viernes, 18 de abril de 2014

EL BUIXCARRÓ DESDE EL PLA DE CORRALS (12/04/2014)

El Plan B : "Dícese (o mejor ... digo yo) del plan alternativo al que recurrir en caso de que el principal falle".
Pues hoy tiraremos del Plan B. El A fue descartado por culpa de la señora meteo. Y es que la lluvia con los barrancos, y lo que su recorrido implica, no se llevan muy bien. Pero de este Plan hablaremos cuando toque, hoy lo aparcamos en la mochila de las pendientes.
El caso es que la señora meteo tampoco nos lo pintaba muy claro para el Plan B, pero allá que fuimos.
El escenario elegido fue la Serra del Buixcarró, un conjunto montañoso de origen cárstico a caballo entre la Serra Grossa y la del Montdúver. Entre la Vall d'Albaida, la Costera y la Safor. Una sierra cincelada por profundos barrancos y donde la roca calcárea se ve horadada por profundas simas y dolinas. Una sierra que esconde en sus depresiones húmedos y fértiles valles.

El objetivo del día, el Buixcarró
Es el caso del Pla de Corrals, una pedanía a mitad de camino entre Simat, población a la que se adscribe, y Barxeta.


El acceso a este bonito lugar lo haremos desde Xátiva, aprovechando el corredor natural que dibuja el curso del ríu Barxeta hasta su cabecera. Allí, las sierra se cierra encajonado este húmedo valle, salpicado de pequeñas fincas y chalets de veraneo.
Desde el Pla de Corrals subiremos al Buixcarró, que no siendo la cima más alta de la sierra (Alt de L'Aldaia) tiene sobrados alicientes como para no perdérsela.
Una primaveral mañana nos daba la bienvenida a la zona. Parece que hoy tampoco acertarían los pronósticos de lluvia (de hasta un 90% al mediodía). Un día ideal para la montaña.
Siguiendo las indicaciones para llegar al pueblo por la CV-601 y justo antes de entrar en él, encontramos un amplia área de aparcamiento con bancos.


Desde allí parten numerosas rutas por la zona, algunas ideales para bici de montaña, como pudimos comprobar.
Desde la misma curva de acceso sale un camino cementado que se dirige, entre casetas y campos de naranjos, hacia el sur, hacia la Serra del Buixcarró, cuya vertiente de umbría destaca ante nosotros.


El perfil de su cresta hace que nuestros ojos se fijen en ella irremediablemente.
La pista cementada nos sube poco a poco. Aparece el primer grupo de ciclistas del día. No serán los únicos.

Reparando una avería


Llegamos a la cantera del Buixcarró, activa desde el tiempo de los romanos y descrita por Cavanilles en sus Observaciones en el S.XVIII, (Aquí tenéis una completa información sobre la cantera). Grandes bloques de su afamado mármol rosado se depositan allí a la espera de su transporte.



Lo cierto es que un lugar cómo éste, a pesar de los siglos de historia que lo contempla, afea un poco el paisaje. Hoy lo perdonaremos pero afear, afea.
La pista, ahora de tierra, continúa su ascenso.



En una cerrada curva tenemos la Microreserva de Flora de la Umbría del Buixcarró. La densa vegetación de pinar y coscoja oculta algún tesoro de flora endémica (como el Antirrhinum valentinum -conillets blancs- o la Silene diclinis).


Seguimos subiendo y obtenemos buenas vistas de la pedrera o cantera del Buixcarró y del valle.

Al fondo destaca la Serra de Corbera



Ahora iremos paralelos al barranc de la Pedrera que llevamos a nuestra izquierda y las paredes del Canalís y de l'Alt de L'Hedra.


Estaremos atentos al llegar a un replano para dejar la pista que continúa hacia Pinet y tomar una senda por la derecha.

Aquí dejamos la pista
Es la senda que nos llevará hasta el Buixcarró por la ladera de solana.


Aparecen las marcas blanquiverdes de un sendero local.


Ladera que alcanzaremos al llegar al collado del Estret de la Vinyavella.

Llegamos al collado
Desde allí obtenemos preciosas vistas de la Costera y sus sierras, la Serra Grossa, la Serra de Requena que da continuidad a aquella con la del Buixcarró, la ciudad de Xátiva, la Serra Vernissa, el Puig etc.


A nuestra derecha tenemos nuestro objetivo, la cresta del Buixcarró con dos cimas diferenciadas.

