Un sábado sin salida oficial del grupo de modo que aproveché para recuperar esta ruta que me perdí un par de semanas antes y no podía dejar escapar. Un clásico del montañismo valenciano indispensable en cualquier currículum.
Al Montdúver se le puede hincar el diente desde sus dos vertientes siendo la oriental la más atractiva y con más miga. Su cara Oeste, con la ascensión dese la Drova, resulta más amable y suma menos desnivel pero también tiene su encanto como pudimos comprobar en 2013. En aquella ocasión le pusimos un poco más de picante subiendo a su vecina la Penya Negra. Hoy no será necesario añadirle más condimentos porque los tiene de sobra y bastante apetitosos.
Deciros que esta zona de la Safor es una de las más húmedas de Valencia y el macizo del Montdúver siempre está engalanado de verde por sus cuatro costados pero tampoco se escapa de la escasez de lluvias que estamos sufriendo en este árido invierno. Una montaña, además, recuperándose de diversos incendios como el fatídico de 2006 que arrasó casi 2.000 hectáreas.
Para la ocasión invité a mi querida Sole con la que no salía desde hace bastante tiempo y a la que recurro en días como hoy. Y para ser sincero, la echaba de menos.
El recorrido que haremos seguirá casi en su totalidad el PR-CV 153 con alguna de sus variantes dibujando un ocho. La subida no nos dará tregua alguna y nos la tomaremos con calma para saborearla mejor.
Se puede iniciar el pateo desde el mismo pueblo de Xeresa pero evitaré algún kilometrillo de insulso asfalto tomando el Camí del Carritx que pasa por la Font del Molí. Más adelante de la Font, en un recodo del camino, y a la altura de este desvío podemos aparcar.
Tomaremos la pista de la derecha siguiendo las indicaciones del PR-CV 153 hacia el Corral de Senent.
Atentos porque unos metros más arriba habrá que dejar la pista (por ahí volveremos) que se adentra en el Barranc del Montdúver para seguir por el sendero de la derecha con indicación de Pla de la Vella. A nuestra derecha destaca la imponente pared del Cingle Tancat o Penya Negra para los escaladores.
El camino va ascendiendo de manera suave hacia el Noreste y nos va ofreciendo las primeras vistas del Macizo del Montdúver
De izquierda a derecha, Penya del Colom, Penya Negra, antecima del Montdúver, cima y a la derecha del todo el Picaio |
Pedrera de Gualde y Penya del Colom |
Por la derecha se incorpora una senda que sube desde Xeresa.
Vistas sobre la Serreta de la Barcella, Xeraco y su playa |
Penya Negra, Coll de Rafela, Cingle de la Dona, antecima y cima del Montdúver |
... y aparece por la izquierda sacando la cabeza por encima del Cingle Tancat mi queridísima Serra Falconera con el Molló de la Creu ...
... y el Montgó con mi no menos querida Segària.
Nos estamos aproximando a uno de los cruces estratégicos del dibujo del ocho.
Seguiremos de frente ...
...para subir, por una corta, empinada y trialera senda, al espolón rocoso del Picaio ...
... cuyos únicos alicientes son las vistas sobre la Falconera ...
... y lo que nos queda de subida.
Del Picaio se vuelve a la senda para seguir en ascenso. Aquí cometí un fallo de principiante y bajé en vez de subir, volviendo al cruce donde, tras unos centenares de metros, me percaté del error y me tocó subir otra vez al Picaio (ya van dos) para tomar el camino correcto que nos conduce a un colladito, segundo cruce estratégico del ocho ...
Vistas al Sur |
Comienza el tramo más duro y a la vez más atractivo y entretenido de la ruta.
La pendiente no da tregua. Nos lo tomamos con calma y disfrutamos de los pasos entre los roquedos ...
... y de las vistas sobre el Mediterráneo y su costa.
Cullera y su Serra de la Rabosa |
Espectaculares gendarmes del Cingle de la Dona |
Después del primer paso llegamos a una repisa ...
... y más trepadas.
Impresionantemente bello el paisaje al Sur |
Superamos estos pasos y alcanzamos los lomos de la antecima del Montdúver desde donde tenemos las primeras vistas del valle de la Drova y las montañas de Aldaia y Buixcarró.
Ya tenemos a tiro la cima del Montdúver poblada de las horrendas antenas |
La Marxuquera y la Serra Falconera con Gandía a sus pies |
Lo que yo daría por arrancarlas de cuajo |
Vértice geodésico y Mare de Deu de Montdúver |
Cima del Montdúver (841 m.) |
Vistas sobre el valle de la Drova y la cornisa de l'Alt de l'Aldaia y al fondo Benicadell y Montcabrer |
Nadalets Narcissus dubius |
Antes saludo a un ciclista que sube por la carreterilla de acceso dando bandazos en esas duras rampas.
