lunes, 25 de octubre de 2021

LA PALMA , LA ISLA BONITA , AHORA MÁS QUE NUNCA ( sept. 2020)

 Hago un receso o paréntesis en lo que respecta a mis publicaciones ruteras habituales para echar mano de mi archivo y así contaros algún viajecillo que otro de hace ya algún tiempo. En estas escapadas vacacionales y familiares siempre he procurado aprovechar bien el tiempo e impregnarme del aroma de los lugares que visito. Aroma en forma de cultura, naturaleza, folclore o gastronomía. También intento en esos viajes reservar alguna jornada para hacer una escapadita a la montaña siempre que sea posible. 

Intentaré en la medida de lo posible publicar alguna entrada con carácter monográfico de alguno de estos lugares que, de alguna u otra manera, me han dejado gratísimos recuerdos.

Para comenzar esta serie voy a contaros mis últimas vacaciones, las de 2020 (este año no he podido disfrutarlas), que vienen que ni pintadas debido al suceso del año que no es otro que la impresionante erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma. Un mes lleva ya escupiendo fuego, lava y cenizas que tiñen de negro las tierras y los corazones de los palmeros. Una desgracia para mucha gente que lo ha perdido todo y paradójicamente un acontecimiento digno de estudio para científicos a la vez que un impactante espectáculo preñado de trágica belleza. Así es la madre tierra cuando se enfurece y nada se puede hacer para calmarla.

Pues bien, hace ahora justamente un año estuvimos visitando la Isla Bonita. Un paraíso para senderistas y montañeros que había que disfrutar en la medida de lo posible. Con esa intención fuimos para pasar una semanita. Y había que aprovechar algún día para conocer alguno de sus afamados senderos. Pero una cosa es lo que tienes previsto y otra el resultado final. Digo esto porque dependes de factores que no está en tus manos controlar como es le caso de la climatología. Allí en La Palma cuando el tiempo implica riesgo, bien por el calor, el viento o la lluvia, se cierran los senderos y conviene evitar las salidas a la montaña. Y eso fue lo que nos pasó. De las tres excursiones previstas sólo pudimos realizar una y media. Las altas temperaturas y algún conato de incendio nos obligaron a renunciar durante un par de días a las rutas previstas. Al final tuvimos que conformarnos, y no es poco, con la ruta estrella de la isla, el recorrido por el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y otro por el Bosque de los Tilos. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y tuvimos la oportunidad de conocer otros rincones de la isla realmente sorprendentes.

No voy a explayarme mucho más porque prefiero dejaros constancia gráfica.

SANTA CRUZ DE LA PALMA


Balcones típicos en la fachada marítima de Santa Cruz de la Palma  



Monumento al Enano (La Danza de los Enanos es uno de los principales actos de las fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves en Santa Cruz) y Museo Naval del Barco de la Virgen

FUENCALIENTE Y VOLCANES


Volcán de San Antonio en Fuencaliente



Volcán de Teneguía y Faro y salinas de Fuencaliente

El Teneguía (responsable de la penúltima erupción en la isla en 1971)



Barrio de los Canarios en Fuencaliente

Faro de Fuencaliente. Aquí comienza la prestigiosa Transvulcania


Salinas de Fuencaliente

BOSQUE Y CASCADA DE LOS TILOS








Viaducto del Barranco del Agua

Barranco del Agua

COSTA DE SAN ANDRÉS Y CHARCO AZUL




MIRADOR Y DRAGOS MILENARIOS DE LA TOSCA EN BARLOVENTO





TIJARAFE - TAZACORTE - MIRADOR DEL TIME

Puerto de Tazacorte desde el Mirador del Time

Tazacorte, Puerto y Barranco de las Angustias

Pano desde el Mirador del Time

Los Llanos de Aridane y el Paso

GR-131 de bajada al puerto de  Tazacorte

Los Llanos y  faro de las Hoyas

ROQUE DE LOS MUCHACHOS

Indispensable. Un par de veces subimos con la intención de disfrutar de las vistas de uno de los cielos más limpios del mundo. Allí se ubica el Observatorio Astrofísico donde diversos países han instalado sus telescopios. Uno de ellos, el GRANTECAN (Gran Telescopio de Canarias) está considerado como uno de los mayores telescopios ópticos del mundo.
Desgraciadamente la calima nos impidió en ambas ocasiones, una de ellas nocturna, deleitarnos con las vistas. 


