No deja de sorprenderme este camino. Cada etapa consumida ha tenido sus atractivos. Cada una diferente a la anterior. Alguna con más encanto que otra. Unas con más dificultad que otras, ya sea por la orografía, el desnivel o el kilometraje.
Esta en concreto, desnivel tenía (+ 1343 m. según mi GPS) y kilometraje también ( 38.4 kms.).
Pero una vez superada, el cansancio, el dolor de pies, queda en segundo plano. Por no hablar, que hablaré, del peaje en forma de asfalto que hay que pagar por contemplar estos paisajes de salvaje belleza.
De todas las etapas realizadas hasta el momento me quedo con ésta. Sobre todo por su segunda mitad.
Entremos en materia que hay mucho que contar...
Son las 6h. del sábado 21 de abril. Punto de quedada habitual. Suena un móvil. Rafa se ha dormido.
La logística o "performance" montada por Ximo para la ocasión (mejor ni la explico...todavía no se como lo preparó) sufrió algunos retoques pero no se vio muy afectada. Los traslados hoy serían "mixtos", es decir taxi y coches de ida y vuelta. Al final se cumplieron los horarios previstos y encima nos ahorramos un pellizco, cosa que es de agradecer en los tiempos que corren.
Fernando nos deja ( a Bego, Manolo, J.Manuel y un servidor) en los Pedrones (aldea de Requena) y sigue hacia Teresa de Cofrentes. Mientras esperamos al "dormido" abrimos un bar y nos tomamos un cafetito.
Llega Rafa:
- "Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir" (once palabras para la historia).
Al rey no lo se, pero a Rafa le perdonamos...
Llegamos a Venta Gaeta y abrimos otro bar mientras esperamos al resto (los xiquets de la Ribera: Nuria, Paco y Ximo, y Fernando).
Reunido por fin el rebaño. ya podemos salir a pasturar...quiero decir a andar.
Saliendo de Venta Gaeta con la sierra de Martés tapada por las nubes |
Cruzamos la rambla de los Gallegos para tomar una senda pastoril bastante empinada. Hay que ir atentos a las marcas, que una vez arriba, en la muela del Albeitar, se nos pierden entre las piedras y la vegetación. Una larga tubería nos sirve de guía en este tramo.
Un breve descenso y llegamos a una zona abancalada donde comienza un barranco. Justo en ese punto y bajando al lecho, se localiza la cueva de los Conejos (más bien un abrigo).
Cueva de los Conejos |
La senda parece precipitarse al profundo cortado que dibuja este barranco de Espitel. Nos acercamos a sus bordes para disfrutar de las vistas.
La senda transita de bajada por la ladera. En una de sus curvas se despeja la vista y divisamos la muela de Cortes y las esmeraldas aguas del Júcar remansadas por la presa. La vista del valle, las verdes laderas, el color del Júcar, la muela, el castillo de Chirel a lo lejos, conforma un pintoresco paisaje que invita a saborearlo y recrearse un buen rato.
Ya se divisa el Júcar |
Paisaje que se divisa durante la bajada |
Allí decidimos almorzar antes de continuar.
La sabina |
El "cómodo" asfalto |
Puente sobre el embalse de Cortes |
Cruzamos por el puente y seguimos por el túnel que da acceso al pueblo.
Mural de azulejos explicativo del Levantamiento de los moriscos en Cortes de Pallás |
No nos entretuvimos demasiado en atravesarlo y seguimos hacia la fuente Chapole por la carretera de la Muela. Pasada la fuente comienza un tramo de subida por el "cómodo" asfalto hasta llegar a la Cruz del Collado. La ruta empieza a pasar factura a algunos. Un breve descanso en el collado para darnos un respiro. Lo bueno es que abandonamos el asfalto (ya nos hemos comido más de 11kms), pero solo de de momento.
En el collado (hay un poste con señales) tomamos el camino que sale por la izquierda.
Estamos en el inicio de la parte más espectacular y hermosa que nos depara el GR. Una preciosa senda recién desbrozada, lo cual es de agradecer, que va rodeando la Muela de Cortes a media altura, nos conducirá por un enclave de película.
A nuestra derecha el castillo de Chirel en su atalaya dominando el paisaje.
El castillo de Chirel dominando el cauce del Júcar |
Nos acompaña una tupida vegetación de madroños, brezos, aliagas, coscoja, pinos e innumerables olivos asilvestrados (acebuches).
En un recodo del camino, con estas vistas tan impresionantes, dimos cuenta de la comida. Nos sentimos verdaderamente privilegiados.
Pronto el Júcar desaparece de nuestra vista. El camino va girando hacia la izquierda y se adentra en el alargado valle de Sácaras. Otro precioso tramo de la ruta nos espera. El valle se abre paso flanqueado a la izquierda por la Muela de Cortes y el Alto del Francho, majestuoso él.
Alto del Francho |
Barranco de subida a la Muela |
Apuntado queda |
Queda apuntado para la próxima.
Pasamos después junto a la Casa de la Curra y sus campos, éstos sí, cultivados.
Casa de la Curra en el valle de Sácaras |
Hacia el collado Bayart que por allá a lo lejos asoma |
La casa del Maestro en las primeras cuestas de Bayart |
El precioso valle de Sácaras en la subida al collado de Bayart |
... y por fin...la meta. |
En fin, una exigente, dura, bella e inolvidable etapa del GR-7.
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Adivinad en menos de 5 segundos quienes se van a dar una vuelta por las montañas del mundo... |
Y mejor no recordar el viaje de vuelta a casa...el Madrid se estaba fundiendo al Barça...
Esto si que duele y no 40kms con 16 de "cómodo" asfalto...¡qué le vamos a hacer!.
Adéu.
Y hoy...palmatoria con el Chelsea...
De fútbol ya no hablo hasta el año que viene...por lo menos.