Después del frugal desayuno del primer día del año, la Mola de Segart para entendernos, nada mejor para satisfacer el apetito montañero que pegarse una buena comilona. El menú lo preparó el chef J.Manuel y acudimos al banquete el amigo Manolo M. y un servidor. Con la resaca navideña todavía a cuestas y tras el paso de los Reyes Magos tocaba sudar un poquillo y eliminar toxinas. La resaca, en mi caso, a punto estuvo de hacerme renunciar a la invitación. Era una de esas mañanas que te levantas y el cuerpo te dice que nanay, que mejor te quedes en la cama. Pero la atracción del plan pudo más. Y allá que fui.
Para empezar el ágape y como aperitivo tocaba subir al Agullot, el punto más alto de las conocidas Agujas de Santa Águeda en el Desert de les Palmes. El rodeno hace aquí verdaderos malabares y dibuja pendientes de vértigo. Desde Benicassim tomamos la carretera que sube hacia el parque natural del Desert de les Palmes (CV-147) y tras cruzar la autopista se puede dejar el vehículo en un amplio arcén de tierra. Un camino paralelo a la autopista nos lleva a los pocos metros al inicio de la senda de subida por el barranco de la Comba (sale a la izquierda y hay una fita).
Vemos el sol desperezarse por el horizonte. Yo no acabo de espabilarme pero el reto me estimula y hago de tripas corazón. Cuando el barranco termina por cerrarse hay una pintada en la roca que nos indica el camino a seguir.
A partir de ese punto empieza lo interesante. La senda, apenas perceptible, se retuerce y escabulle entre las rocas.
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La sombra del Agullot sobre la ladera del Bartolo |
Comienzan las trepadas y buscamos siempre los apoyos más evidentes y seguros. Algún punto azul en las rocas nos ayuda a seguir por la vía correcta en este mundo vertical.
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Pues si... |
Dos o tres tramos más de trepadas y alcanzamos una losa en la que hay una cuerda de apoyo, lo cual es de agradecer como dice la pintada. Llegamos a la última y estrecha canal que, una vez superada, nos deja en la estrecha cima.
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Manolo tras superar la última canal |
Prueba superada. Increíbles vistas de la costa, del perfil e inclinación de las Agujas y a nuestras espaldas el Bartolo su cresta.
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Las Agujas de Santa Águeda desde el Agullot |
Fotos de rigor y charla con un par de montañeros fieles a estas cimas. La bajada, tras un tramo común, la haremos hacia el camino de Miravet, que parte por la derecha. Una vez enlazamos con la carretera tomamos dirección hacia la fuente de San José. Los caminos están perfectamente señalizados con postes de madera.
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El Agullot en la bajada (con montañeros en su cima) |
Llegamos a la fuente (seca en esta ocasión) y es hora de almorzar. Mano de santo lo del almuerzo. Me resucita definitivamente.
El segundo plato está servido...el Bartolo. Pero para hacerlo más "divertido" lo atacaremos por la senda vertical que nace poco antes de llegar a la fuente (retrocedemos para enlazarla). El sol pegaba de lo lindo y la senda es de las que crean afición. En poco más de 1.5 kms y salvando 360 metros de desnivel alcanzamos las antenas. Otro pico pendiente a la butxaca.
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Las antenas del Bartolo |
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Manolo y J.Manuel en el último tramo de ascensión al Bartolo (al fondo izquierda el Agullot) |
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La cresta desde el Bartolo |
Una vez recuperados del esfuerzo vamos a por el postre. Vamos en dirección a la Creu y tomamos el PR-CV 422 por el que iremos cresteando hacia el coll de la Mola.
Precioso recorrido que nos enseña las dos caras del macizo. Una acogedora umbría entre pinos, jaras, romeros, bien diferenciada del chaparral de la solana plagado de palmitos y aromáticas. Sin prisa pero sin pausa vamos superando la cresta pasando por el Panxa y el Cantal Gros.
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El Bartolo desde el Cantal Gros |
Una vez en el coll de la Mola tomamos la pista de vuelta hacia el mas de los Frailes, para enlazar después con la carretera en dirección de nuevo hasta la fuente de San José.
Hemos cerrado otro círculo, pero nos falta el café...con chupito añadido. Una vez en la fuente cruzamos la carretera en la zona de pic-nic y tomamos la senda que nos bajará por el barranco Farchá hasta el punto de inicio. Esta senda discurre al comienzo entre naranjos y si miramos hacia atrás vemos las laderas salpicadas por las pequeñas ermitas que la pueblan.
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El antiguo monasterio |
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En la bajada |
Pasamos junto a una de ellas y su fuente, la del Naiximent. Se agradeció pegar unos tragos de sus fresquitas aguas. Vadeamos el barranco un par de veces salvando su espesa vegetación, señal de que no es una senda muy transitada. Enseguida enlazaremos con la carretera y se acabó lo que se daba. Un auténtico festival montañero en 17 kms con más de 1.000 m. de subida.
Pedimos la cuenta y agradecemos al chef esta estupenda comilona. Una ruta dura de verdad, emocionante, con unas maravillosas vistas de este rincón plagado de espiritualidad y que es del todo recomendable para almas aventureras, piernas preparadas y sobre todo para gente sin vértigo.
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En la cima del Agullot (by J.Manuel) |
A todo esto...el malestar resacoso de buena mañana había desaparecido como por arte de magia...y es que la montaña lo cura todo...¡¡¡ mano de santo !!!
Adeu.
2 comentarios :
Hola Paco.
Veo que este fin de semana nos dio por ir al Desert,buena combinación Agullot y las crestas,solo os faltó el Morico jejejejeje.
Puedes enviarme el track de esta ruta,no conozco y tengo pendiente la subida por esa vertiente del Bartolo,gracias. daniayvoy@hotmail.com.
Un saludo.
Buena ruta Paco , esa subida ha el agullot es muy divertida y gratificante y por tu entrada se ve que lo pasasteis muy bien.
Estupenda crónica, saludos
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