La realizamos a primeros de año y resultó muy atractiva porque tuvo de todo, aventura de investigación incluída. La mayor parte de ella está sin señalizar y puede resultar complicada de seguir por lo que se recomienda GPS. Tampoco es que tenga dificultades técnicas pero habrá que ir con mucho cuidado en el tramo aéreo de la Rambla de Ahillas, la auténtica estrella del día.
A modo de resumen tendremos una primera parte que , aunque señalizada como PR-CV 91.1, está poco pisada pero sin problemas de seguimiento. Una segunda en la que iremos por el interior de la Rambla de Ahillas hasta que su continuidad resulta imposible y tendremos que volver. La Rambla de Ahillas es conocida en el mundo del barranquismo y tiene un descenso muy divertido por los relatos que he visto. En ascenso, como era el caso, y sin los medios materiales apropiados resulta inaccesible. Y ahí es donde viene la tercera parte que es el recorrido pero por la parte alta de la Rambla, el tramo más espectacular y aventurero. La parte final de la ruta bien se podía haber evitado (alargándola un poco) ya que la hicimos por el interior de otro barranco subsidiario, el de los Olleros, realmente intransitable y que nos hizo sudar de lo lindo despejando el paso entre la punzante maleza.
Pero es lo que te encuentras cuando decides investigar y no le quitó, ni mucho menos, atractivo a la ruta
Nos vamos a Chelva para cruzarla y seguir por la CV-346 que se dirige a Ahillas por el Pico del Remedio. Una vez alcanzamos el Collado de las Granzas continuaremos hasta la siguiente curva, muy cerrada ella, donde nace una pista y hay un pequeño espacio para dos o tres coches. Una patrulla de la Guardia Civil que pasaba por ahí se extrañó un poco al vernos y debió pensar lo locos que estábamos a esas horas de la mañana y con la rasca que hacía. Uno de los días más fríos del suave invierno que hemos tenido.
Bien abrigaditos iniciamos la andadura por esa pista para ...
... dejarla un poco más adelante por la izquierda. No hay marcas pero se intuye un camino en descenso ...
... por donde bajaremos hasta otro más evidente donde encontramos las primeras marcas del PR-CV 91.1. Seguiremos por la derecha.
Abocamos a un cruce de caminos con poste del PR. Seguimos por la izquierda en dirección a Arquela.
En un claro del bosque tenemos buenas vistas hacia el Norte sobre Javalambre y el Picón del Buitre con algo de nieve.
Más adelante tenemos otro cruce de sendas que habrá que seguir de frente. Por la derecha apareceremos en el camino de vuelta.
El bonito sendero nos aproxima al Barranco del Mozul ...
... con buenas vistas al Noroeste sobre el paraje de Arquela ...
... y el Castellar ...
... con su muela y unas buenas paredes.
Arquela |
... donde intentamos sin éxito encontrar una vía de bajada ...
... por lo que decidimos seguir por el sendero que se adentraba en una bella pinada.
Al frente el vallecillo de Arquela con la Muela del Rodenal y el Puntal de las Colladas al fondo |
Por la izquierda iríamos al Barranco del Mozul y Tuéjar. Nosotros iremos por la derecha hacia la Rambla de Ahillas ...
Un recuerdo navideño colgado de un pino, el mágico muérdago |
... cuya entrada descubriremos por la derecha a los pocos metros.
Al fondo ya vemos como las paredes se cierran como anticipo de lo que es una gran garganta como vamos a comprobar.
De momento lo que comprobamos es que hace un frío del carajo y las pequeñas charcas de cauce están completamente heladas.
Avanzamos hacia la boca del lobo ...
... y nunca mejor dicho a la vista de estas huellas recientes, aunque en realidad deben de ser de zorro :
El Vulpes vulpes dejó su impronta |
Vamos avanzando rambla adentro sobrecogidos por la belleza de esos paredones.
En la derecha vemos un pequeño abrigo protegido por una valla, se trata del Yacimiento arqueológico de la Quebrada actualmente en estudio por la Universitat de València.
Abrigo de la Quebrada |
... y seguimos adelante.
Llegamos a un punto casi infranqueable.
Y digo casi porque hay un par de grapas que, una vez y a duras penas superadas, dan acceso a otra plataforma con otro salto más adelante que. éste sí, impide la continuación.
El caso es que lo sabíamos y Fernando había preparado una pequeña escalera "made in yourself " que no resultó como esperábamos.
Realmente, y como todo barranco que se precie, están "diseñados" para descenderlos (con el material y la técnica apropiados) y no para ascenderlos.
Pero daba igual porque el paraje es realmente grandioso y me fui por la ladera de la derecha para verlo en todo su esplendor.
Por la repisa de la izquierda también intentamos acceder a lo alto del obstáculo sin mucho éxito.
Los carámbanos colgaban amenazantes en las paredes |
... hasta la entrada de la rambla en busca de algunos rayos de sol que caldearan el ambiente y poder almorzar a gusto.
Después vendría nuestra"venganza" pues íbamos a recorrer el barranco por la cornisa superior de la pared septentrional. Para ello tomamos el camino que sube por la derecha ...
... y que abandonaremos enseguida (pusimos una fita) para seguir a la trocha ...
... hasta acercarnos a los bordes. Y aquí comienza lo bueno, señores.
Abajo queda el yacimiento de la Quebrada |
Vamos ascendiendo poco a poco por el borde donde van apareciendo sucesivos miradores.
En la cota máxima calculo que habrá una caída de 130 - 140 metros. Un señor patio.
En algunos momentos habrá que dejar los bordes e internarse en la pinada porque es imposible continuar.
Pero en cuanto se pueda, ¡otra vez al abismo! como está mandado.
Nos acercamos al final. Un poco más arriba el camino es ya más evidente y llegamos ...
... a este dique al que se puede bajar.
Desde allí ya podemos bajar al cauce para seguir por él aguas arriba.
Más rastros de la fauna del lugar |
... pero nosotros nos aventuraremos para hacer el regreso por el barranco de la derecha, un barranco que, a falta de encontrar su toponimia exacta (si es que la tiene), me he permitido en bautizar como barranco de los Olleros por el paraje que atraviesa.
Sea como fuere o se llamase como se llamase, el caso es que era a duras penas transitable y el tramo resultó francamente penoso.
Pero el caso es que nos devolvió a la pista del inicio ...
... con excelentes vistas de Alpuente y el Picón del Buitre.
Y con el gratificante sol en todo lo alto volvimos a los coches para hacer una parada técnico-cervecera en Chelva porque la ruta bien lo mereció.
2 comentarios :
Hola Paco.
Parecía que el grajo volaba a ras de suelo esa mañana en la Serranía jejeje.
Algún que otro vídeo había visto del descenso de esta Rambla de Ahillas y me pareció un lugar muy bello. También se me queda esa sensación tras ver y leer vuestra propuesta senderista para conocerla, que no está nada mal, con visita al rambla per baix y luego per dalt, como debe de ser jejeje.
Un abrazo.
Hola Dani, efectivamente el grajo yo creo que ni siquiera llegó a alzar el vuelo ... En el angosto tramo de la rambla no entraban los rayos de sol y parecía una nevera. El caso es que luego, al sol, no se estaba tan mal.
Un barranco precioso sin duda y si per Baix sobrecoge, per Dalt impresiona. Muy chulo. Y si se puede hacer de ambos modos pues mejor. El caso es que a mi siempre me han gustado más las vistas desde Dalt.
Un abrazo.
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