miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA DROVA - PENYA NEGRA - MONDÚVER - PUNTAL DE LA DROVA - BARX (09/11/2013)

Como dicen en mi pueblo: "¡Odo qué ruta!".
Un tres en uno en toda regla por el macizo del Mondúver. Tres cimas, un bonito cresteo, interesantes trepadas y una interminable (tanto es así que se me atragantó) bajada hasta Barx.
Volvemos a la Safor.
Espectacular mañana sabatina de este prolongado "veroño".
Nos vamos a La Drova, antiguo caserío pastoril en zona de tránsito entre la Valldigna, Barx y Gandía, después zona de reposo y curación para los monjes del monasterio de Santa María y en la época actual conjunto residencial de veraneo. El valle donde se encuentra da para ello. Buen clima y abundantes fuentes entre las sierras del Mondúver al este y la del Buixcarró al oeste.
Partimos desde la Font de la Drova.


Tomamos por la izquierda el bonito camino que se encuentra a sus espaldas hacia Les Basses.


Es la Cañada Real de Castilla, aquí coincidente con el PR-CV 60.


La inconfundible cima del Mondúver a la vista
Cruzamos la carretera CV-675 junto al Centro de Interpretación del Paratge Natural Municipal Parpalló-Borrell.


Vistas hacia el norte con el Tossal de la Caldereta a la izquierda, el del Tramús a la derecha,
al fondo el Molló de la Creu y más al fondo el Montgó
Continuamos por la pista que comienza a elevarse por las faldas del Mondúver.



Nos salimos de ella en una curva cerrada hacia la izquierda para adentrarnos en un barranquillo que pasa junto a la Font del Parpalló (sin agua y con depósito bien cerrado).



Volvemos a la pista tras el atajo. Un poco más arriba se encuentra la famosa cueva del Parpalló (BIC) protegida por una valla. Nosotros continuaremos por la pista. Las vistas mejoran con la altura. Arriba, los farallones rocosos del Mondúver nos ofrecen atractivas formas como la de esta gran ventana:


Desechamos la pista que continúa hacia la Font del Garrofer y giramos a la izquierda por lo que ya es una bonita senda hasta el Coll de la Rafela con su refugio en la roca.



Ante nosotros el radiante Mare Nostrum y la costa de la Safor. ¡Hay que ver lo que me enamora la combinación montaña-mar!.
Un primer alto en el camino antes de atacar la primera tachuela de la jornada.
A nuestra derecha tenemos la Penya Negra, una montañita al lado del coloso. Al menos es lo que parecía hasta que llegas a su base. Desde el collado seguimos la senda por la derecha que va rodeando la Penya hacia el sureste.
La cara norte parece bastante inaccesible si no eres escalador. En un momento dado la senda parece bifurcarse y tomamos la que, de momento, sube por la derecha. Digo de momento porque acaba difuminándose y optamos por atacar los últimos metros a la trocha. Pero ojito porque hay que buscar el mejor paso posible entre las rocas y pelearse con el matorral de brezo, romeros, lentiscos, esparragueras y coscoja.



Alguna trepadita chula y ya alcanzamos la cima y su mojón.

El Monndúver desde la Penya Negra
Las vistas ganan un punto más. La costa se alarga hasta el Montgó por un lado y todo el golfo de Valencia por el otro. La sierras próximas de la Falconera y Buixcarró, el fértil valle de la Marxuquera.

El valle de la Drova y la serra del Buixcarró



En primer término la serra Falconera y la ciudad de Gandía, detrás la serra de Segària y  al fondo el Montgó
Una gozada para los sentidos. La bajada la hacemos destrepando por la cara sur que parece más accesible. La vamos rodeando hacia el este hasta reencontrarnos con el sendero que nos devuelve al Coll de Rafela. Ha valido la pena, sin duda.


La impresionante Penya Negra
Desde el collado dirigimos nuestra mirada y nuestros pasos hacia las sendas que se dibujan en la ladera del Mondúver cuyas antenas asoman tras la antecima. Queda un buen repecho hasta su cima y alguno empieza a mirar el reloj bajo el influjo de los ácidos estomacales que reclaman más madera. De modo que les haremos caso no sea que la locomotora se pare.


