miércoles, 2 de abril de 2014

CIRC Y CIM DE LA SAFOR (29/03/2014)

La imaginación al poder (L'Imagination au pouvoir, como dirían los franceses en aquel Mayo del 68).
¿Y a qué viene ésto, así de entrada? os preguntaréis.
Muy sencillo, hoy nos tendremos que conformar con imaginar más que con ver.
Nosotros, los que subimos y bajamos de allá arriba, porque no vimos un pimiento en casi toda la ruta ...
Y vosotros que leéis (eso espero) o al menos ojeáis esta crónica porque, fotográficamente hablando, hoy os tendréis que contentar con estas instantáneas que poco reflejan la grandiosidad del Circ de la Safor y la espectacularidad de la subida.
Culpable, la climatología. Cosa que ya preveíamos y que confirmamos de camino a Villalonga.
Si unimos el paso de una borrasca con un poco de viento húmedo de Levante, se dan todas las condiciones para que en estas murallas montañosas tan próximas al mar se estanquen las nubes y las nieblas y no veamos tres en un burro. No soy un experto en climatología pero me acuerdo de haber estudiado el llamado "Efecto Foehn" y por ahí puede que vayan los tiros.
Una pena porque la ruta, además de su intrínseca dificultad orográfica, nos ofrecía unas vistas maravillosas del Circ y de la costa de la Safor por un lado y por el otro, el Comtat, la Serra del Benicadell, el Serpis abriéndose paso entre la Serra d'Ador y la de la Safor etc, etc.
Pensando en los que no conozcáis la zona, me serviré de alguna foto de años atrás para que no tengáis que imaginar tanto.
Pues ale, pongámonos los chubasqueros que nos vamos a Villalonga para subir al Cim de la Safor por su espectacular Circ. Así, a pelo, sin contemplaciones. Bajar será otro cantar.
A la entrada de Villalonga se nos unieron els guadassuarencs Ximo, un senderista retirado que ahora se dedica a la práctica de un deporte menos exigente como es el triatlón, y su amigo Miguel.
Tomamos la carreterilla (Camí de les Majones-Carretera de L'Orxa) que rodea el pueblo por la derecha, junto al Serpis y que pasa junto a la Font de la Reprimala. Seguimos hasta ese bofetón para la vista que es la cantera (afortunadamente, hoy en día, sin actividad o eso creo). Allí dejaremos los vehículos para comenzar el pateo.



Se abre ante nosotros el Circ de la Safor, eso sí, envuelto por una espesa niebla. Un anticipo de lo que nos espera. Echamos a andar siguiendo la carretera de L'Orxa. Por la derecha se une la pista que comunica con la Vía Verde del Serpis. Por ahí deberíamos de regresar pero no adelantemos acontecimientos.
Tras un tramo de asfalto pasamos junto a la Font de la Safor y continuamos por el mismo en ligero ascenso.



Estaremos atentos porque enseguida toca dejar la carretera. Por la izquierda de la misma nace un sendero escalonado que nos sube hasta el refugio de la Safor del Centre Excursionista de Villalonga.

Desvío hacia el Refugio
Está cerrado pero hacemos un alto para quitarnos ropa. La humedad reinante y las primeras cuestas ya nos han hecho sudar un poquillo.




Bueno, ya hemos entrado en calor. Ahora empieza lo bueno.
Vamos a poner en práctica eso de que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta.
Desde el refugio hasta el borde superior del Circ (donde enlazaremos con el PR-CV 42) la senda no se anda con remilgos ni tonterías.
Una senda que parte por la izquierda desde el mismo refugio.

Detrás del Refugio parte esta senda por la izquierda.
Al principio veremos alguna pintura roja.


Para qué dibujar innecesarias zetas cuando puedes evitarlas yendo recto como un palo. Recto pero picando para arriba de lo lindo.
Nos metemos de lleno dentro de la nube que todo lo empapa.


La senda no está muy pisada y no hay que perder su rastro, y más con esta niebla. La vegetación arbustiva a base de romeros, aliagas, lentiscos, coscoja, brezos y algún palmito que otro, aquí crece desaforada.