No se puede acceder en vehículo sin autorización. Toca dejar el coche en la carretera de acceso para llegar al punto culminante de la isla, el Roque de los Muchachos.





Una vez arriba podemos recorrer por un espectacular sendero el cresterío del circo que cierra la Caldera de Taburiente por el norte. 






El montañero que estaba vivaqueando se vino con nosotros de vuelta a Santa Cruz


Aprovechando la actualidad, en esta foto podemos ver el volcán de Cumbre Vieja ahora en plena actividad.







CALDERA DE TABURIENTE DESDE LOS BRECITOS Y VUELTA POR EL BARRANCO DE LAS ANGUSTIAS

La única ruta completa que pudimos hacer en nuestra estancia. Emblemática e indispensable. 
Bien señalizada. Bellos paisajes. Pino canario, alguno monumental. Barranco. Agua. Lo tiene todo.
La ruta se puede comenzar desde los Llanos de Aridane, desde el aparcamiento del Barranco de las Angustias o, para los más comodones (nosotros lo fuimos) desde el Mirador de los Brecitos para lo cual hay que tomar un taxi (precio único a repartir entre los ocupantes. Hay un constante servicio desde primera hora). Con esto te evitas un buen desnivel de casi 800 m. Luego los harás de bajada.










Mirador Lomo de Tagasaste al Pico Bejenado (1.853 m.)



Alguno de los Nueve Pinos Gordos, majestuosos pinos canarios (Pinus canariensis)

Fondo de la Caldera
Playa de Taburiente

Río de Taburiente


Centro de visitantes en Casas de Taburiente



Risco Liso con su bestial pared de 845 m.

El Roque de Idafe, Monumento Natural de Canarias y uno de los emblemas del Parque



Una de las variantes de bajada, el Reventón

Río de Almendro Amargo

Roque de Idafe desde el Barranco del Almendro Amargo

Barranco de Livanceras o del Limonero


Cascada de Colores




Barranco de Taburiente en Dos Aguas

En este tramo nos sorprendió un tipo peculiar que bajaba por esos paredones con una larga pértiga, algo realmente arriesgado. Resulta ser un "deporte" isleño del que hay incluso una federación y competiciones. Aquí más info y aquí también.

Salto del Pastor

Presa del Argual


Magnífico Pino de la Rosera



Canal y acueducto de Argual






Costa de Tijarafe y Porís de la Candelaria
Para rematar este viaje una visita a uno de los lugares más pintorescos de la isla, el Porís de la Candelaria, un minúsculo pueblecito pesquero hoy en día convertido en residencia veraniega de los afortunados lugareños que posean una de las casitas casi centenarias ubicadas en este rincón de la costa. Un pueblo dentro de una gran cúpula producto de las erupciones volcánicas que originaron la isla.
Su acceso es bastante complicado por tierra ya que habrá que tomar una vertiginosa, estrecha y serpenteante carretera hasta un minúsculo parking por lo que hay que tener suerte si vais en coche. Si no os espera un buen pateo aunque tenéis la opción de hacerlo en barca.

Bajada al Porís de la Candelaria




Ornacina con la imagen de la Candelaria

Sus aguas invitan a un buen chapuzón, como fue el caso.





Sin lugar a dudas el postre perfecto de nuestro viaje.
Y aún hubo tiempo de hacer, en mi caso, el bautismo de buceo.



Un saludo y mucho 💚 para los palmeros.
Adéu.











4 comentarios :

Toni dijo...

Hola Paco.

No he podido ver las fotos sin sentir un encogimiento del corazón, sobre todo las fotos donde se ven los Llanos, el Cumbre Vieja y todas esas laderas plagadas de casas y huertas.

Respecto de las fotos, brutales, ya que además, he estado en casi todos los sitios que enseñas. Y qué razón tienes que la meteorología es la que manda cuando vas a la Palma, si no es una ola africana que sube la temperatura, puede ser una borrasca que hace que cierren los senderos a cal y canto, además estropeándolos, amen de las clásicas nubes que pueden chafarte una ruta en un visto y no visto. Es la grandeza de la Naturaleza, tal y como es, como tú bien comentas.