Una vez apaciguados seguimos el ascenso, ahora aderezado con otra pequeña trepada hasta enlazar con el PR-CV 153 proveniente de Xeresa.
Ya tenemos el bosque de antenas a tiro.



El lugar está bastante animado a esas horas de la mañana y como atractivo, lo que se dice atractivo, es más bien poco, desalojamos el lugar después de inmortalizarlo.

Cima del Mondúver (841 m.)

Bonito (es un decir) ejemplar de Antennus monduveriensis
Bajamos cómodamente por la pista cementada, ahora PR-CV 51 proveniente de Tavernes de Valldigna hasta el collado de les Bigues.

De frente, lo que nos queda


Allí sale una variante de este PR que recorre el cordal de la sierra en dirección norte.


Interesante recorrido a pesar de que todavía y desgraciadamente destacan las laderas quemadas tras el devastador incendio de 2006. Aunque, aquí sí, ya aparecen los brotes verdes.

Dejamos atrás el Mondúver



Tras perder un poco de altura, una pala indicadora nos señala el camino a seguir. Vamos hacia el Puntal de la Drova o de la Font Nova.
Otro cartel más adelante nos ofrece la posibilidad de retornar a la cresta con alguna que otra trepada más.

No hay duda
Y allá que vamos.




Un mojón nos indica la cima del Puntal.

Puntal de la Drova
A partir de ahí iremos de bajada.
Por delante lo que podía haber sido la cuarta tachuela del día, el Penyalba.

Hacia el Penyalba
Llegamos al collado previo a su ascenso pero no la subimos (algunos de mis compis ya lo habían hecho en anterior ocasión), entre otras cosas porque el reloj se nos echaba encima y quedaba un buen descenso hasta Barx. De modo que tomamos las de Villadiego y seguimos de bajada, ahora en dirección Cova de les Mallaetes - Barx.



Vamos rodeando el macizo, ahora por el norte.


Desde el Coll del Penyalba y el Pic de les Áligues obtenemos buenas vistas de toda la Valldigna, con Simat y el Monasterio de Santa María, Benifairó, Tavernes, Les Creus y la Serra de Corbera.

Simat, Benifairó y la serra de Corbera

Simat y el Monasterio de Santa María de la Valldigna
Del pronunciado descenso sólo se libran esas vistas y el paso junto a la Cova de les Mallaetes, también vallada.


Hay tramos en los que la vegetación invade la senda y la hace más farragosa.
Al final desechamos otro desvío hacia la Font del Cirer y Simat.

Último desvío
Giramos en dirección a Barx, cuyo valle vuelve a aparecer para nuestro gozo. Una vez en el pueblo nos refrescamos en la Font del Racó antes de salir del mismo  todavía por el PR-CV 51 en dirección a La Drova.



Entre las parcelas y los chalets llegamos al carrer de la Font, nuestro fin de etapa. Había ganas. Refrescante fuente y relajantes estiramientos antes de volver a casa. Por hoy ya ha estado bien. Una ruta montañera, montañera. Y en mi caso, hoy no ha sido uno de mis mejores días, físicamente hablando. Por lo demás, todo un espectáculo de ruta.

En la Penya Negra con el Mondúver detrás (by J.Manuel)
Adéu.



3 comentarios :

Manolo dijo...

Buena crónica Paco, como siempre

Anónimo dijo...

¿Cómo que no os atrajo lo suficiente la subida al Penyalba?
¡a ver si vamos a perder la amistad por un comentario como ese!¡El Penyalba!... ¡una de mis pequeñas montañas más queridas! Créeme que merece la pena... yo he pasado muy buenos ratos subiéndola desde Ximat por la Font del Cirer y la cova de les Malladetes. Luego te haces la cresta de la Drova y te bajas por el camí de Foies y te queda una ruta espectacular. Bueno, te absuelvo pero te dejo esa propuesta como penitencia. En el nombre del padre, del hijo y....

paco domingo dijo...

Quizás debía haber dicho que ellos (la myoría de mis compañeros) ya la habían subido.
Pero bueno tendré que rectificarlo.
Yo la dejo para la próxima.
Gracias Paco.