miércoles, 19 de marzo de 2014

EL SEQUER - BENAGÉBER - LA ATALAYA . SENDERO NICOLAU PRIMITIU PR-CV 114 (15/03/2014)

Hoy nos vamos al Alto Turia, un verdadero pulmón verde allá donde las tierras valencianas se funden con sus hermanas conquenses y turolenses. Una inmensa masa forestal con baja densidad demográfica donde uno, realmente, puede llegar a perderse. Donde puedes hacer decenas de kilómetros sin encontrarte un alma. Alma humana quiero decir, porque la que siempre te acompañará es la del bosque. Paisajes infinitos y verdes, entre Javalambre y la sierra del Negrete. Surcados por esa gran arteria que es el río Turia. Un río que llega salvaje y acaba siendo domesticado, que se abre camino por increíbles gargantas y tajos y que es apaciguado en los embalses de Benagéber y de Loriguilla.
Vamos a adentrarnos en sus montes para descubrir una bonita ruta. Se trata del PR-CV 114 que recorreremos en su totalidad. Una senda dedicada al erudito valenciano Nicolau Primitiu Gómez Serrano.
Un PR que fue remodelado y acondicionado por el Centro Excursionista de Valencia en 2008, convirtiéndolo en un sendero didáctico.
De la ruta destacaría varios puntos de interés:
En primer lugar el paisajístico con su componentes orográficos y medioambientales. Aquí colocaría la subida a la Atalaya y las vistas que nos ofrece, así como el bosque mediterráneo de pino carrasco, objeto aquí de grandes repoblaciones, compartiendo suelo con otro más primigenio de carrascas.
Otro punto sería el rastro dejado a través de los años por la actividad humana, los mases abandonados y las vías pecuarias.
Pues allá que vamos.
La ruta la iniciaremos en el Albergue de El Sequer, centro de Educación Ambiental perteneciente al Centro Excursionista.


Lo localizamos junto a la carretera CV-390 viniendo desde Utiel en dirección a Benagéber, poco antes del desvío a esta última. Una cadena nos impide llegar al albergue (cerrado en el día de hoy) y aparcamos en el estrecho margen de la carretera. Hace un frío que pela.
El Sequer debe su nombre a la actividad como secadero de piñas que realizaba el antiguo ICONA para la repoblación en la zona.
Aquí encontramos un primer panel explicativo de la ruta.



Siguiendo las señales del PR cruzamos la carretera y tras un breve ascenso alcanzamos el Cordel o Cañada Real de Castilla por donde circularemos un breve tramo.

El comienzo de la tupida senda
El cordel de Castilla, ahora carretera de acceso a una cantera próxima
La dejamos más adelante por la izquierda y en un bonito tramo, entre las Lomas de la Cruz del Rullo, llegamos a Benagéber.

Benagéber a la vista

Pasamos junto a su cementerio y giramos a la derecha en dirección a la Ermita de San Isidro.



Una llamativa y moderna construcción donde acabaron y comenzaron sendas etapas de nuestro querido GR-7.


Desde la Ermita un poste nos indica que el PR continúa por su derecha. Nos conduce por el barranco de los Carriles por un camino en desuso. Pasamos junto a un abrevadero.


Más adelante estamos atentos para dejar el camino por la izquierda y  subir por un senderillo.

Aquí nos desviamos por la izquierda
Hay marcas pero están bastante descoloridas.


Bordeamos un campo de cultivo y llegamos a otro amplio camino que tomamos por la izquierda. Lo seguimos pasando junto a un depósito de agua.


Más adelante tenemos de la Masía Ximénez o lo que queda de ella, mudo testigo del paso del tiempo.



Allí, bajo una carrasca de gran porte, un cartel explicativo nos hace viajar a tiempos pretéritos para conocer el modo de vida y subsistencia de unas generaciones no muy lejanas.




Volvemos al camino. Más adelante descubrimos a nuestra derecha un aljibe y un par de charcas embarradas donde parece que han retozado los jabalíes.




Comenzamos a ascender.


