Nos vamos a Jaca, capital de la Jacetania, a los pies del Pirineo. Con la excusa de subir a su montaña mágica, la inconfundible vigía Peña Oroel, organizamos esta salida que contemplaba además la ineludible visita al Monasterio de San Juan de la Peña, cuna del Reino de Aragón. Y todavía habría más ya que al día siguiente y ya de vuelta a casa nos dejaríamos caer por Riglos para recorrer el sendero de sus famosos Mallos. Aderecen esto con el toque gastronómico de la zona y a disfrutar.
Para la ocasión se reunió prácticamente el grupo Rocacoscollano en pleno con invitados de lujo como José Luis y Carlos de Fos Films. En total una veintena de amiguetes.
Viernes noche, Jaca la nuit, nada mejor que inaugurar el finde con una buena cena. El lugar elegido no podía ser mejor, Casa Esteban, la popular hamburguesería de la ciudad cuyas carnes del país están pá chuparse los dedos. Si sois carnívoros (ya vamos quedando menos con el avance de las hordas veganas) éste es el mejor lugar para saborear el mejor vacuno de la zona.
Paseo y a dormir que mañana toca la Peña Oroel.
Sábado, toque de diana, desayuno y traslado al punto de inicio de la ascensión. Para ello salimos de Jaca por su fachada sur tomando la carretera A-1205 que conduce al Puerto de Oroel. Circulamos por ella unos siete kilómetros y tomamos un desvío a la izquierda señalizado como Parador de Oroel, dos kilómetros más y ya hemos llegado.
Parador de Oroel, en realidad un restaurante-refugio. |
Junto al parador ya tenemos un primer mirador de la faja pre-pirenaica con su panel informativo.
Si las vistas ya son espectaculares, esperad a que estemos arriba.
Panorámica al Norte |
La North face de la Peña Oroel. |
El camino coincide además con el PR-HU 66 que parte de Jaca y sube hasta la Cruz de Oroel pasando por la Fuente de San Salvador.
El sendero no tiene desperdicio y hay que tomárselo con calma. Se interna en un frondoso bosque de pinos ...
... y zigzaguea en él atenuando la fuerte pendiente.
Algunos efectos de las avalanchas invernales |
Los pinos han dado paso a los abetos.
De vuelta al camino llegamos al Collado de las Neveras (1.727 m.) donde nos reagrupamos. Bueno, casi todos porque un despiste en una de las lazadas del camino hizo que el grupetto de rezagados tomara una senda a media ladera hacia el Este y se fue en dirección equivocada. Nada importante porque conectaron con el que sería nuestro camino de bajada, la Senda de los Lobos, e hicieron el resto de la ruta en el otro sentido.
Con el cordal de la sierra bien marcado hacia el Oeste ya tenemos a la vista la inmensa cruz de Oroel.
Un pequeño descansillo que aprovecho para disfrutar de las vistas.
La gente llegando al collado de las Neveras con la ciudad de Jaca al fondo |
Aquí con avioneta y todo |
Desde el Collado tenemos dos opciones, seguir el sendero de la cresta que es nuestra elección a la vez que la más recomendable, o seguir por el camino inferior que será por donde volvamos.
Conviene acercarse al borde de los paredones para disfrutar de las vistas.
Allá abajo queda el Parador de Oroel |
Sencillamente brutal |
Y llegamos a la Cruz. Mide unos nueve metros y fue levantada por el Cuerpo de Forestales a principios del siglo pasado.
Allí fuimos recibidos por unas robustas cabras que estaban a la que caía.
Junto a la cruz encontramos el vértice geodésico.
Cima de la Peña Oroel (1.770 m.) |
Con al amigo Jesús |
Es recomendable seguir el cordal hasta la punta más occidental ...
... donde tenemos una buena perspectiva de la Sierra de la Peña donde está el Monasterio de san Juan y que visitaremos a la tarde.
Volvemos sobre nuestros pasos ...
... para seguir disfrutando de las vistas.
Aquí el amigo Manolo M. que no se pierde una |
Esta es mía con una buena labor de documentación |
La Collarada |
Vignemale |
Desde el Collado superaremos un pequeño escalón rocoso para seguir por el cordal de la sierra en dirección Sureste.
Allí aparecieron dos moteros que no se como puñetas llegaron allí. Ni en las alturas se puede caminar tranquilo.
Nosotros a lo nuestro ...
Pasamos por la parte alta de las neveras ...
... y alcanzamos el promontorio de la Punta de Sora (1.707 m.)
