa con mal tiempo. Seguimos las marcas hasta la valla de alambre que delimita la frontera. A la izquierda la peña de Argibel de la que baja un grupo de montañeros. Es el collado de Beorzu o Argibel (950 m.), la parte más alta de la jornada.
Bajando del Col de Argibel, al fondo la peña del mismo nombre |
No logramos encontrar la muga 126 por donde debíamos cruzar la frontera. Cruzamos la valla dejando definitivamente el GR-11 y comenzamos la bajada, ya en territorio francés, un poco a la trocha hasta enlazar con la pista que baja hacia Les Aldudes. La vista del valle es espectacular.
Ya vemos el valle de Les Aldudes |
La pista pasa a estar asfaltada. Pasamos junto a un corral de desinfección de ganado, y seguimos bajando.
El bonito valle con la fauna autóctona |
Llegamos a un desvío por la izquierda y sin señalizar pero que nos conduce hasta una antena de comunicaciones. Antes de llegar a ella giramos por la izquierda hasta enlazar con una bonita senda que se interna junto a un barranco tapizado por una exuberante vegetación de ribera. Un bonito final antes de llegar al pueblo.
El bosque de bajada |
Les Aldudes |
Y para recibirnos, allí en la plaza, una terracita que ni pintada. Calorcito + terracita bar = cervecita fresca.
Una fórmula infalible. Mientras nos refrescamos aparece de nuevo Ricard, el montañero de Girona, con el que volvimos a departir cerveza en mano. Nos despedimos de él deseándole buena ruta.
Cruzamos el puente sobre el río Nive, de aguas cristalinas. Bajo él, una fuente y un monumento a los caídos en la I Guerra Mundial, la Grande Guerre.
El Nive y el monumento a los caídos en la I Guerra Mundial |
Había apetito y buscamos un lugar para hacernos unos bocatas camino de la pulguera del día. Otra terracita nos salió al paso para solucionar eso del apetito.
La pulguera pintaba regulín. Nos adjudicaron una habitación con un enigmático inquilino, motivo de alguna chanza.
El albergue parecía una casa de colonias y así se confirmó con la llegada de un numeroso grupo de niños.
Ducha, descanso, lavadoras (vaya timo) y cena (bastante mediocre). Paseo al anochecer por el pequeño pueblo en busca de algo de vida nocturna...pero ná de ná.
Un paseo al atardecer |
La nuit à Les Aldudes (by J.Manuel) |
A dormir, que mañana empieza lo duro.
Y yo, con el enigmático inquilino durmiendo en la litera de encima...¡Uhhh que miedo!...
Hoy han sido 17.5 kms y + 737 m. de desnivel. Un paseo en barca.
2 comentarios :
Que gran proyecto te traes entre manos!! De momento aún vais muy comodetes ... ansío ver las próximas etapas a ver si la cosa se anima!!!
Buena ruta. Voy a hacer Hendaya Roncesvalles en junio y tengo problemas para conseguir alojamiento en LES ALDUDES. ¿Podríais indicarme nombre y telefono y/o alguna referencia de donde os quedasteis a dormir vosotros? Muy agradecido. cugen1991@hotmail.com
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