lunes, 20 de agosto de 2012

HRP ETAPA 5 - BÉHÉROBIE - COL DE BAGARGIAK (26/07/2012)

Jueves 26 de julio.
¿Cómo lleváis el viaje?...¿Bien?.
Eso espero porque ahora empieza lo bueno, lo montañeramente bueno.
Hasta el momento lo llevamos bastante bien. Las mochilas son parte de nuestro cuerpo. Las piernas fenomenal. Los pies, en mi caso bien (un acierto las zapatillas). Algunos de nosotros con pequeñas molestias. La recuperación para la siguiente etapa está siendo muy buena. Descansamos bien y eso se nota.
Para hoy toca la "etapa reina" en cuanto al desnivel a salvar y la distancia.
Nos vamos a Irati.
Dejamos Béhérobie, tras el desayuno, un poco más tarde de lo previsto. A la guapa de Marie France se le olvidó prepararnos bocata y fruta. No importó en absoluto.

Saliendo de Béhérobie

Con las pilas cargadas iniciamos la caminata subiendo por la carreterilla a espaldas del hotel que remonta el río Nive que dejamos a la derecha.

El río Nive

Pasamos junto a un corral y más tarde junto a una casita en la curva de un barranco. Allí se acaba la pista y enlazamos con un sendero que recorrerá la ladera de Errozate en continua y tendida subida. Una verdadera gozada recorrer este sendero a primera hora de la mañana.

Subiendo por la ladera de Errozate

Vamos dejando el río cada vez más encajado allá abajo con alguna cascada que lo alimenta mientras observamos la ladera de enfrente llegando a distinguir la bajadita de ayer.

Vista atrás del valle de Béhérobie

Un pequeño error nos hizo seguir la senda equivocada que mantenía la altura. Tocó retroceder hasta localizar el desvío y seguir por la que ascendía bajo la arista del Errozate.

Remontando hacia el Col

Un último esfuerzo y culminamos la primera ascensión del día. Llegamos al Col de Errozate (1076 m.) y nos despedimos del valle del Nive. Vuelven a aparecer las mugas fronterizas, la nº 221 en el mismo collado.

Collado de Errozate y muga fronteriza

En el altiplano serpentea una carretera y hay cabañas pastoriles. La frontera gira en ángulo recto para bajar por el cauce de un riachuelo (Egurgoa). El sendero serpentea paralelo al río. Aparecen algunas pozas.

Ahora vamos junto al riachuelo que hace de frontera

Junto a una granja (cabañas de Uhartegain) hacemos un alto para reponer fuerzas. En la cabaña el amable granjero nos ofrece agua. Seguimos bajando junto al río, ahora por la carretera. Se puede seguir un buen rato más por la senda del río y evitar el asfalto. Pasamos junto a otro corral y llegamos a una curva con un puente y lo que parece un refugio abandonado. Allí se ubica la muga nº 224. Unos metros más adelante dejamos la carretera por la izquierda. Allí aparece ante nosotros un barranco tapizado de verde por el que tocará subir un poco a la trocha.
¡Vaya subidita!. Cada uno a su ritmo aprovechando las sendas abiertas por el ganado. Zigzagueos interminables para salvar la gran pendiente.

Begoña y Ximo en pleno esfuerzo

Más arriba localizamos una estrecha senda más transitable bajo la Cresta de Urkulu que acabará uniéndose al GR-12 con el que enlazamos.

Enlace con el GR-12

Llegamos al Col de Curutche (1286 m.) y disfrutamos de las vistas. La subida ha sido de las que hacen afición. Podemos apreciar todo lo recorrido hasta ahora desde el Col de Errozate y ¡vaya tela!.

Vistas de todo el valle recorrido desde el Col de Errozate, al fondo

Nos adentramos en la parte alta del bonito bosque de Nequecharre y atravesarlo nos sabe a gloria.
Llegamos a otro collado con cruce de caminos (GR-12 y GR-9) y carretera, donde un numeroso grupo de excursionistas dan cuenta de la comida. Es el Col d'Oraaté, una de las entradas al bosque de Irati.

Cruce de caminos en el Col d'Oraaté

Seguimos a la izquierda por el GR-12 en dirección a los Chalets d'Iraty pero el buen pisar dura poco.
La HRP, haciendo honor a su nombre, se desvía por la ladera de la derecha sin senda definida. Se nota que pocos se atreven a subir por aquí. La maleza y los helechos lo invaden todo y volvemos a trochear (bonito palabro)  hacia arriba y recuerdos para el Monsieur Véron que en paz descanse. Nos dispersamos  cada uno buscando lo menos dificultoso. Un helicóptero nos sobrevuela y nos imaginamos lo peor ¿nos querrán advertir de algo?.
Tras el agotador esfuerzo llegamos al collado (1430 m.) que separa las cimas de Okabe.
A nuestros pies se extiende toda la selva de Irati y como telón de fondo el pico del Ori (mañana te lo diré...amigo).

