domingo, 24 de mayo de 2015

EL RÍO DE TORRIJAS Y SUS FUENTES (09/05/2015)

Para paliar los efectos del incipiente caloret nada mejor que darse un garbeo por las orillas de un río, y si ese río es turolense y además goza de una envidiable salud, mejor todavía.
Y en esas estábamos hace un par de semanas (antes de que la "lengua de fuego" sahariano nos socarrara hasta las ideas), camino de Javalambre, siempre garantía de ruta atractiva y pintoresca.
La que hoy nos ocupa tiene dos ambientes bien diferentes, por un lado el paseo por las riberas del río de Torrijas con sus cristalinas aguas, pozas y saltos de gran belleza; y las fuentes que nos encontraremos en su vera. Y por otro, el recorrido por las laderas del Cerro de Entaza (mayormente por pista forestal) entre bonitos pinares y que nos citó para una próxima ascensión a su cumbre. Entre ambas partes de la ruta tenemos una pequeña subida a la trocha (¡hay que ver lo que nos gusta este término y su práctica ... el trochismo!) y una bajada hasta el río junto a la formación rocosa de los Picayos o Picarios, esbeltos gendarmes vigilando el discurrir del río.
A la marcha pues.
Iniciamos el recorrido en el paraje de la Fuente del Gavilán. Fácil de localizar ... tan sólo hay que llegar a Manzanera y seguir la carretera A-1514 en dirección a Torrijas. Pasaremos por la aldea o barrio de Los Cerezos y estaremos atentos para desviarnos por la izquierda (está indicado) hasta la fuente y su área recreativa.




Frescor tempranero aunque acabaremos en manga corta.
Una vez allí comenzaremos un agradable paseo por senda siguiendo el curso, aguas abajo, del río de Torrijas.
La Fuente del Gavilán mana fresca y abundante.


El río baja animoso con unas aguas limpias como pocas.



Nos espera una primera sorpresa al poco de comenzar. Una pequeña cascada con tres saltos y otras tantas pozas.




Una delicia y ésto no ha hecho más que empezar.
La senda salva un pequeño terraplén (hay una cuerda pasamanos) ...


... y continúa llevando el río a nuestra izquierda. Se recomienda guardar silencio y deleitarse con la sinfonía del murmullo del agua, el cantar de los pajarillos, el aroma a tierra húmeda, la paleta de verdes de la vegetación de ribera y la explosión de colores de la flora primaveral.

Aquilegia vulgaris (Aguileña común)

Llegamos a la Fuente del Cañuelo y su zona de acampada estival.




Un poco más adelante vemos un camino que cruza el río desde la carretera. Cruzamos el cauce ...


... para seguir ese camino que nos llevará a conocer una joyita botánica, la Sabina del Desmayo, árbol monumental a la vez que curioso. A semejanza de los sauces llorones, las ramas de esta preciosa sabina se descuelgan hacia el suelo.


Una pena no poder acercarse a ella ya que está enclavada dentro de una finca privada y vallada.


Merece la pena desviarse un momentico de la ruta fluvial para admirarla.
Volvemos sobre nuestros pasos para seguir por la margen derecha del río hasta la Fuente de las Especias de la que mana un hilillo de agua.



Justo debajo toca volver a cruzar el río haciendo algún precario equilibrio para seguir ahora por su orilla izquierda.



La senda se eleva sobre el cauce para enlazar con una pista a la altura de la Masía del Olba.





Por ella llegaremos al Balneario El Paraíso, ubicado en un idílico lugar que hace honor a su nombre, en la confluencia del río Torrijas y el río de los Paraísos.


Su bella arquitectura y sus famosas aguas minero-medicinales hacen del lugar un oasis para el cuerpo y la mente.



Para los que estamos de paso ... un buen lugar para almorzar.
Tras el relax reanudamos la marcha en dirección sur, hacia las lomas del Cerro de Entaza, con el objetivo de alcanzar el antiguo camino de Alpuente a Manzanera.


Lo hacemos subiendo a la trocha evitando así algún tramo de pista.


Con la altura se obtienen bonitas vistas del valle.

Los Cerezos y el Cerro de Manzanera
Por el fondo asoma, como no, Penyagolosa
Llegamos a un camino que se transforma en sendero apenas transitado y alcanzamos la pista antes mencionada.



La seguimos por la derecha rodeando y admirando las paredes del Cerro Entaza.


Manolo y yo nos desviamos hacia ellas para echar un vistazo a una canal muy atrayente que se dibuja en ellas y que puede ser una bonita vía de acceso a la cima.



Apuntada queda para una próxima visita.

Un vistazo sobre el Pico del Buitre, Javalambre. (Atentos a la próxima entrada del blog ...)
Más adelante dejaremos la pista para bajar hacia el río por un camino abarrancado ...


... dejando a nuestra derecha las curiosas agujas de los Picayos (Agujas inaccesibles de Teruel 71-72, últimamente parece que seguimos las huellas de estos escaladores. Cuando aparecen estas formaciones recurro a este interesante blog y ... ¡bingo! ... allí han subido).


Alcanzamos las ruinas del Corral de los Picayos y ya estamos en el río.



Ahora lo seguiremos aguas abajo.




No es necesario cruzarlo pues la senda sigue por su orilla derecha.
Un agradable paseo disfrutando del frescor del río y su vegetación de ribera nos devuelve a la Fuente del Gavilán, donde diremos adiós a esta preciosa ruta.

(by J.Manuel)
Ahora que se acerca el verano es una opción más que recomendable para una refrescante jornada.
Adéu.

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