Optamos por la Serra d'Irta ya que nos ofrece esa opción. El Parc Natural de la Serra d'Irta combina la montaña con la costa, barrancos que se escurren desde ondulantes lomas, atalayas ideales con fantásticas vistas, castillos, torres vigías y paradisíacas calas para darse un buen chapuzón. Una red de senderos bien señalizados nos facilitan la visita.
Ya han pasado siete años de mi primera visita a la Serra d'Irta y me quedé con ganas de volver. De modo que hoy será el día.
La ruta elegida partirá desde la Cala Argilaga, en la vertiente Sur de la sierra, y subiremos a su cota máxima, el Pico Campanilles (572 m.), por un espectacular y frondoso barranco que nos dejó maravillados, el Barranc de la Font de la Parra. El remate lo puso un bañito en la cala, cervecita en mano, que nos alivió del "patiment" de la bajada como ahora os contaré.
Nos vamos pues al Parc Natural de la Serra d'Irta, a la turística Alcossebre desde donde parte la pista que nos conducirá a la coqueta Cala Argilaga. Allí encontraremos un pequeño espacio habilitado como parking (en verano estará muy concurrido).
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| Cala Argilaga a primeras horas de la mañana |
Para acceder al Barranc de la Font de la Parra desde la Cala Argilaga podemos recorrer la costa hacia el Sur pasando por la Cala Cubanita (muy recomendable) o bien volver por la pista de acceso (eso hicimos) hasta ...
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| Al fondo ya destaca la cima del Campanilles |
... encontrar el desvío que nos introducirá en él. Seguiremos desde entonces el PR-CV 431 que llega desde Alcossebre.
El sendero, perfectamente marcado, se elevará poco a poco sobre este barranco.
Es un delicioso paseo que me sorprendió muchísimo. No esperaba encontrar algo tan exuberante y frondoso. Apenas entraba un rayo de sol.
Tocará hacer alguna que otra trepadita sin la menor dificultad.
Parecía una auténtica selva. La alta humedad ambiental y sin un pelo de viento ya nos hizo sudar.
Un sendero nos saca del lecho del barranco que llevamos cuando éste se bifurca. Seguimos por la izquierda siempre siguiendo las señales del PR.
Más trepadas y llegamos ...
... a la Font de la Parra con sus abrevaderos tallados en la piedra.
A pesar de no ver el agua la humedad y la vegetación dejaban constancia de que la había.
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| Reguerillo de agua en la roca tapizada de culantrillo (Adiantum capillus-veneris) |
Desde la parte alta de la Font el sendero se separa del barranco para circular por su ladera derecha ...
... durante un breve tramo para volver a su lecho más adelante.
Se iniciaba aquí otro tramo bastante atractivo y un poco más agreste ...
... y divertido.
Llegamos a la cabecera del barranco y el sendero, con más pendiente, remonta la ladera camino ...
... de un colladito desde el que ya divisamos el Pico Campanilles.
Un cruce de caminos con las variantes que nos ofrece el PR-CV 431.
Seguiremos por la izquierda rodeando un peñasco ...
... con el sendero de subida al Campanilles bien visible enfrente.
El solete ya picaba de lo suyo y buscamos la escasa sombra que nos proporcionaba un abrigo en la roca. Corría una ligera brisa y decidimos hacer la parada del almuerzo antes de acometer la subida.
Y en un periquete llegamos ...
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| Vistazo atrás en la subida. Por ahí volveremos para crestear las lomas que se divisan hacia el Norte |
... a la cima del Campanilles (572m.). Bonitas vistas en 360º sólo enturbiadas por la calima.
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| Hacia el Suroeste divisamos el Castillo de Xivert |
Bajamos por el mismo camino de subida para recorrer hacia el Norte todo el cordal de la sierra.
Otra opción puede ser seguir desde el pico por su cordal Sur camino de la Torre d'Ebri (torre vigía del siglo XVI) y bajar hacia la Cala Argilaga. Lo dejamos para otra visita.
Este tramo de sube y baja sin una maldita sombra nos castigó bastante y eso que aun quedaba la bajada.
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| Vistazo atrás |
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| Vistazo adelante |
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| El Castell de Xivert desde el Coll dela Palma |
Allí dejamos el camino para girar a la derecha tomando un sendero que nos acerca a este corralet de piedra junto al Pou del Moro (que no localizamos).
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| De allí venimos |
Su cabecera está abancalada.
Un vistazo hacia el Este con el mar de fondo y apreciamos la pista con la que habrá que conectar.
Las pocas sombras que encontraremos son muy de agradecer.
El sendero acaba en el paraje de la Font d'en Canes, con su pozo y abrevaderos, un bonito lugar pero ni gota de agua.
De allí habrá que tomar, por la derecha, la pista que nos devolverá a la Cala Argilaga.
Esta última parte, un tanto monótona, la hicimos a toda pastilla con la mente puesta en el refrescante baño que nos esperaba y ... en la cervecita, por supuesto.
Una ruta fantástica con un gran final. No escogimos el mejor día por el intenso calor, pero con todo y con eso os la recomiendo para cualquier época del año. Y una advertencia válida para cualquier tipo de barranco, y más para uno como el de la Font de la Parra que puede resultar muy peligroso en días que amenacen lluvia. Precaución pues.
Adéu.
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