Un cruce de caminos que tomamos por la derecha. Y otra vez atentos. La escasez de marcas a ello obliga.


Dejamos el camino por la izquierda para seguir un sendero poco pisado.


Vamos por un bosquete de carrascas en comunión con el resto de matorral mediterráneo, romeros, lentiscos, enebros, aliagas y pimpollos. La senda culmina en otro amplio camino junto a la fuente de la Sabina.

Fin del tramo de senda junto a la Fuente de la Sabina
Un poste caído así lo indica.


Otro panel informativo nos identifica la flora del lugar.


Nos acercamos a la fuente por la derecha. Un bonito rincón.


La fuente propiamente dicha queda un poco más arriba y dispone de llave de paso.


El poco frío que nos queda lo acabamos de rematar con un buen almuerzo al sol.
Volvemos sobre nuestros pasos al camino que pronto se convierte en senda y discurre entre un bosque de carrascas que, aquí, parecen haber ganado la batalla al pino.



Sus ramas están repletas de líquenes del género Evernia. Sin duda un marcador de la buena calidad medioambiental.


Evernia prunastri
Con la altura las vistas se despejan. Apreciamos todo el tajo por el que discurre el Turia, Chelva, el Pico del Remedio, la Sierra de los Azagadores, los Altos del Mozul, Tuéjar ,y como telón de fondo, Javalambre. Abocamos a una pista, el Camino de Villar de Tejas a Chelva. Por la izquierda iríamos al collado de Nieva. Por la derecha vemos un cortafuegos que sube al collado de la Atalaya, cuya cima divisamos.

Una subida hasta el collado de la Atalaya que es más durilla de lo que aparenta
¡Al ataque!. El ascenso se las trae. Sube al collado por el camino más corto, es decir por una recta. No se permite ni una zeta. Toca respirar hondo y tomárselo con calma.

Vista atrás. El camino que se dibuja llega al collado de Nieva. Como telón de fondo, Chelva y su sierra con el Pico del Remedio
Una vez en el collado (otro poste caído y panel informativo sin información) divisamos la vertiente suroeste y el verde valle encajonado por esta sierra y la del Negrete.



Hacia el oeste
Un breve descanso para recuperar fuerzas y ascendemos al vértice geodésico de la Atalaya (1.157m.).
Hace honor a su nombre y domina el paisaje en 360º.



Selfie en la Atalaya, al fondo, en el valle, Benagéber
Vuelta al collado y descenso por pista que, tras lo recorrido hasta el momento, no dice mucho.

Bajando de la Atalaya
Tramo casi todo en solana hasta el barranco de los Carriles, luego del Tiero.




Ya en las proximidades de Benagéber llegamos a un cruce. Por la derecha volveríamos a la Ermita de San Isidro. Nosotros seguimos por la izquierda para dejar el camino inmediatamente por la derecha por una senda poco visible que nos acerca a la tapia del cementerio.

Precioso paisaje en las cercanías de Benagéber
Desde allí, por terreno ya pisado a la ida regresaremos al Sequer.


Volviendo al Sequer
Ha sido una agradable y didáctica ruta que nos enseña uno de los paisajes más deshumanizados de nuestras tierras y que esconde bonitos rincones.
PR finiquitado y al que no le iría mal una mano de pintura señalizadora.

(by J.Manuel)
Felicidades a los Pepes, Papis y Pepe-Papis.
Adéu, que voy a pegarle fuego a las Fallas ...

2 comentarios :

Juan Carlos dijo...

Por fin rehabilitado este sendero. Se ha señalizado y el Sequer ha vuelto a abrir ofreciendo alojamiento y comida

paco domingo dijo...

Muchas gracias por la información Juan Carlos.
Enhorabuena (a quien corresponda) por la reapertura del Sequer y la señalización de la ruta, habrá que volver porque el recorrido bien lo merece (y de paso tampoco estaría mal hacer otra de las variadas rutas en la zona).
Enhorabuena también por vuestra web que me pareció muy interesante y didáctica. Con vuestro permiso paso a enlazarla en mi blog.
Un abrazo.