El objetivo a tiro
La senda baja hasta el Bancal de Panxa, donde llanea un poco. Es un bonito rincón donde la primavera se manifiesta en todo su esplendor.




Un pequeño paseo botánico:

Cistus albidus (Jara blanca)


Chaenorhinum origanifolium (Espuelilla o Esperons de roca)
Tras este tramo la senda se empina de lo lindo por la ladera hasta alcanzar el collado entre las dos cimas.


Una vez allí, el esfuerzo se ve recompensado con las increíbles vistas hacia el norte donde las paredes de la sierra caen a plomo hacia el valle.




La recompensa también llegó en forma de almuerzo, el lugar no podía ser mejor. Un saliente de roca colgado en el vacío nos sirve de escenario para un sinfín de fotos.



Tras el reconfortante refrigerio tenemos dos opciones. La derecha o la izquierda. La cima más alta del Buixcarró por un lado o su gemela, más alargada, por el otro. Nosotros lo tenemos claro, las dos. Empezaremos por la derecha.
Podemos dejar las mochilas en el collado ya que volveremos a él tras el paso por las cimas. Una cómoda opción ya que tendremos que trepar por las rocas aunque hay buenos agarres y no ofrece dificultad.


Subiendo a la cima


Detrás la segunda cima
Pero no os dejéis el GPS, como hice yo, si queréis tener constancia de la conquista cimera. Pero bueno, la cámara sí que vino conmigo y a las pruebas gráficas me remito.
La cima es un gran mirador sobre el valle y el resto de la sierra. Hacia el este y oculto por una ligera bruma llegamos a ver las antenas del Montdúver, más próximo, el Alt de L'Hedra, a lo lejos la Serra Falconera y a duras penas, el mar.

Vistas al noroeste con un Echium vulgare

Vistas al norte

Una mirada hacia el este

Y otra hacia el oeste
Hacia el sur se extiende otra parte de la sierra dando paso a la Vall d'Albaida y como telón de fondo, aunque también oculta por la calima, la Serra del Benicadell y la Mariola.


Hacia el oeste, la Serra de Requena, la Serra Grossa y la Costera.
Hacia el norte, el resto del Buixcarró, Les Agulles, Les Creus y la Serra de Corbera.



Hacia el noreste con el Montdúver tapado por la bruma al fondo, y delante el Molló del Cinto y el Alt de L'Hedra



Lavatera marítima

Se estaba de maravilla y allí me hubiera quedado un buen rato más, pero tocaba destrepar hasta el collado y atacar la otra cima.



La subida es más más tendida aunque también hay que trepar un poquillo. La hacemos un poco a criterio aprovechando algún rastro poco aparente de senda y buscando los pasos más accesibles junto al filo de la cresta.



MªJosé y J.Manuel llegando a la segunda cima, detrás la imponente cima primera del Buixcarró
Tampoco ofrece excesiva dificultad. En lo alto volvemos a disfrutar de las vistas y de la cima recién conquistada, así como del buen patio que cae por la cara norte.

Todos menos uno en la cima 2

Ahora sí, como no podía faltar, la selfie del día
De nuevo en el collado, ahora toca desandar lo andado ya que volveremos por el mismo camino.




Todo lo que sube baja. De vuelta al collado.
Ojo con la bajadita hasta el llano del Bancal de Panxa que haremos con precaución atravesando tramos de piedra suelta.


Aprovechamos el camino de vuelta para deleitarnos con la flora del lugar.
Poco más que contar en la bajada.




Una vez en la pista tuvimos que dejar el paso a varios grupos de ciclistas que bajaban a tumba abierta. ¡¡¡P'haberse matao!!! como diría el castizo.
Vista atrás para despedirnos de esta preciosa sierra y vuelta a casa.



Aunque, como la ruta ha sido corta pero intensa, no podemos evitar la tentación de hacer una paradita para orar a nuestro santo favorito, San Miguel, y hacernos unas refrescantes cervecitas que bien nos hemos ganado.
Y al final, efectivamente, de lluvia ná de ná. Fue una preciosa mañana de primavera.

(by J.Manuel)
Adéu.






1 comentario :

Anónimo dijo...

hola,mi comentario era,que parecia que estabais lejos de la vall de albaida,pero realmente estabais en ella,pues es termino municipal de quatretonda,y la serra del buixcarro,es paraje natural del termino municipal de quatretonda y pinet