Ni que decir tiene que, lo que en otras condiciones hubiera sido un disfrute con las vistas al ir ganando altura, hoy ná de ná. Ni vistas para arriba ni vistas para abajo.
Bastante teníamos con ver el terreno que pisábamos. Las rocas estaban muy resbaladizas y había que extremar la precaución.
Atravesamos un par de pequeñas pedreras ...


... antes de encaramarnos por una pequeña canal ...


...que nos dará paso a la intersección con el PR.


Una vez en él, el terreno parece más seguro. Lo tomamos hacia la izquierda y seguimos subiendo entre un bonito bosquete de carrascas.
Pasamos junto al mirador de la famosa Ventana de la Safor. Pero estaba claro (irónicamente hablando) que hoy no era el mejor día para asomarse a la Ventana. Ni para asomarse ni para verla, porque tuvimos que imaginarla.
Aquí os dejo estas tres fotos de 2011 para que no tengáis que imaginar tanto:




Siguiendo las señales del PR, llegamos al herboso Pla de la Nevera.



La Nevera de la Safor
Hemos superado lo más difícil de la ruta y ahora toca darse el homenaje del almuerzo. Y que mejor sitio que hacerlo dentro de la Nevera.


Afuera la niebla se espesaba y todavía nos faltaba el último empujón hasta el Cim de la Safor aunque, después de lo pasado, hacer cima fue coser y cantar. Con las esperanzas puestas en que se despejaría por la vertiente oeste llegamos al vértice (1.013m.) y nuestro gozo en un pozo. Por allí la cosa pintaba igual.
Fotos al canto bajo un ligero chirimiri.

J.Manuel y Manolo M. en el Cim

Y aquí todos junticos (by J.Manuel)
Y las vistas desde el Cim en 2011:


Aquí con la Serra de Segaria y el Montgó al fondo
Reunión de pastores oveja muerta, dice el refrán. Reunión de montañeros y cambio de planes.
El plan inicial era desandar el camino por el PR-CV 42 y bajar por él pasando por el barranco de la Parra y el famoso Salt hasta la Vía Verde del Serpis. A sabiendas de lo dificultosa que es esa bajada y más con las condiciones que hoy nos imponía la meteo, optamos por renunciar a esa opción.
Volveríamos siguiendo el PR pero en dirección a L'Orxa. Una sensata decisión que alarga un poco la ruta pero que, a la postre, resultó más segura.
De modo que, desde la Nevera, giraremos por la izquierda en dirección oeste. Es un tramo de la ruta muy bonito. La senda serpentea entre un bosque de carrascas.



MªJosé envuelta por la niebla durante la bajada
Los primeros compases de la primavera tapizan el suelo de florecillas. Los romeros han estallado en flor al unísono.



Bonita Orchis olbiensis (abundante en la zona)
Hasta la niebla parece querer darnos una tregua. Alcanzamos a ver el polígono de L'Orxa y el embalse de Beniarrés.



Las vistas en 2011 con el Benicadell a la derecha, el Comtat, el embalse de Beniarrés y la Mariola al fondo.
Sin embargo, su majestad el Benicadell se ocultaba entre la niebla. Tocaba otra vez hacer uso de la imaginación.


En las proximidades de la Font dels Olbits dejamos el PR y tomamos una pista por la derecha que nos baja hasta la carretera de L'Orxa.

Aquí abandonaremos la senda del PR-CV 42

Allí enlazamos con el PR-CV 207 que tomamos por la derecha en dirección a la Font de la Serquera.


A partir de aquí ya todo será asfalto hasta los coches. Desestimamos más adelante el desvío al área recreativa de la Font de la Serquera y seguimos rectos por carretera.
Llegamos al cruce con el PR-CV 42 que es por donde hubiéramos bajado en condiciones normales.

Por la derecha desciende la senda del PR-CV 42
Allá abajo discurre el Serpis que, a tramos, logramos ver.


Pasamos junto a la popular Casa de Tarsán y seguimos por asfalto.


Dos curiosos chalets de la zona
Poco más que contar hasta el final de la ruta.


De vuelta en la cantera, el Circ continuaba oculto tras las nubes.



Hoy no fue el Circ du Soleil. Habrá que darle otra oportunidad.

Y la selfie "trucada" de J.Manuel
Adéu.





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