martes, 25 de septiembre de 2012

LA CRUZ DE LOS TRES REINOS (22/09/2012)

Estupenda jornada por tierras del Rincón de Ademuz. Una zona por la que nos prodigamos más bien poco y que merece ser disfrutada en plenitud. Nos ofrece rincones de gran belleza, bosques intactos de pinos silvestres, sabinas, algunas centenarias, vegetación de ribera,  prados de alta montaña, y poblaciones en las que se respira paz y tranquilidad.
Hoy vamos a subir a la Cruz de los Tres Reinos, punto de confluencia de los antiguos reinos de Aragón, Castilla y Valencia. Como hiciera Cavanilles en el siglo XVIII, en este punto podemos sentarnos en Valencia y poner un pie en Aragón y el otro en Castilla.
Varios senderos bajo la denominación de PR-CV 131, en todas sus variantes, recorren el Rincón de Ademuz. 
Para llegar a este enclave seguiremos en parte el PR-CV 131.1 al que añadimos una bonita propina.
Salimos desde el pueblo de Arroyo Cerezo, perdido en los límites de esta isla que es el Rincón de Ademuz. Llegar es relativamente fácil y las carreteras están en muy buen estado. Desde Ademuz iremos por la N-330 hasta Torrebaja. Allí tomamos la N-420 hacia Cuenca. A los doce kilómetros veremos un desvío a la derecha con indicación de Hontanar-Veguillas de la Sierra y Arroyo Cerezo (CV-483) y  en cuatro kilómetros llegamos al inicio de la ruta. Conviene acercarse en coche hasta el Barrio de Arriba, donde acaba la carretera y desde donde comenzaremos a caminar.


Un poste nos indica el inicio. Nosotros iremos por la Fuente del Abrevador y volveremos por Veguillas.
Una pareja de corzos se pasean por un campo de trigo recién cosechado, junto a las casas. El sol comienza a iluminar este bucólico paisaje y nos regala una bonita postal.


Emprendemos la marcha paralelos al arroyo que da nombre a la aldea. También se nota la sequía y apenas vemos alguna pocilla con agua. Es un bonito paseo entre la vegetación de ribera y los bancales con manzanos. La fruta es tentadora y pedimos prestadas algunas piezas.

El menda con el postre (by J.Manuel)

Pasamos junto a un monumental nogal por un camino escoltado por endrinos, rosales silvestres y zarzas con sus frutos en pleno apogeo.



Conforme ascendemos el barranco se va cerrando y lo vamos dejando a la izquierda. Una muela rocosa cierra este anfiteatro.


Subiendo hacia la fuente del Abrevador

Alcanzamos las ruinas del corral del Abrevador y su fuente más arriba, eso sí cerrada con candado.


Corral y fuente del Abrevador

Rodeamos el cantil por la izquierda y seguimos por una bonita senda hasta alcanzar el altiplano.

Curiosa forma que corona el cantil

Allí iremos atentos a las marcas y fitas ya que el camino pronto se difumina. Vamos entre pinos jóvenes, sabinas y enebros. Pasamos junto a un área vallada que delimita una microreserva de flora.
Unos metros más adelante ya se adivina el vértice geodésico de la Cruz de los Tres Reinos (1560m.). No esperemos la cima de una montaña, no. Se trata de una amplia loma culminada por un mojón, el poste con las indicaciones del PR, y el vértice geodésico.


La Cruz de los Tres Reinos (aunque la cruz brilla por su ausencia)

Un lugar que tuvo su relevancia histórica en la época medieval por ser el punto de encuentro de los Reyes de Aragón, de Castilla y el Rey moro de Valencia para discutir sus problemillas (algunos hoy en día sin resolver, y mira lo que ha llovido desde entonces...). http://www.veguillas.es/2010/09/la-cruz-de-los-tres-reinos.html

En el vértice no cabía ni un alfiler (by J.Manuel)

Las amplias vistas desde este punto bien merecen la visita. Javalambre al este, las estribaciones de la serranía de Albarracín al norte, el marquesado de Moya y la serranía de Cuenca al suroeste.

                          
                                                                             Panorámica desde la Cruz de los Tres Reinos

Pasamos de Valencia a Teruel y a Cuenca con solo mover un pie. Es lo que tiene el estar en un trifinio.

Vértice trifinio (izquierda Cuenca, derecha Teruel, abajo Valencia)

En tan solo una hora hemos alcanzado la parte más alta del recorrido y, tras las fotos de rigor y más pronto de lo habitual, nos sentamos en Valencia para dar cuenta del almuerzo.