Por ahí bajaremos ...
... pero antes unas vistas.
El Penyalba con parte del camino por el que bajaremos |
El Buixcarró a la izquierda, el Valle de la Drova y el Penyalba a la derecha |
Mirador hacia el Alt de l'Aldaia |
A la izquierda la Serra de Corbera con la de les Agulles, el Ratlla y la Serra de les Creus a la derecha |
... atajando una lazada para, de nuevo, pisar carretera y otro desvío ...
... y hasta un tercero.
Otro desvío con el Coll de les Bigues al fondo |
Barranc de la Mina d'Or |
Xeraco, su marjal y su playa |
De allí hasta el Corral del Obreret ...
Con su majestuoso pino |
... más adelante nos desviaremos por la izquierda ...
... hasta el Corral de Foquio.
Proseguimos hasta el cruce del Picaio al que volveremos a subir (... y van tres) para llegar al collado donde iniciábamos un par de horas antes el ascenso al Montdúver. El cruce bueno del ocho.
Allí seguiremos por la senda que desciende por la izquierda y por la que bajaremos a la Font del Montdúver ...
... con su mesita de madera y su afloramiento tobáceo.
Apenas hilillos de agua chorreando por el musgo.
Un bonito rincón en el Barranc del Montdúver.
En el discurrir por el Barranc nos saldrán algunos desvíos pero los obviaremos siguiendo siempre hacia el Corral de Senent.
Tubería que baja desde la Font del Montdúver de donde capta sus aguas ¿?
Curiosos y pintorescos carteles que ya tienen sus añitos |
En un recodo del barranco, el Clot de Pere, vemos una ruinosa construcción de cemento y uralita junto a los restos de un autobús que uno se pregunta ¿cómo habrá llegado allí?. Pregunta que el amigo Oscar Martí, A un Tir de Pedra, un gran conocedor y amante de la zona, se encarga de responder.
Caseta d'Àngel |
Y poco más, amigos. Un verdadero rutón que me hizo sudar de lo lindo y me dejó la mar de satisfecho ... y a la Sole también.
5 comentarios :
¡Hola, Paco! Esta semana también me ha tocado salir con mi amiga Sole. Como dices, también se echa de menos a veces y nos hace disfrutar de las rutas de manera especial. Impresionante esta subida al emblemático Mondúver. Se suba por donde se suba, se disfruta, pero esta variante es bien chula. Enhorabuena.
Un abrazo.
Hola Paco.
Pobre Sole, encima de que ya hacía tiempo que no te la llevabas de ruta, vas y le haces subir uno de los mayores y más duros desniveles montañeros de la Comunitat, al final no va a querer volver a salir al monte contigo jeje.
Un abrazo.
Hola Emilio, ya veo que últimamente también tú te has llevado a la Sole de paseo. Hay que ver la compañía que hace y lo poco que pide a cambio. Yo la considero incluso necesaria de vez en cuando. De vez en cuando (y yo ya hacía mucho que no la sacaba al monte) no está nada mal hacerlo así. Te reconforta y degustas muchas más cosas (tanto físicas como espirituales) que yendo en grupo.
Y lo que dices, del Montdúver me gustan hasta los andares ...
Un abrazo.
Hey Dani, efectivamente, un par de rutas más como ésta y la Sole se va con otro ...
Bueno, ya me encargaré yo de que no sea así y esté a mi lado cuando la solicite, que no está mal. Y de eso tú también sabes bastante ¿eh?, cuadrúpedos aparte que también acompañan lo suyo.
Un abrazo y espero que sigas bien con la recuperación.
Hola Paco.
Qué ganas le tengo yo al Montdúver, y eso que está algo más cerca de VLC donde tenemos casa. Todas las vistas en la dirección que sea son un pasada (mar y montaña)
Cuando nombras a la Sole, a mi me entra un respingo. Ya sabrás que es muy amiga mía, y si es verdad que cuando voy con gente al campo (no soy de multitudes, lo ideal es entre dos y seis personas) me lo paso muy bien, y compartir experiencias con tus compis es una sensación muy buena y enriquecedora, pero esas rutas con la Sole, que te puedes parar y explayarte en mil detalles con la cámara de fotos, o echarte una siesta descanso en el lugar que elijas, que vas hablándote a ti mismo de que si te metes por ahí o por allí, y al final volviendo a casa, con una sonrisa de satisfacción por haber pasado un gran día de senderismo con la Sole, en mi caso, es también muy enriquecedor.
Un abrazo.
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