miércoles, 20 de junio de 2012

GR-7 (16) CASAS DE BENALÍ - VALLADA (16/06/2012)

¡ Ozú que caló...!
Nos despedimos de nuestro querido GR-7 hasta la temporada otoño-invierno, dios mediante.
Y como despedida 28 kms. de sangre (poca), sudor (mucho), lágrimas (ni una) y adelfas (miles).
En esta etapa dejaremos atrás el macizo del Caroig y la Canal de Navarrés para adentrarnos en la Costera.
De noche salimos de Valencia y, volviendo a las viejas costumbres logísticas, recurrimos al taxi para trasladarnos desde Vallada al Caserío de Benalí.
No eran las 8 h. y a buen ritmo iniciábamos la andadura.
Un bonito paseo flanqueado por un murete de piedra encalada nos aleja del Caserío.

Adiós Benalí...

Allá que vamos...

Saliendo del Caserío de Benalí.

En este inicio de ruta nos acompañó un coro de mariposas que reboloteaban desperezándose con los primeros rayos de sol. Un bonito espectáculo.


Nada más destacable hasta kilómetro y medio después. En ese punto, y tras cruzar la carretera CV-5840 abandonamos momentáneamente el GR para desviarnos hacia el barranco de la Carrasca, ruta señalizada como SL.V.7.


Esta opción alarga la ruta poco más de un kilómetro pero vale realmente la pena. Así lo aconseja nuestro particular "gurú" Esteban Cuéllar en su guia para recorrer el GR-7 y así lo diseñó J.Manuel que ya conocía el mencionado barranco. Una ligera bajadita y entramos a la cabecera del barranco a través de un estrecho pasadizo.

Bego y J.Manuel en el pasadizo

Ximo atravesando el forat del pasadizo

Ximo, Manolo y J.Manuel en el pasadizo de acceso al barranco de la Carrasca
Lo atravesamos y se abre ante nosotros un bonito anfiteatro. Una balma semicircular lo cierra. La vegetación es exhuberante y todo lo cubre, pinos, carrascas, coscoja, palmitos, higueras, romeros tapizan el barranco. Como ya hemos vistos en otros lugares el agua brilla por su ausencia, tan solo un charquito allá abajo. A pesar de ello se respira la humedad en este bonito rincón.



El bonito barranco de la Carrasca
Una sendita nos saca hacia el paraje del Alto de Pepe Rafael donde se abre un verde valle surcado de barrancos donde destaca la Casa de la Guarañonera y hacia ella bajamos pasando bajo unos apriscos.

La casa de la Guarañonera en el valle y la loma del Tintorero



Sorteamos la casa por la izquierda y a partir de ahí las señales se esfuman. Con un poco de intuición y sabiendo que seguimos descendiendo hacia el barranco de la Higueraza, nos reencontramos con un hilillo de senda tapizada de monte bajo que dificulta el andar y te garantiza (si vas en pantalón corto como era mi caso) una buena "depilación". Es como si te pelearas con un gato rabioso y acabas hecho un cristo, de ahí lo de la "sangre".
Cruzamos el barranco y llegamos al lecho de otro, el de la Umbría. Y como hacía honor a su nombre y el calor y el apetito ya hacía rato que nos incordiaban, allí mismo hicimos la parada y fonda.

Almorzando en el barranco de la Umbría
De este barranco destacar los cantiles que lo cierran y la profusión de adelfas o baladres en flor que proliferan por su lecho. Una constante en adelante.

La flor del día fue la del baladre (Nerium oleander)... y Begoña ( Cantábricum campeonísimus) por supuesto!!!
Tras el almuerzo tocaba subir por la loma del Tintorero prestando atención a las marcas sobre las piedras. La senda se las trae. Seguimos acumulando arañazos como si de heridas de guerra se tratara.
Pasamos junto a la casa del Pupo y más adelante dejamos a la derecha el Tintorero.

Original depósito de agua en la casa del Pupo
Luego cruzamos la carretera CV-590 (Enguera - Ayora) para continuar en llano hasta la casa de los Calderones con su carrasca pegada y una gran higuera. Estos serán los últimos árboles capaces de dar buena sombra en lo que nos queda de ruta... o casi, casi.

Casa de los Calderones
Andamos ahora por una pista que discurre bajo un sol abrasador. Cuéllar deja patente el hecho de que no pudo ejercer su función como cortafuegos, como podemos bien observar durante varios kilómetros por una meseta deforestada por los repetidos incendios que se dieron por la zona (el último y más grave en 1985).
Dejamos la aburrida pista en un cruce por la derecha en dirección hacia el barranco de la Boquilla. Las vistas son majestuosas a pesar del desolado paisaje.

Bajando hacia el barranco Boquilla
Llegamos a una pista que tomamos hacia la izquierda en las inmediaciones de la casa del Chorrillo.

La casa del Chorrillo
Al volver la vista atrás destaca una preciosa cresta con dos ventanas.


A partir de ahí el recorrido se reduce a caminar sobre el lecho del barranco Boquilla que se retuerce en un sinfín de meandros, flanqueado por paredes y cintos espectaculares.

10 kms por el espectacular barranco Boquilla
Lo vadearemos multitud de veces entre rocas y cantos rodados. No esperéis ni una maldita sombra, ni una gota de agua. Y así durante más de 10 kms. Bajo un calor sofocante que puso a prueba nuestra resistencia.
A mí me movía el pensar en las cervezotas fresquitas que nos esperaban en las neveritas, allá en Vallada.
Esto te pone las pilas y hace que no te pares ni a hacer una maldita foto.
El barranco en otras condiciones y en otra época merece ser disfrutado, pero hoy había que salir de allí "cagando leches". Es lo que tiene esto del GR.
Bueno, ya salimos del barranquito...ya salimos...
Pasamos junto a una presa y unos pozos antes de cruzar bajo los puentes del tren y de la autovía.


 Rafa encabezando el grupo bajo la autovía.
Allí nos encontramos con el río Canyoles que nos acompañará casi hasta Vallada.

El río Canyoles cerca de Vallada
Los últimos cuatro kilómetros se hacen eternos y eso que vamos sobre la eterna "Vía Augusta".


Un último esfuerzo con el asfalto haciendo de parrilla bajo nuestros pies y entramos en la población.

Por fin...entramos en Vallada.
Urgía llegar a los coches y refrescarse antes de ir a comer Montesa (Restaurante el Ramallar, junto al castillo...buena elección, Ximo).

¡ Qué colorcito de piel...! (by J.Manuel)
¡ Y lo morenitos que estamos...qué...!.
Y decimos adiós al GR hasta pasado el verano.
Me refiero al GR-7...
Porque otros GRs más fresquitos tenemos entre ceja y ceja para dentro de muy...muy poco...
To be continued...
Adéu.



4 comentarios :

Daniel Alcalá Almela dijo...

28 kilómetros, con la que está cayendo, eso si, el tramo del pasadizo estrecho y el propio barranco están muy guapos, y esas ventanas por las que siento predilección.
Habrá que ir buscando ya las rutas con posibilidad de baño.

Un abrazo.

Toni Ibañez dijo...

Hola, bonita ruta y larga para el calor que hacía según dices. De todas formas si os ha salido el colorcito jejeje.
Un saludo, nos vemos en el camino

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola Paco!
Sois unos atrevidos, yo ya hace que no salgo con estos calores, je, je, je...
De todos modos, me ha sorprendido este tramo.

Un saludo.

paco domingo dijo...

Muy chulo, pero estaba programado y había que hacerlo a pesar del calor. menos mal que no lo retomaremos hasta el otoño.
Adéu