Una ruta a la que J.Manuel dio una segunda oportunidad. El día previsto para realizarla no pude asistir con ellos. En aquella ocasión el grupo se tuvo que dar media vuelta al llegar al barranco de Linares que, de tan cargado que bajaba, impidió su cruce dejando en el aire más de la mitad de la ruta. Como no hay mal que por bien no venga , hoy era un buen día para hacerla y Manolo M. (quien tampoco la conocía) y yo acudimos a la cita. Hoy sería el día en que la disfrutaríamos en su integridad. Una ruta sin desperdicio alguno.
El Puente de la Fonseca se localiza junto a la carretera A-1515 que nos lleva desde la Autovía A-23 a Rubielos de Mora. Desde la autovía llegaremos al mismo en poco más de 3 kms. Un puente cruza el cauce del Mijares, justo allí y antes de atravesarlo nos desviaremos por la izquierda para dejar el vehículo en la pequeña explanada que queda abajo junto al monumento en cuestión.
Junto al lugar se ubica una antigua fábrica de hilados (industria denominada "Molino de la Fonseca y la Fábrica de Hilados de la Fonseca") que data del año 1.843 y que se dedicaba al cardado e hilado de paños de lana.
Junto a esta industria se contruyó un molino harinero que estuvo activo hasta 1.935. Más abajo junto al río está el Mas de la Fuenseca.
Y no nos olvidemos del espectacular puente que data del siglo XVII y que se construyó para comunicar y facilitar el tránsito de ganados y mercancías entre la comarca de Gúdar y el Camino Real (lo que pasó a ser la carretera de Sagunto a Burgos).
Desde este lugar cargado de historia podemos bajar un momento para acercarnos a las orillas del Mijares antes de que se escurra por una estrecha garganta.
Ahora toca abandonar el lugar y entrar en faena para lo cual buscaremos un sendero que nace junto al puente nuevo y que baja para acercarse al cauce por su margen derecha.
Podemos descender hasta el mismo por un terraplén ayudados por un cable allí instalado. Volvemos a subir para tomar el sendero que sigue su curso paralelo al río una vez salvado este estrecho.
Un primer y frondoso tramo que baja junto al barranco de la Fonseca ...
... antes de encontrarnos con los primeros rastros de la Acequia del Diablo por la que transitaremos en adelante.
Mientras podamos circularemos por el interior de la misma ...
... pero tendremos que estar atentos poniendo sumo cuidado ya que nos encontraremos tramos bastante deteriorados y que nos obligarán a hacer algún equilibrio sobre los bordes de la canalización.
La acequia recorre las laderas de la muela de La Rocha dejando el Mijares bastante más abajo.
Si queremos subir a la Rocha (vale la pena el desvío) estaremos atentos antes de llegar a la Masía del Palacio y subir por la ladera hasta la pista que accede a la misma. Allí y sin senda bien definida subiremos por la cara que da al sureste.
Ya casi en la cima y girando hacia la derecha parece estar más claro el acceso por unas trazas de senda que acaba ensanchándose sobre unas rocas lisas.
La cima está poblada con algunos enebros y coscoja. Las rocas cimeras son un magnífico mirador del cauce del Mijares encajonado por esta montaña y la que tenemos enfrente, la Atalaya, de la que hablaremos más adelante.
La Atalaya |
Vista al oeste |
Vista al este sobre el inmenso tajo de la Hoz del Mijares |
Bajamos por el mismo camino hasta enlazar con el camino de la Masía y la dejamos atrás antes de reencontrarnos con la acequia.
A la izquierda, la Rocha, de la que acabamos de bajar |
Más adelante llegamos a un punto en el que parece desvanecerse. Una fita indica que es el momento de dejar la acequia y bajar por un sendero en dirección al barranco de Linares.
El principio es cómodo y nos ofrece unas bonitas vistas del cauce y de la central hidroeléctrica que nos encontraremos más adelante.
Pero hasta llegar a ella tendremos que salvar algún obstáculo. Primeramente un derrumbamiento sobre un murete de piedra y unos metros más adelante un tapón provocado por las ramas de los árboles caídos por alguna avalancha del barranco.
Nada que no se pueda salvar con paciencia ya que el premio está más adelante. Llegamos a un rellano herboso (otro bonito mirador) y bajamos por su derecha hasta el cauce del barranco de Linares.