Y seguimos el cresteo ...
... hasta alcanzar el extremo oriental, la Punta Bacials (1.689 m.)
Nuestra mirada inevitablemente se va hacia el Pirineo.
Justo enfrente el sector Monte Perdido |
Jaca |
Otra panorámica del sector oriental |
Vistazo atrás del cordal de Oroel |
... donde comienza el descenso por la preciosa Senda de los Lobos.
No tiene desperdicio ...
... tan sólo hay que tener cuidado con algún tramo de fuerte pendiente y tierra suelta.
El sendero aboca en la pista asfaltada que, por la izquierda, nos devolverá a ...
... el aparcamiento del parador.
Y esto es lo que nos dio de sí la mañana. Una estupenda ruta con la que obtendremos, si el tiempo lo permite, las mejores vistas del Pirineo.
(by J.Luis González Fos) |
Y así lucía la quilla de la Peña Oroel camino de San Juan de la Peña |
Tras la comida en el pueblecito de Santa Cruz de la Serós nos fuimos a visitar el Real Monasterio de San Juan de la Peña. De camino al lugar vale la pena parar en un par de miradores en la carretera de acceso. Una vez allí nuestro amigo Rafa nos hizo de guía, un guía excepcional diría yo. Seguimos atentamente sus explicaciones sobre la historia, leyendas y arquitectura del lugar y he de decir que nos dejó boquiabiertos. Una hora que resultó toda una clase magistral sobre este gran escenario histórico que es la cuna del Reino de Aragón. Aquí tenéis toda la información sobre el Real Monasterio y a continuación un pequeño reportaje fotográfico.
El enclave del Real Monasterio ya es impactante |
Sala de los Concilios |
Panteón de Nobles |
Detalle de la ornamentación en las tumbas |
Allí están enterrados los primeros reyes de la Corona de Aragón |
Iglesia Superior consagrada en el año 1.094 |
La joya del Monasterio, el Claustro |
Escenas bíblicas en los capiteles |
Siguiendo atentamente las explicaciones de Rafa |
Y aún hubo más. Como remate de la jornada y ya anocheciendo fuimos a conocer otro monumento histórico-artístico como es la Iglesia del Monasterio de Santa María en el pueblo de Santa Cruz de la Serós, monumento que data del siglo XI.
Ambas dos bien documentadas por el amigo Rafa cuyas explicaciones resultaron la mar de amenas.Santa Cruz de la Serós |
Iglesia de Santa María (siglo XI) |
Y cercana a ella otra iglesia declarada como Bien de Interés Cultural, la de San Caprasio, también del siglo XI y de estilo románico-lombardo, bien visible en como toque original y que le da armonía y robustez.
Cena y copita pusieron la guinda a una jornada inolvidable.
Mañana más ...
Adéu.
2 comentarios :
Hola Paco.
Vaya día guapo que os salió para disfrutar de las vistas de esta majestuosa Peña Oroel, montaña que es todo un emblema en Jaca, el día que subimos nosotros unas impertinentes, tanto como los de las motos, nubes nos ocultaron ese magnífico skyline pirenaico, menos mal que nos resarcimos meses después en la cima del Puchulibro. Por lo que cuentas fin de semana redondo, con Oroel, San Juan de la Peña (no hemos estado todavía) y Riglos, y es que toda esta zona del pre-Pirineo oscense tiene un sinfín de excelentes ofertas excursionistas que justificarían más de una escapada, nosotros la hicimos en Semana Santa y la volveremos a hacer en un futuro.
Nuestro lugar de referencia en Jaca es la Casa de la Montaña, ambiente montañero al ladito de la Ciudadela, y para los que nos hemos unido a las hordas ;-) excelente comida vegetariana. Te lo recomiendo que lo visites en un futuro...Nota: también sirven carne jeje.
Un abrazo.
Lo de las hordas veganas está dicho con todo el cariño y respeto ¡eh!.
Tomo nota de la Casa de la Montaña para la próxima.
Efectivamente lo mejor de la Peña Oroel, además de su hermosura claro está y visto que no tiene ninguna dificultad su conquista, son las vistas sobre la cadena del Pirineo. Una pasada. Y un divertimento ir reconociendo muchas de sus montañas.
Ya le dí un vistazo a vuestra visita a Oroel y una pena que se os privara de esas vistas, pero bueno hay cosas que no podemos controlar y la montaña os estará esperando para otra visita y San Juan de la Peña también, imperdonable no visitar tan emblemático lugar.
Un abrazo Dani.
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