Maru y yo en cierta manera tuvimos algo de suerte, pues cuando estuvimos una semana pudimos hacer todo lo que nos propusimos menos la más conocida, la de Marcos y Cordero, que estaba cerrado por que estaban arreglando los desperfectos acaecidos en la última borrasca ocurrida un par de semanas antes. Pudimos hacer una recorriendo todos los bordes de la Caldera por arriba, viéndola sin nubes y luego como las nubes fueron llegando poco a poco, hicimos la que hicisteis vosotros por dentro de la Caldera, hicimos otra donde subimos al Bejenado, aunque aquí la niebla nos chafó bastante la excursión, y luego hicimos otras dos, el Cubo de la Galga y el Barranco de Fagundo (La caldera del Agua), y luego las cortitas más turísticas, como los volcanes y salinas de Fuencaliente o el espectacular Poris de la Candelaria (¡vaya lugar!)

En todo caso, un bella y emotiva entrada que has hecho Paco, y un recuerdo fuerte a todos los palmeros. Ya le he dicho a Maru que más adelante, habrá que volver a hacer cosas que nos quedaron pendientes y aportar nuestro pequeño granito de arena volviendo a visitar la isla.

paco domingo dijo...

Hola Toni, acabo de ver tus reportajes de la Palma (espectaculares rutas y fotos) y veo que tuvisteis más suerte que nosotros. Con todo y con eso quedamos maravillados de la isla y prometimos, como vosotros, volver para conocerla más a fondo. Mucho me temo que cuando esto pueda ser ya nada será como antes. Seguiremos de cerca los acontecimientos volcánicos compartiendo nuestro pesar con los palmeros. Mucha fuerza para ellos. Un abrazo Toni.

Daniel Alcalá Almela dijo...

Hola Paco.

No puedo más que suscribir las palabras del amigo Toni. Solo el que ha estado en la Palma puede saber lo hondo que puede llegar a calar esta isla. Allí además de disfrutar de sus parajes naturales también nos empapamos de su cultura e historia y descubrimos que estábamos en una isla viva en lo que actividad volcánica se refiere (de hecho solo han pasado 50 años de la anterior erupción a esta), aún así uno no puede dejar de estremecerse al ver esas imágenes, espectaculares, todo hay que decirlo, del volcán expulsando lava y esas coladas de lava arrasando todo lo que pilla a su paso, una demostración de lo insignificantes que podemos llegar a ser ante el poder de la naturaleza. No puedo más que empatizar con los palmeros que lo han perdido todo.

Y triste por el circo que montaron, sobre todo los primeros días de erupción, el asco de medios de comunicación que tenemos en este país, que solo se acuerdan de ciertos lugares cuando pasan cosas de estas, y que solo buscan amarillismo casposo y subir índice de audiencia a costa de las tragedias de los demás... en fin, no continuo con el tema que me enciendo.

Volviendo al reportaje, muy bueno por cierto, vale que no pudisteis hacer las rutas que teníais planeadas, pero aún así fuisteis picoteando de aquí y de allá y visitasteis muchos rincones y parajes (también estuvimos en casi todos los que nos muestras) que demuestran con creces lo variopinto, y siempre espectacular, que puede llegar a ser el paisaje de esta pequeña isla dependiendo de la zona que visites. Os cundió la semanita en la Isla Bonita ;-)

Las fotos de Jordi son sencillamente bestiales, qué fotones!!

Y vosotros parece que contratasteis una empresa de buceo más seria que la que contratamos nosotros, ya que nos dejaron tirados. Mi bautizo de buceo tendrá que esperar jeje.

Desde el momento que despegó el avión que nos llevó de regreso a la Península ya tenía claro que tenía que volver a la Palma, y ahora, como bien reza el título de tu repor, más que nunca!!

Un abrazo.

paco domingo dijo...

Hola Dani, como ves y bien sabes la isla bonita da para mucho. Con una semana se queda corta y más si te ves obligado a renunciar a parte de lo previsto. En fin ... habrá que volver cuando todo esto pase. Encontraremos una isla distinta y más hermosa si cabe. Mis mejores deseos para los palmeros que lo han perdido todo.
Respecto a las fotos, las mías están hechas con el móvil y no se pueden comparar a las de Jordi con su buen equipo. Nos quedamos con ganas (again) de sacar mejores fotos nocturnas de la Vía Láctea que le vamos a hacer pero el cielo estaba como estaba.
Y de acuerdo contigo respecto a ese tipo de periodismo (por llamarlo de alguna forma) vomitivo y cochambroso que vampiriza la desgracia ajena.
¡Volveremos a La Palma!
Un abrazo.