En este punto tuvieron que desistir mis compis tiempo atrás. Hoy, afortunadamente, bajaba con menos agua y pudimos cruzarlo disfrutando de sus saltos y pozas en un frondoso rincón.
Alguna fita nos facilita los mejores puntos de paso.
Un rincón espectacular.
Bajamos junto al torrente que acaba regalando sus aguas al Mijares que allí discurre entre grandes bloques de roca dibujando saltos y pozas.
Llegamos a la central hidroeléctrica de La Hoz que evitaremos por su parte trasera, bajo la canalización que trae las aguas desde el Embalse de los Toranes (aguas arriba de la Fonseca).
Llegamos al mirador de las Cuevas excavadas en las paredes de enfrente ...
... y bajamos hasta el Molino de la Hoz, otro vestigio más de la arquitectura hidráulica del Alto Mijares.
Desvío hasta el Molino de la Hoz |
Un tentador cerezo allí ubicado hizo las delicias de mis compañeros de ruta.
Pasamos junto a unas paredes tobáceas y llegamos al cauce del Mijares.
Un buen y soleado lugar para almorzar acompañados por el refrescante murmullo de sus aguas.
Desde aquí iniciaremos la segunda parte de la ruta.
Cruzamos el Mijares por el puentecillo cementado ...
... para continuar, a partir de ahora, por el PR-VT 126.
Una estupenda senda que remonta por la izquierda el Barranco de la Hoz con el río Palomarejos.
La subida nos ofrece unas bonitas vistas del río que se encajona allá abajo y discurre entre saltos y pozas.
Llegamos a la parte alta y tomamos contacto con el río a la altura de una verde pradera donde florecen innumerables orquídeas.
Una verdadera golosina para las cámaras.
Bonitos ejemplares de Ophrys apifera |
Dactylorhiza elata |
Llegamos en este tramo a un camino cerrado con una portea que sorteamos.
Aparece un cruce de caminos con su poste indicador.
Allí se encuentra la fuente de la Peñuela donde nos refrescamos y recargamos las cantimploras.
Siguiendo las indicaciones, dejamos el río y tomamos la pista de la izquierda (enlace con el PR-TE 7). Comienza un tramo más monótono en dirección oeste pero que también ofrece sorpresas. Ademas de las despejadas vistas ...
Vistas al norte con la Masía Higuerales al centro y al fondo se aprecia el Peñacalva y el Cabezo de las Cruces |
Tampoco podía faltar el Penyagolosa |
Hacemos un descansillo a su sombra y continuamos. Estaremos atentos porque un poco más adelante toca dejar la pista (hay señal blanquiamarilla de giro en el tronco de un pino) ...
... y seguir por el camino de la izquierda que se adentra en una frondosa pinada y que nos conducirá al mirador de la Atalaya.
Unos riscos que hacen honor a su nombre y nos devuelva las vistas del Mijares y de la Rocha (donde estuvimos horas antes).
En el centro la Peña de la Rocha y a su izquierda la Masía del Palacio |
Un mirador espectacular con su panel informativo.
Será el punto más alto de la ruta con sus 982 m.
Desde allí sólo nos que bajar hasta la Fonseca. Nosotros lo hicimos siguiendo el cordal hacia el oeste.
Mientras se pueda, es interesante no alejarse mucho de los bordes del cordal.
Otro vistazo sobre la Rocha |
Y a tiro, la Fonseca |
Un breve tramo bajando por la carretera ...
... hasta la original construcción de madera del Centro de Interpretación de las Hoces del Mijares (nunca lo he visto abierto) ...
... donde retomamos las señales del PR que nos bajan hasta el Puente de la Fonseca.
Y aquí se acabó lo que se daba. Una preciosa ruta muy recomendable y que resultó todo un acierto.
(by J.Manuel) |
Dictamnus hispanicus (Gitam, Tarraguillo o Timó reial) |
Digitalis obscura |
3 comentarios :
Hola Paco, me gustaría utilizar su foto del Mas de la Fuenseca para pintar una acuarela. ¿Me daría usted su permiso?
Un Saludo,
Rafael
Hola Rafael, no tengo ningún inconveniente en que la uses, tienes mi permiso y estaría encantado de que me mandaras, aunque fuera una foto, la acuarela terminada.
Un saludo
Gracias Paco. Por supuesto, cuando tenga la acuarela te enviaré una foto al correo electrónico que me indiques. Tus relatos de andarín están muy bien escritos y maravillosamente documentados.
Un Saludo
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