Si nos damos un garbeo por los alrededores podemos encontrar gran cantidad de conchas fosilizadas, bivalvos del género Exogyra conocidos popularmente (como nos recordó Manolo M.) como orejas de moro. Tal cantidad de ostras me recordó al Mercado de la Piedra de Vigo, aunque éstas sí que eran de piedra...

Una "oreja de moro"

Sigamos la ruta.
Ahora viene la propina. Abandonamos el PR-CV 131.1 y nos vamos hacia Cuenca a hacer un poco de turismo (ya que estamos ¿no?). Llaneamos por esta meseta en dirección sur con un par de imponentes antenas como faros. Vamos por la Cañada Real del Marino. Este tramo está sembrado de los fósiles antes mencionados.

Caminando por la Cañada Real del Marino

Tras rebasar la instalación de la antena, abandonamos la pista para descender por un barranco que nace a la derecha.

Bajando hacia el barranco

Al comienzo lo recorremos a media altura entre bonitos ejemplares de pino silvestre y cuando las paredes se empinan optamos por bajar a su lecho casi seco y terminar el descenso hasta una bonita vega.

Alguien se ha comido a alguien...

Allí tomamos el camino hacia la derecha, junto al arroyo de los Urdiales. Otro precioso tramo con choperas y alguna sabina de gran porte.

Preciosa sabina


Camino junto al arroyo de los Urdiales

Volvemos a encontrarnos con la pista de la Cañada Real. En este punto giramos a la derecha para volver a subir a la meseta de la Cruz de los Tres Reinos. Primero por pista y luego un poco a la trocha con el vértice geodésico a la vista. Otra foto de grupo, ahora con la bandera (olvidada en nuestro anterior paso).


La vuelta la haremos de nuevo por el PR pero en dirección a Veguillas. Pues a Teruel que nos vamos (ya que estamos ¿no?). Bajamos en dirección norte teniendo a la vista un colladito con una charca y un poste.

Bajada hacia la pista


Desde allí continuamos por pista. Atentos a los cruces, habrá que evitar el giro a la izquierda que nos llevaría a Veguillas, visible a lo lejos, y seguir por la pista de la derecha bajo la muela de la montaña.

Población turolense de Veguillas de la Sierra

Pasamos junto a unos corrales en ruina y más adelante una bonita chopera y un abrevadero (fuente de los Praos).


Hemos vuelto a Valencia. Ya vemos las casas de Arroyo Cerezo. Cruzamos el arroyo del Regajo junto a los huertos y ya estamos de regreso en el Barrio de Arriba.

De vuelta hacia Arroyo Cerezo

Charlamos con unos lugareños y una agente medioambiental, sentados en un banco a la sombra de la placita. Pasa poco de las 13 horas y ya hemos terminado esta estupenda ruta que yo de vosotros no me perdería por nada del mundo. Nosotros la repetiremos a ser posible con nieve.
No llega a 16 kms. fáciles de andar (aunque alguno necesitó de un Red Bull jejeje). Apenas 380 m. de desnivel en menos de cinco horas, eso sí, recreándonos lo que haga falta en estos preciosos parajes.
En el camino de regreso vimos cómo unas brigadas forestales limpiaban el monte. De ellos y sobre todo de nosotros y de nuestros políticos dependerá poder transmitir intacta toda esta intangible riqueza que albergan nuestros montes. Y me viene a la retina la imagen del reciente y devastador incendio de Chulilla. Y me dan ganas de llorar. Y me dan ganas de coger a más de uno por el cuello. Y mejor me callo...
Una soleada mañana de septiembre que rematamos con unas cervecitas en casa de mis amigos de Casa Domingo en Ademuz. Y gracias por vuestras sabrosas manzanas, familia.
Hasta la próxima.





3 comentarios :

Jose dijo...

Hola Paco
Muy curioso cambiar entre Valencia Teruel y Cuenca a tu antojo, ahora me voy aquí, ahora me voy allá jajaja...

Buena tarea la de las brigadas forestales, ojala y a quien corresponda se cojan en serio estos temas y pongas las soluciones oportunas.

Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP

Jose Cirat dijo...

Me la apunto!
buena ruta por una tierra con mucho encanto.
Un abrazo!

Daniel Alcalá Almela dijo...

Parece que Ademuz lo tenemos olvidado, de hecho yo no he estado nunca, pero por lo que veo en los blog nos ofrece mucho, diferente, pero mucho.

Un abrazo.