lunes, 12 de diciembre de 2011

LAS SENDAS DE SUMACÀRCER Y UNA PAELLA EN GUADASSUAR (10/12/2011)

Vaya sorpresa más agradable que nos deparó la ruta sabatina por los alrededores de Sumacàrcer. Sorpresa para los que desconocíamos, como era mi caso, este auténtico vergel regado por el Xúquer y los barrancos que forman las últimas estribaciones el macizo del Caroig y que se abren hacia la vega del río una vez ha perdido el corsé de la presa de Tous (de fatídicos recuerdos para las poblaciones, aguas abajo).
Hay un recorrido marcado como SL-V17 (con dos variantes) que nos lleva a descubrir unos rincones sorprendentes.
Comenzamos al suroeste de la población para ascender por la margen izquierda del barranc del Llop. Una bonita senda empedrada nos va ofreciendo ,a medida que ganamos altura, unas inmejorables vistas de Sumacàrcer, las riberas del Xúquer y sus campos de naranjos, la presa de Tous y el embalse.

El Xúquer y el azud de Escalona

Encontramos un desvío hacia la font de Bartolo que dejamos para más tarde, cuando volvamos por la otra orilla del barranco. Al final del ascenso llegamos a la pista del alt de la Ceja, vereda real.

Subiendo por el barranc del Llop

Señales del SL en el alt de la Ceja

Tomamos la pista hacia la derecha para desviarnos más tarde por la variante SL-V 17-2 que nos bajará por la margen izquierda del barranc de Antón.

Azagador y corral del  Bufante

De bajada hacia el Xúquer

Al principio es un bonito azagador, pasamos por el corral del Bufante, y después zigzaguea en su descenso hasta los ricos campos de naranjos regados por las acequias del Xúquer. Damos cuenta de algunas mandarinas que endulzan nuestro paseo.
Entre mandarina y mandarina llegamos de nuevo al barranc del Llop que tomamos en ascenso por su margen izquierda (antes íbamos por la senda superior).

Ayudando en la "collita" de la taronja

Cruzamos el barranc en busca de la font de Bartolo pensando que sería un buen lugar para el almuerzo.

Vuelta a subir. Toca un descansillo

No la localizamos en un primer momento, sin embargo al seguir una sendita por la izquierda llegamos a un rincón de una gran belleza. Se trata de un enorme abrigo que cierra el barranco (cueva de Bartolo). De sus paredes cuelgan preciosas estalactitas resultado de muchísimo tiempo de incesante goteo. El espectáculo es sobrecogedor. Decidimos almorzar en este rincón y nos sentimos como invitados de lujo en un escenario propio de tiempos prehistóricos. Entre la frondosidad del barranco, la humedad del abrigo, esa cúpula de estalactitas goteando...las cámaras no sabían adonde apuntar.

Llegando a la cueva de Bartolo

Preparando el almuerzo

Un rincón de sorprendente belleza

Un buen rato le dedicamos a esta sorpresa de la ruta...aunque después nos esperaba otra.
De vuelta a la senda la tomamos por la izquierda para evitar volver sobre nuestros pasos. Buscábamos la font de Bartolo y nos encontramos con una escalera de madera en muy precario estado como única salida del barranco. Fernando y Begoña encabezaron la ascensión por esos peldaños agarrándose a una cuerda que la sujetaba. Una vez superada todavía quedaba pared por trepar. Una escalera metálica enrollable de las que se usan en el alpinismo y otro tramo de cuerda sustituían a la de madera. Uno tras otro fuimos superando el escollo hasta alcanzar la senda y , ahora sí, la fuente de Bartolo.

Tocaba trepadita sorpresa

Un poco más y ale hop! ya estamos arriba

Tras la descarga de adrenalina, tuvimos tiempo de merodear por esa ladera en busca de algún "esclatasang" que, debido a la inaccesibilidad del terreno, todavía permanecía a la espera de algún recolector. No era como para decir que no. Nos pusimos manos a la obra y en un plis plas nos hicimos con un kilito (más o menos eh!).

Para el aperitivo...

Volvimos a salir a la pista empedrada del comienzo y una vez arriba, giramos a la izquierda por la vereda en busca del tercer barranco del día, el de la Mare de Deu, que nos devolvería a Sumacàrcer. Otra preciosidad de lugar, verde y frondoso como los anteriores.

Rafa en el caballito

Tras cruzar el barranco

Llegábamos al pueblo sobre las 13:45h. Allí se nos unió ese pedazo de ciclista que es Vicente (obligaciones profesionales le impidieron hacer la ruta con nosotros) y más tarde lo haría Isabel. Raudos y veloces volvimos hacia Guadassuar, donde nos esperaba la familia Casanova Alabau con el reputado chef Ximo a la cabeza para obsequiarnos con una memorable PAELLA (en mayúsculas como dice Ximo). La comimos siguiendo el ritual de la Ribera, como mandan los cánones, cuchara en mano y directa del caldero.

El mestre paeller y su ayudante

Directa a la mesa

Paella en fase 1...vaya pinta!!!


Paella en fase 2 ...lo mejor...con su socarraet y todo

Paella en fase 3 ...el fairy y una mano de oli

Paella en fase 4 ... atando el caldero para que no se escape.

Un poco de tertulia a los postres (bizcocho de chocolate de Manolo y Bego y flan casero de Cani), brindis con cava, cafetitos, un par de chistes del chef y una foto para el recuerdo, pusieron el broche de oro a un sábado irrepetible. Enhorabuena a Ximo and family.


Fotos de J.Manuel

Y además...el Barça le ganó al Madrid (lo siento Ximet, lo siento María...pero es lo que hay...).




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