El Pico Ori al fondo dominando todo el bosque de Irati

Llegamos a la meseta de Okabe por donde transitamos sin dificultad entre los bonitos riscos.

Por la cima de Okabe

Poco más adelante enlazamos con nuestro querido GR-10 que no abandonaremos hasta el final de etapa en el Col de Bagargiak.

Reencuentro con el GR-10 a las puertas de Irati

Nos adentramos en el hayedo de Irati, en su parte francesa por si habían dudas. La pista es buena aunque un poco rompepiernas.

Ximo y Fernando a punto de ser engullidos por el hayedo de Irati

Abocamos a la carretera D-18 a la altura del Chalet Pedro, albergue, bar y restaurante. Un lugar idóneo para hacer una comida-merienda. A pesar de lo tardío de la hora nos ofrecen una ensalada con una tosta de jamón y queso que estaba muy rica. Aprovechamos para rellenar nuestro depósito con fresca cervecita y las cantimploras, con agua.

La dura vida del senderista...


... y a seguir.

Compartimos una charla con un senderista inglés (alto y desgarbado) que también reponía fuerzas allí y  hacía la HRP. Cargaba con un mochilón de más de 20 kg. y nos lo volveríamos a encontrar más adelante.
Tras reponer fuerzas regresamos a la carretera y continuamos por ella en dirección norte. Pasamos junto a una zona de acampada y parking de caravanas. Más adelante un laguito represado y un cruce de carreteras.

Lago en Irati
Una tarde en la campiña de Irati (by J.Manuel)

Seguimos por la D-19 para dejarla inmediatamente y seguir por el GR-10 en subida entre el hayedo.



Begoña le hace un quiebro a Ximo en Irati

Volvemos a encontrar la carretera más adelante a la altura de un bonito estanque. Nos relajamos un poco con fotos y reaparece el inglés, que nos observa divertido.



Un abuelo con sus nietos pescan truchas en el lago.

Una simpática imagen

Tras la pequeña y reconfortante parada encaramos el último tramo del día a través de Irati donde, todo hay que decirlo, también se nota la sequía.

Ximo inmortalizando el primer dosmil del Pirineo, el Ori...pero eso será mañana.

Otra larga subida hasta el collado de Héguichouria donde enlazamos otra vez con la carretera y transitando paralelos a ella nos encontramos con los primeros chalets del complejo de Irati.


Manolo junto a las primeras cabañas de los Chalets d'Iraty

El cielo está oscuro y hace rato que oímos los truenos. Aceleramos el paso atravesando las instalaciones del centro de esquí hasta llegar a la recepción, justo en el Col de Bagargiak (collado de Bagargi 1327m.), donde nos adjudican nuestras habitaciones en la pulguera.
Son habitaciones con el espacio justo para dos literas.
El cielo termina por abrirse y descarga una tormenta. Nos hemos librado por los pelos.

¡... y se desató la tormenta !

Son casi las 19:30 h. y menos mal que reservamos para cenar en el restaurante nada más llegar. Lo que ocurre aquí merece capítulo aparte, ahora os contaré.
Tenemos el tiempo justo para darnos una ducha en el albergue, perdón...en la pulguera, y salir a cenar antes de que cierren.
La cena no está nada mal, yo tomé ensalada de mollejas de cordero, pato y piña con helado. El servicio y el responsable del local, sobre todo éste, dejaban un poco que desear.
Grupos de montañeros disfrutábamos de un bonito anochecer bajo la lluvia y alrededor de una buena mesa.
Sobre las 21:00 h. apareció el inglés, empapado hasta los huesos y no le dieron de cenar. De forma destemplada y maleducada poco más que le dieron puerta. Un gesto que dice bien poco de la mínima atención y educación que deberían prestar estos franceses en estos lugares tan hermosos y alejados de la civilización. Ni compasión tuvieron con el pobre...
Preguntamos a qué hora servían el desayuno para la mañana siguiente y nos fuimos a chafar la oreja, no sin antes poner una lavadora (como diríamos en casa).
Lo de mañana ... tampoco empezó la cosa con buen pie. Volvimos a topar con el restaurante...
Ya os contaré, ya ...
En resumen y hablando de montaña y senderismo...etapa dura con más de + 1700 m. de desnivel y 26 kms. más en nuestras piernas.
Mañana más.


4 comentarios :

Angel dijo...

Qué gozada Paco, menuda envidia disfrutar de tantos días seguidos de montaña !!!!

SimónCorresendas dijo...

La cosa se pone interesante, empieza a gustarme, etapa durísima, alta montaña y franceses mal educados.

¡Enhorabuena a todos!

Un abrazo

Simón

Daniel Alcalá Almela dijo...

Hola Paco.

Qué guapa y que verde la primera parte del recorrido, y una pasada el hayedo de Irati...y cuantas anécdotas en el camino.

Ayyy estos gabachos....no cambian.

Un abrazo.

Toni Duarte dijo...

Impresionante aventura,estoy disfrutando muchísimo con su lectura y espero la penúltima entrega.