ALGIMIA DE ALMONACID - ALTO DE LA SABINA - MONTE DEL CASCALBAR - BARRANCO MALO - AGUAS NEGRAS (02/02/2013)

Como dijo Felipe II tras la derrota de la Armada Invencible allá por 1588 : "Yo mandé mis naves a luchar contra los hombres no contra las tempestades ...", o lo que es lo mismo "No envié mis naves a luchar contra los elementos". Pues nosotros, este sábado, le dimos la vuelta a la frase. Luchamos contra los elementos (aparte de la orografía del terreno, el viento y el frío) y ganamos. Pero al final aparecieron los hombres ... y perdimos. Entre otras cosas porque aquellos iban armados con escopetas y nosotros con bastones y hubiera resultado una lucha un tanto desigual, digo yo.
Ahora me explico...
Con la excusa de la participación de nuestro compañero Ximo en la Maratón de Espadán del próximo 24/02/2013 (http://www.maratonespadan.com/), J.Manuel diseñó una ruta que coincidía en parte con el trazado de la carrera y serviría de "reconocimiento del terreno" para el atleta.
Lo previsto consistía en subir desde Algimia de Almonacid a los altos del Bellido, de la Sabina y del Cascalbar para bajar después por el Barranco Malo, su confluencia con el de Aguas Negras, la fuente de la Calzada y remontar en plan aventura hasta el Rápita para bajar de nuevo a Algimia. Vamos una ruta animadilla.
Con las primeras luces del alba salíamos de Algimia camino del castillo de Almonecir y su torre rehabilitada.

Una cómoda pista nos acerca al desvío que nos acerca al castillo, pero hoy no toca visitarlo. Tuve ocasión de hacerlo en otra estupenda ruta desde Castellnovo (Castillo de Almonecid desde Castellnovo).

Torre del castillo de Almonecir

Continuamos pues por la pista hasta localizar la senda de ascenso a los altos del Bellido, que sale a la izquierda. Una buena subida para ir abriendo boca. El gélido viento del noroeste (vaya invierno más ventoso que tenemos...) pegaba con fuerza. Ximo y Juan Carlos (buenos corredores ambos) pegaron un estirón e, inocente de mí, intenté seguir su ritmo. Pero hoy no tenía el cuerpo "jota" y a mitad de repecho tuve que parar a tomar un poco del abundantísimo aire que soplaba. Lo que viene siendo una pájara en toda regla (y que no se entere mucha gente por si Standard & Poor's rebaja mi calificación). Igual de rápida que llegó se fue, con la ingesta previa de alguna chuche. Azúcar en vena de efecto inmediato. Bonitas vistas de la Vall y las cumbres nevadas de Javalambre e incluso la cumbre del pico Pina de blanco reciente.

El valle de Algimia y las cumbres de Javalambre nevadas

Al fondo sobresale el pico Pina cubierto de nieve

El pico Espadán y las dos Tetas

Pasamos junto al Alto de la Sabina y dejamos atrás el corral del Bellido y sus almendros en flor antes de subir al Cascalbar (o cima 822 para los amigos).

Subida al Cascalbar

La senda se difumina al final y lo acometemos a la trocha. Un gran hito de piedras remata la cima.

El grupo en el Cascalbar

El viento no da tregua en la bajada y arrecia con más fuerza.

Bajando del Cascalbar

Tanto es así que tenemos que hacer la "conga".

                              

Una bajada más trochera si cabe con la pista (camino de Algimia de Almonacid) a la vista allá abajo. El monte bajo oculta cualquier trazo de senda y toca sufrir un poco.
Enlazamos con la pista y la seguimos por la izquierda con el pico de Espadán a la vista. El camino discurre entre un bosque de alcornoques, alguno de gran porte, cuando no con alguna rama truncada por el viento.

Al fondo, el omnipresente Penyagolosa

Llegamos a un collado junto a las ruinas de un corral. Allí, al solecito y resguardados del viento, almorzamos. Hoy sí, a su debido tiempo. A las diez, más o menos como mandan los cánones (cánones de Ximo y algún estómago protestón más). Un grupo de corredores nos saludó a su paso.
Reanudamos la marcha, ahora de bajada siguiendo por la pista pasando por un bonito bosquete de pinos.

De bajada al barranco Malo

Allí la abandonaremos para tomar la senda que nos baja al barranco Malo por el que transitaremos. Una gozada de recorrido entre la frondosa vegetación.

Barranco Malo

Iremos por su cauce y por sus laderas, hasta que confluye con el de Aguas Negras.

Barranco de Aguas Negras

Y del que saldremos por la senda que sube a los corrales del mismo nombre y después a la Fuente de la Calzada.

Bajando a la fuente de la Calzada

Y aquí viene la segunda parte... ahora viene cuando lo matan...
Abocamos a la carretera CV-215 (que se dirige a Alcudia de Veo) y la tomamos por la derecha en ascenso durante unos 600 metros. Pasaremos junto al anuncio de una inscripción romana (que cuesta un poco de identificar ... la inscripción, me refiero).

¿la adivináis?

A la altura de las ruinas de un corral, a la izquierda de la marcha, intentamos localizar una perdida senda que nos elevaría por la loma de la Calzada para enlazar arriba con otra más visible y que recorre la ladera del Rápita. Nos metimos en un berenjenal trochero de aupa. Lo hubiéramos superado a no ser por la amenazante figura de un ojeador en la ladera de enfrente. Anuncio inequívoco de una batida de jabalí. Lo cierto es que no vimos ningún anuncio (obligatorio, por otra parte) de la misma. Valorando lo que nos podía esperar en adelante, decidimos volver sobre nuestros pasos y volver a Algimia por la carretera.
Como no hay mal que por bien no venga (o ¿será al revés?) esto nos sirvió para conocer el rico patrimonio del agua de Algimia de Almonacid. Unos carteles indicativos nos descubren una bonita "Ruta del Agua" junto a la población. Se puede transitar por un camino asfaltado que recorre el barranco de la Rodana. Un sistema hidráulico dependiente de la antigua alquería islámica de la Alfándiga donde nos encontraremos, en primer, lugar con la balsa del Molino y los restos de su molino harinero.

Balsa del Molino

El agua discurre por una acequia que salva el barranco por el precioso acueducto del Molino antes de llegar a la balsa de la Alfándiga.

Acequia y acueducto del Molino

De allí, otro acueducto de siete ojos (cuatro se conservan hoy en día), el de la Alfándiga, salvaba el cauce del barranco en su recorrido.

Balsa de la Alfándiga

Acueducto de la Alfándiga

Un bonito remate de la ruta antes de volver al pueblo.
Agradecer desde estas modestas líneas la gran labor de salvaguarda y limpieza del monte del gremio de cazadores, muy respetuosos ellos con el medio ambiente como así lo demuestra la gran cantidad de cartuchos desperdigados por el suelo a lo largo de muchos puntos de la ruta. Un "descuido" sin duda de estos escopeteros olvidadizos (intentaré no exaltarme demasiado...) que tanto hacen por la conservación de nuestros montes. Un hecho denunciable a todas luces y del que responsabilizo a escopeteros sin escrúpulos, clubes, asociaciones de cazadores, ayuntamientos, cotos, y organismos oficiales competentes en la materia y que deberían intensificar sus controles y su labor educativa-medioambiental  en el sector. Una verdadera lacra como podemos comprobar en nuestras salidas.

(by J.Manuel)

Adéu y un saludo a Rubén a quién tuve el placer de conocer y que se reincorporó al grupo tras una larga ausencia.